17 septiembre 2013

Preocupación por la salud de las abejas - Concern for the health of bees (Spanish - English)

Preocupación por la salud de las abejas

Bayer desarrolló denominada puerta de Varroa, para combatir temible ácaro.

MONHEIM, Alemania.- La mayoría de los científicos coinciden en que el ácaro de la miel de abeja (Varroa destructor), sigue siendo la mayor amenaza para la apicultura actual. La "varrosis" es una enfermedad que está causando profunda preocupación en apicultores de los Estados Unidos y de distintos países de Europa y provocan cuantiosas pérdidas económicas por muertes y mermas en la producción de miel.
En ese sentido, el Centro de Investigación Agrícola de Bayer montó un departamento específico que trabaja sobre la salud de las abejas: el Bayer Bee Care Center. Allí los profesionales y técnicos de la compañía explicaron que el ácaro Varroa es relativamente un nuevo parásito de la abeja de la miel que se introdujo en Europa en los años setenta y en América del Norte en los ochenta y se ha extendido a la mayoría de las áreas del mundo en un tiempo corto. A hora es difícil encontrar una colonia de abejas "Varroa libre" salvo en Australia.
Estos parásitos atacan tanto a los adultos y la cría, las debilitan, deforman y acortan el tiempo de vida de las abejas de las cuales se alimentan. Si no se tratan estas infestaciones, los ácaros Varroa pueden matar a las colonias de las abejas melíferas.

Respuesta científica
En ese sentido los científicos de Bayer han estado trabajando con investigadores de la Universidad de Frankfurt para desarrollar lo que han denominado "La puerta de varroa", que está diseñada para prevenir la reinfección. El objetivo de esta herramienta innovadora es proteger eficazmente la colmena contra el parásito mortal.
El procedimiento es el siguiente: al regresar a las colmenas las abejas deben pasar por unos pequeños orificios, que al rozarlos quedan rociados con sustancias químicas anti-ácaros que le garantizan la protección a largo plazo.
En el pasado, los esfuerzos para controlar este parásito se habían concentrado exclusivamente en el tratamiento de la colmena, pero cuando las abejas regresaban traían nuevos ácaros.
Según se informó este centro lleva una amplia experiencia y conocimiento en proyectos de salud de las abejas. Cuenta con un equipo que trabaja full-time, incluyendo tres apicultores. Un segundo centro se abrirá en Carolina del Norte, Estados Unidos, a principios de 2014.
En el Bee Care hay cerca de 40 colmenas, un centro de apicultores y casas de campo que se utilizan para los talleres de apicultura y reuniones entre apicultores, agricultores, instituciones de investigación, profesionales de la educación y otros profesionales relacionados con la salud y el bienestar de las abejas melíferas.
"Estamos trabajando con los colegas de otros países para promover las prácticas agrícolas sostenibles y buenas prácticas apícolas. Además, estamos colaborando con las principales partes interesadas en la comunidad científica en Europa", dijo a los periodistas el doctor Klaus Kunz, uno de los responsables del centro en Monheim.

Concern for the health of bees

Bayer developed the so-called Varroa door , to combat this dreaded mite

MONHEIM , Germany - Most scientists agree that the mite of honey bee ( Varroa destructor) , remains the greatest current threat to beekeeping . The " varrosis " is a disease that is causing grave concern to beekeepers in the United States and various European countries and cause economic losses by deaths and losses in honey production .
In that sense, the Agricultural Research Center Bayer set up a specific department working on bee health : the Bayer Bee Care Center. There, professionals and technicians from the company explained that the Varroa mite is a relatively new pest of honey bee was introduced in Europe in the seventies and in North America in the eighties and has spread to most areas of the world in a short time . A time is hard to find a colony of bees " Varroa free " except in Australia .
These parasites attack both adults and breeding, weaken , deform and shorten the life of bees which feed . If left untreated these infections , Varroa mites can kill honeybee colonies.

Scientific response
In that sense Bayer scientists have been working with researchers at the University of Frankfurt to develop what we have called " varroa door " which is designed to prevent reinfection . The objective of this innovative tool is effectively protect the hive against the deadly parasite .
The procedure is as follows : to return to the hive the bees must go through small holes, that are touching them sprayed with anti -mite chemicals that ensure long-term protection .
In the past , efforts to control this parasite had focused exclusively on the treatment of the hive, but when returning bees brought new mites.
As reported this center has a wide experience and knowledge in health projects bees. It has a team working full-time , including three beekeepers. A second center will open in North Carolina , USA , in early 2014 .
The Bee Care there are about 40 beehives beekeepers center and garden used for beekeeping workshops and meetings between beekeepers , farmers , research institutions , educational professionals and other health-related professional and welfare of honey bees .
"We are working with colleagues in other countries to promote sustainable agricultural practices and good beekeeping practices . Moreover, we are working with key stakeholders in the scientific community in Europe," he told reporters Dr. Klaus Kunz , one of the leaders center in Monheim .

11 septiembre 2013

Abejas en crisis - Bees in crisis

Abejas en crisis - Bees in crisis

Merece la pena ver este documental y reflexionar sobre todos los errores que cometemos a nivel global con las abejas, también los agricultores y apicultores industriales. Veremos cómo estos insectos nos lo están diciendo a gritos. Solo hay que tener un poco de sabiduría para poderlos oír.
Esperemos que cuando tomemos las medidas oportunas para remediarlo no sea demasiado tarde aunque, desgraciadamente el ser humano no entiende que el respeto al entorno es el futuro de su especie.

- Este vídeo permite la traducción con subtitulado.

Worth seeing this documentary and think about all the mistakes we make globally with bees, beekeepers also farmers and industries. We'll see how these insects are telling us loudly. Just take a little wisdom so that they can hear.
Hopefully when we take steps to remedy it is not too late but unfortunately humans do not understand that respect for the environment is the future of their species.

- This video allows translation subtitling.

06 septiembre 2013

LA CRIA DE ABEJAS REINAS - THE QUEEN BREEDING

LA CRIA DE ABEJAS REINAS - THE QUEEN BREEDING Por: ERNESTO GUZMÁN NOVOA (guzman.ernesto@inifap.gob.mx)

I. INTRODUCCION A LA CRIA DE ABEJAS REINAS

La cría de abejas reinas es una actividad especializada de la apicultura que requiere de conocimientos de la biología de las abejas y de considerable experiencia práctica. Criar reinas es necesario para la explotación. Se requiere de reinas jóvenes y genéticamente buenas para que las colonias sean productivas, dóciles y saludables; por eso la cría y el cambio de reinas son hoy día prácticas apícolas muy importantes. Si las reinas no se cambian, la producción no solo bajará por no contarse con reinas jóvenes, sino que además las poblaciones de abejas tenderán a africanizarse con el paso del tiempo, lo cual es perjudicial para la producción y para el mantenimiento de abejas manejables. Con el cambio anual de reinas, la producción de miel aumenta entre 15 y 30%, debido a que las reinas menores de 12 meses ponen al menos 30% más huevos que las reinas de más de un año de edad y es bien sabido que las colonias que poseen más abejas durante la floración son más productivas. Así se demostró en estudios realizados en diversas partes del mundo. Además de lo anterior, las colonias que tienen reinas jóvenes, tienen una menor tendencia a enjambrar.
La mayoría de las reinas de colonias comerciales son reemplazadas al cumplir el año de edad. Es recomendable cambiar las reinas de todas las colonias cada año o dos años y por eso se requiere comprarlas o producirlas.
Producirlas es más barato que comprarlas y por ello una mejor alternativa, siempre y cuando se cuente con un buen pie de cría (reinas progenitoras). Contar con buen pie de cría es fundamental, porque de este dependerá las características deseables e indeseables de nuestras futuras colonias.
Dado que no todas las reinas son aceptadas, es necesario producir más reinas de las que se requieren y si un apicultor puede producir muchas reinas, también puede vender sus excedentes, lo que dará ingresos adicionales.

II. BIOLOGIA REPRODUCTIVA DE LA ABEJA REINA
Longevidad de las reinas. La literatura menciona que las reinas pueden vivir varios años; sin embargo, estas aseveraciones están fundamentadas en muy pocos trabajos experimentales, la mayoría de los cuales se realizaron en países de climas templados y fríos. El trabajo que monitoreó la longevidad de un mayor número de reinas en el mundo, fue el que Guzmán Novoa y colaboradores llevaron a cabo en el estado de México.
Producción natural de abejas reinas. Para criar reinas de calidad, hay que imitar las condiciones naturales en las que se forma una nueva reina y para ello hay que entender la biología de las abejas. Una nueva reina es producida en una colonia en forma natural solamente bajo tres condiciones: 1) cuando la reina ha muerto (horfandad), 2) cuando la colonia se dispone a enjambrar y 3) cuando la reina va a ser reemplazada porque no pone bien, es vieja, o no produce suficientes feromonas.
Para diferenciar cada uno de estos casos, primero hay que buscar huevos en las celdillas y también hay que buscar a la reina. En caso de no encontrarlos, se trata de horfandad. Cuando la colonia se prepara para enjambrar, esta se encuentra por lo general muy poblada y el número de celdas reales es mayor a seis. Cuando las obreras de una colonia quieren reemplazar a la reina, la colonia por lo general está débil y el número de celdas reales construidas es menor de seis.
Las tres castas de abejas que existen en una colonia: obreras, reinas y zánganos, se desarrollan a partir del mismo huevo puesto por una reina. Los zánganos surgen de un huevo no fertilizado (por partenogénesis), mientras que las reinas y obreras surgen de un huevo fertilizado. Los factores que diferencian el desarrollo de una reina o de una obrera del mismo huevo, son el tipo de celda y la alimentación. Una futura reina se desarrolla en una celda real, que es más grande que una celda de obrera y su alimentación es exclusivamente a base de jalea real, mientras que las futuras obreras reciben una papilla elaborada con polen y néctar, que es menos nutritiva. Las mejores reinas son las que se desarrollan a partir de larvas recién eclosionadas, ya que reciben una mayor cantidad de jalea real, lo que trae como consecuencia que sean de mayor tamaño y con ovarios más grandes, por lo que potencialmente pueden poner más huevos. Para que esto suceda, las larvas que serán futuras reinas, deben recibir abundante cantidad de jalea real en forma constante desde el momento en que salen del huevo. Una reina se desarrolla en solo 15 a 16 días, mientras que una obrera tarda de 20 a 21. Esto se debe a la mejor y mayor alimentación que la reina recibe. La metamorfosis (cambio de forma) de la futura reina incluye las etapas de huevo (tres días), larva (cinco y medio a seis días) y pupa (seis y medio a siete días). Pasadas estas etapas, la reina emerge como individuo adulto.
Después de emerger de su celda, una reina virgen es alimentada por las obreras y posteriormente se desplaza por la colmena en busca de otras posibles celdas reales o reinas. Cuando lo hace, en muchas ocasiónes emite un sonido parecido a un silbido de corta duración que se cree sirve para intimidar a otras reinas que pudieran ser sus rivales potenciales. Si encuentra otras celdas reales, hace un hueco con sus mandíbulas en una pared de estas y clava su aguijón en las reinas en desarrollo. Posteriormente las obreras destruyen las celdas y retiran los cadáveres.
De encontrarse con otra reina ya emergida, se entabla una lucha hasta que una de las dos reinas muere. Las reinas pueden picar a sus rivales sin perder el aguijón, ya que este es curvo y liso.
La joven reina efectúa su primer vuelo de apareamiento o vuelo "nupcial” al cabo de cuatro a 10 días de emergida. La reina continúa realizando vuelos nupciales durante dos a siete días, dependiendo de las condiciones ambientales externas. Si las condiciones son malas, puede tardar más tiempo en su etapa de apareamientos.
En total la reina efectúa entre uno y cinco vuelos nupciales durante este periodo de su vida y nunca más lo vuelve a hacer. Cada vuelo dura entre cinco y treinta minutos y los apareamientos ocurren en el aire, a una distancia de entre uno y cinco km de la colmena de la reina, en las llamadas zonas de congregación de zánganos. En estas zonas, las reinas se aparean con uno a 17 zánganos. Las reinas almacenan semen de todos los machos con los que se aparean en un órgano de reserva que se llama espermateca y que tienen en el abdomen. De esta manera, las reinas aseguran la fertilización de huevos hasta por varios años. Las reinas empiezan a poner huevos dos a cuatro días después de su último vuelo de apareamiento. Las reinas son alimentadas por las obreras exclusivamente con jalea real por el resto de sus vidas, lo que asegura una buena postura. Las reinas pueden poner entre 500 y 2,500 huevos al día, dependiendo de varios factores, entre los que se encuentran la época del año, la fortaleza de la colonia, el origen genético de la reina, la afluencia de alimentos, etc.
Las reinas africanizadas ponen más que las europeas.
Los zánganos en la reproducción. Los zánganos proceden de huevos no fertilizados debido al fenómeno de la partenogénesis, por lo que son solo hijos de la reina y no tienen padre. Los zánganos llevan la mitad de los cromosomas (material genético) que tienen las hembras. Por eso puede pensarse en ellos como gametos masculinos de otra reina. Los zánganos emergen luego de 24 días de desarrollo y alcanzan la madurez sexual entre los 10 y 14 días. A partir de esa edad, los zánganos realizan vuelos de aproximadamente 30 minutos de duración, en busca de reinas vírgenes que visiten las zonas de congregación. Tienen ojos grandes y un buen olfato para detectarlas, ya que estas liberan feromonas, que son sustancias (“perfumes”) que tienen la función de atraer a los machos. Los zánganos mueren luego de aparearse porque sus genitales se fracturan y quedan alojados en la vagina de la reina. Estos genitales son visibles a simple vista y se les denomina “signo de apareamiento.” En ocasiones, es posible observar reinas regresando de vuelos nupciales, entrando a su núcleo o colmena con una estructura blanquecina saliendo de la cámara del aguijón (el signo de apareamiento).
El número de zánganos presentes en las colmenas es mayor cuando hay floración y es menor durante las épocas de escasez. Por ello la mayor parte de los apareamientos ocurren en épocas cercanas a las floraciones. Los zánganos buscan zonas de congregación localizadas a una distancia de entre uno y siete km de su colmena. Este conocimiento es fundamental, para ubicar colmenas productoras de zánganos seleccionados en sitios estratégicos en la periferia de los criaderos de reinas.

III. RAZAS Y GENOTIPOS DE ABEJAS
Es difícil saber cuantas razas de abejas existen en el mundo, pero se han reconocido al menos 30. Todas las razas y genotipos tienen pros y contras y su desempeño es diferente en diferentes regiones; por eso es recomendable contar con reinas de genotipos bien adaptados a las condiciones ecológicas donde se pretenden utilizar. Si bien es cierto que la calidad genética de las reinas es importante, resulta mucho más importante que las colonias de abejas reciban un buen manejo. De nada sirve tener reinas de buen origen genético si el manejo es malo. En la producción de miel influye más el manejo que la raza o genotipo de las abejas que se utilice.
Razas de abejas. Las razas de abejas recomendables como pie de cría son las europeas. Las más apropiadas son las abejas de las razas italiana, carniola y caucásica. En general puede decirse que las abejas italianas y las carniolas son las más productivas y por eso son las mayormente preferidas por los apicultores de casi todo el mundo. Las abejas italianas tienen una mayor tendencia a picar y a pillar que las carniolas y caucásicas; sin embargo, son más tolerantes a enfermedades de la cría. Las abejas carniolas tienen una mayor tendencia a la enjambrazón que las italianas, mientras que las caucásicas tienen una alta tendencia a colectar propóleo.
Genotipos de abejas. Las anteriores son generalizaciones de las características de razas de abejas europeas, las cuales son muy difíciles de encontrar en forma pura, aún en países donde no hay abejas africanizadas. En los Estados Unidos por ejemplo, se reconoce que las razas están mezcladas en cierto grado. Por eso lo importante es, más que pensar en una raza en particular, pensar en un genotipo de abejas con características particulares; alta producción, baja agresividad, baja enjambrazón, sanidad etc.

IV. EQUIPO Y MATERIALES PARA LA CRIA DE ABEJAS REINAS
La cría de abejas reinas es una actividad especializada y por eso requiere de equipo especial, aunque también se utiliza equipo para producción de miel. El equipo más costoso son los llamados núcleos de fecundación, aunque también se utilizan jaulas para encerrar a las reinas progenitoras junto con panales (para obligarlas a poner), bases artificiales para celdas reales (copa-celdas), bastidores para sostener las copa-celdas, agujas de traslarve, colmenas para incubación de celdas, jaulas para el transporte e introducción de reinas, tijeras, pintura, colmenas para guardar reinas fecundadas (bancos), canastas para transportar abejas obreras, etc. Las copa-celdas pueden ser de plástico o de cera natural. Las primeras pueden adquirirse en una casa de implementos apícolas y las segundas se fabrican por el criador con moldes especiales de madera, que también pueden comprarse o hacerse. Las copa-celdas sirven para recibir larvas jóvenes que son transferidas de una celdilla de obrera a su interior, por medio de una aguja de traslarve. Las copaceldas conteniendo larvas son montadas en bastidores que se introducen en una colonia huérfana y fuertemente poblada con obreras jóvenes (colmena criadora) para que ahí se transformen en celdas reales.
En los núcleos de fecundación se introducen celdas reales maduras y sirven para que en ellos emerjan reinas virgenes y regresen a los mismos después de aparearse. En un sentido estricto, son mini colmenas. Su tamaño es variable, dependiendo de las necesidades del criador, pero siempre es menor que el de una colmena normal. En algunos sitios se manejan algunos muy pequeños o más grandes que consisten en una cámara de cría dividida en tres espacios (tres núcleos); también se utilizan alzas divididas en tres espacios, o cajas individuales para tres o cuatro bastidores de cámara de cría.
Las jaulas de transporte e introducción tienen el propósito de guardar a la reina y de servir para su introducción a colmenas horfanizadas (a las que se les elimina la reina). Generalmente las jaulas están hechas de madera cubiertas por una malla fina, aunque también pueden ser de plástico. La pintura sirve para marcar a las reinas y las tijeras para cortarles una ala, una véz que están fecundadas. Las colmenas para guardar reinas fecundadas hasta su utilización o venta, son unidades huérfanas que se conocen con el nombre de bancos de reinas.

V. FUNDAMENTOS DE LA CRIA DE ABEJAS REINAS
Los fundamentos para la cría de reinas fueron establecidos hace más de 100 años, con el conocimiento acumulado de la partenogénesis (capacidad de la reina para poner huevos no fertilizados que dan lugar a zánganos), del beneficio de la espemateca de la reina (órgano de almacenaje de espermatozoides de los machos con los que la reina se aparea), de que las reinas se producen por horfandad, enjambrazón, o reemplazo y de que éstas se aparean en el aire. El criador de reinas tiene que imitar las condiciones naturales de una manera artificial, para aprovechar la necesidad de las abejas de desarrollar una reina. Esto lo hace proveyendo larvas jóvenes a una colonia carente de reina y llena de obreras jóvenes, donde se introducen celdas artificiales conteniendo larvitas seleccionadas. También el criador emula una colonia huérfana de tamaño estándar, al establecer núcleos de fecundación o al hacer divisiónes para introducirles celdas reales.

VI. METODOS SIMPLES PARA LA CRIA DE ABEJAS REINAS
El método más simple para criar reinas es dejando a una colonia huérfana y esperando a que las obreras construyan celdas reales. Una división sin introducir una reina es un ejemplo de esto. Otros métodos incluyen el "Miller" y el "Alley."
Método Miller. Para este método, se instala media hoja de cera estampada sujeta al cabezal superior de un bastidor sin alambrar y este bastidor se introduce al centro de la cámara de cría de una colonia que contenga una reina de buenas características (madre progenitora). Este cuadro se coloca entre dos bastidores de cría chica. Si en la colonia existen panales vacíos, hay que sacarlos de la colmena y sustituirlos por otros con miel o cría operculada, para que la reina no se distraiga poniendo en otros panales vacíos y se concentre en el que le damos. La colonia se alimenta fuertemente con jarabe de agua y azúcar a partes iguales y al cabo de siete a 10 días, este marco (con el panal ya construido) es retirado. En la parte inferior del panal y con la ayuda de un cuchillo (de preferencia previamente calentado), se cortan puntas en forma de triangulo y se destruyen en forma alternada dos de cada tres celdas (aplastando sus paredes) que contengan huevos, para dar espacio a las futuras celdas reales. Las puntas triangulares del panal favorecen la construcción de celdas reales por parte de las abejas. Hecho esto, el cuadro se introduce en una colonia huérfana y fuertemente poblada, la cual construirá varias celdas reales que luego pueden ser introducidas en núcleos o en colonias horfanizadas.
Método Alley. Para este método, se proporciona un panal nuevo y vacío a la colonia con la mejor reina con que se cuente. Esta colonia se alimenta y al cabo de cuatro días se retira el panal. En las celdillas del panal habrán muchas larvas recién eclosionadas. Con la ayuda de un cuchillo previamente calentado se cortan tiras del panal del ancho de una celda que contengan larvas recién eclosionadas.
Posteriormente se siguen grupos de tres celdas a lo largo de la tira y se destruyen progresivamente (sin cortar la tira) dos celdas con larvas, dejando una intacta. Estas tiras se pegan con cera caliente al borde inferior de un panal recortado en forma curva (a media altura del bastidor), de tal suerte que las celdillas con las larvas miren hacia la parte inferior del marco. Este bastidor se introduce a una colonia huérfana y fuerte, para que sus abejas desarrollen celdas reales.

VII. METODOS DE PRODUCCION MASIVA DE ABEJAS REINAS
Los métodos para la cría comercial de abejas reinas fueron establecidos por Doolittle en 1888 y han sufrido pocas modificaciones sustanciales desde entonces.
Estos métodos consisten de cuatro etapas en las que se efectúan una serie de procedimientos. Las etapas son: 1) el traslarve, 2) la producción de celdas reales, 3) la cosecha y cuidados de las celdas reales y 4) la fecundación y cosecha de las reinas.
Las copa-celdas artificiales. Las copa-celdas artificiales donde se introducen las larvas seleccionadas pueden ser de plástico o de cera y pueden comprarse en casas comerciales por millar. Otra opción es fabricarlas uno mismo. Para hacerlo, hay que usar cera de la mejor calidad, como la obtenida de opérculos. No es conveniente usar cera obtenida de panales viejos. El diámetro de las copa-celdas debe ser similar al de celdas reales naturales, o sea aproximadamente 8 a 9 mm. También la profundidad de las copas debe tener esta medida. El fondo de las celdas debe ser redondeado y bien liso. Para hacerlas se utilizan moldes de madera, uno de cuyos extremos tenga estas medidas y que además esté marcado (con una muesca circular) a 8-9 mm de distancia a partir de su punta. La punta del molde para fabricar las copaceldas debe ser muy lisa y redondeada, lo cual se logra con la ayuda de una lija de grano muy fino. Para producir muchas celdas a la vez, se ponen juntos varios de estos moldes y se sumergen al mismo tiempo en cera líquida. Es importante que antes de sumergir los moldes en la cera, estos se remojen en agua jabonosa (unos 15 a 30 minutos), para poder desprender las copa-celdas con facilidad después de que se enfrían. La cera se calienta en baño maría sobre una parrilla eléctrica o de gas, cuidando que no hierva, para que mantenga su calidad. Existen baños maría para este propósito de venta en casas de implementos apícolas. Alternativamente, puede usarse un sartén eléctrico con termostato en lugar del baño maría. El procedimiento consiste en sumergir el o los moldes en la cera líquida hasta la marca de los 8-9 mm y luego sacarlo y dejar enfriar en el aire la copa-celda por unos segundos. Hay que repetir el proceso de introducir y sacar el molde en la cera por dos a cuatro ocasiones más. Cada vez que el molde se sumerja en la cera, deberá hacerse a un mm de menor profundidad consecutivamente, para producir copa-celdas de fondo grueso y paredes delgadas. Para desprender las copa-celdas de los moldes, estos se sumergen en agua fría donde se dejan reposar por unos segundos, al cabo de los cuales las copas se desprenden, realizando un ligero movimiento giratorio sobre ellas con los dedos pulgar e índice. Antes de producir la siguiente copa-celda, es necesario volver a remojar el molde en agua por algunos segundos y secarle para después volverlo a meter en la cera derretida. Cuando se trabaja con un solo molde, pueden fabricarse de tres a cinco celdas por minuto.
El marco contenedor de copa-celdas. Las copa-celdas artificiales se pegan a una tira (listón) de madera en número de 15 a 18 y se instalan dos o tres de estas tiras en un bastidor de medidas estándar, pero con los postes laterales desplazados unos cm más hacia el centro del marco, en relación a un bastidor de cámara de cría. Estos listones de madera deben espaciarse verticalmente dentro del bastidor, a una distancia suficiente que permita el desarrollo de las celdas reales entre ellos. El bastidor contenedor debe tener muescas en el interior de sus postes laterales, para poder fijar ahí las tiras de madera que llevan las copa-celdas.
Para pegar las copas, primero se vacía cera derretida sobre las tiras y luego se presionan sobre estas con la ayuda de un molde para hacer copa-celdas. Hay que dejar un espacio de 2 a 2.5 cm entre las copas. Otra opción consiste en colocar tiras delgadas de cera estampada sobre los listones de madera, las cuales se fijan por presión con los dedos, luego de exponerlas al sol para calentarlas y suavizarlas un poco. Las copas también se fijan por presión sobre la tira de cera estampada.
Finalmente, se agrega más cera líquida (con una cuchara) alrededor de las copas para fijarlas mejor. Algunos criadores de reinas pegan pequeñas bases de madera de forma cilíndrica, o cuadritos de lámina a las tiras, usando cera derretida. Después, pegan las copas a estas bases con cera derretida, para que una vez desarrolladas las celdas reales, se desprendan junto con la base. Estas bases facilitan la sujeción de las celdas reales cuando son introducidas a colmenas o núcleos de fecundación.
Hay criadores que meten el marco contenedor con las copa-celdas vacías a la colmena criadora 12 a 24 horas antes de realizar el traslarve, con la idea de que las obreras las pulan y les impregnen su olor particular, porque piensan que con esto se mejora la aceptación de las larvas y el número de celdas producidas. Sin embargo, no se ha demostrado que esta práctica en realidad represente una ventaja, en comparación a introducir el marco ya con las larvas transplantadas en el interior de las copas.
Las reinas progenitoras. Es muy importante contar con un método confiable de selección que permita identificar a las mejores reinas madre, para que estas sean las proveedoras de las larvas que serán las futuras reinas de nuestras colonias, ya que ellas son los reservorios de las características que se heredan y como es lógico, se requieren buenas características en nuestras abejas. El número de reinas progenitoras a seleccionar depende del tamaño de la operación. Sin embargo, se recomienda traslarvar de por lo menos cinco madres si los apareamientos de las reinas hijas ocurrirán en el aire y de por lo menos quince si se utiliza un esquema de apareamientos controlado (inseminación instrumental o apareamiento en islas) y en población cerrada (apareamientos entre miembros del mismo tipo de abejas). Este número mínimo de madres es necesario para evitar problemas asociados con la consanguinidad (alto grado de parentesco), como es la baja viabilidad de la cría o una mayor susceptibilidad de las abejas a enfermarse.
Las larvas que se transfieran deberán tener menos de 36 horas de eclosionadas (salidas del huevo), de preferencia menos de 24, ya que se busca que estén bien alimentadas con jalea real. Para identificar las larvas de la edad adecuada, se requiere de buena vista y de cierta experiencia, o bien de encerrar a la reina durante cuatro a cinco días en una jaula con malla de criba, conteniendo un panal vacío. Al cabo de este tiempo, se contará con una abundante cantidad de larvas de la edad adecuada para el traslarve. Cualquiera que sea el método que se use, es crucial utilizar larvas de menos de 48 horas de eclosión, porque si se usan larvas de mayor edad, se corre el riesgo de que emerjan reinas antes de tiempo y maten a todas las demás que aún estén en las celdas reales dentro de la colonia criadora. Además, larvas de mayor edad producen reinas de calidad inferior. Una vez que el panal con las larvas de la edad adecuada haya sido seleccionado, hay que llevarlo al sitio donde vaya a realizarse el traslarve.
El traslarve. El traslarve es simplemente el paso o transferencia de una larva de una celdilla de un panal, a una copa-celda artificial. El traslarve debe hacerse en un lugar con sombra y donde no peguen corrientes de aire, para evitar que las larvas se enfríen o se sequen. Hay apicultores que lo hacen bajo la sombra de un árbol y hay otros que lo hacen en el interior de una habitación. Siempre hay que tomar en cuenta que tanto temperatura como humedad bajas, pueden afectar considerablemente la sobre vivencia de las larvas. Si la región donde se traslarva es muy seca, es mejor poner una toalla humedecida con agua tibia sobre el bastidor, dejando descubierta únicamente la sección del panal donde se estén obteniendo larvas, e ir destapando progresivamente el bastidor, conforme se vayan necesitando más larvas. Se puede usar una lámpara de luz fluorescente o una lámpara de minero para ver bien las larvas en el interior de las celdillas, pero esto puede deshidratarlas un poco. También pueden usarse lentes de aumento o una lupa si esto mejora el trabajo de traslarve.
Antes de hacer el traslarve, algunos criadores ponen una gota pequeña de una mezcla a partes iguales de jalea real y agua destilada en el interior de cada copacelda, para ayudar a que la larva se adhiera al líquido y para prevenir la deshidratación de esta. Otros criadores traslarvan en seco con el mismo éxito. Es importante que si se usa jalea, se coloque a la larva flotando en la gota y no se le sumerja en ella para evitar ahogarla.
Para efectuar el traslarve, se usa una aguja o herramienta de transplante.
Existen muchos tipos de herramientas para el traslarve; algunas pueden ser adquiridas en casas comerciales y otras pueden fabricarse con materiales accesibles.
Las transplantadoras comerciales incluyen agujas, herramientas con una lengüeta que sale por la presión manual de un mecanismo para cucharear a las larvas. Lo recomendable es que cada apicultor pruebe varias de ellas y seleccione aquella con la que se sienta más cómodo. Las herramientas transplantadoras generalmente tienen un extremo plano en forma de cuchara (angulada hacia arriba unos 20º) de 1 mm de ancho por 2 mm de largo. Para hacer una aguja de traslarve, puede usarse alambre de bronce del número 8 (no de cobre, porque este metal puede reaccionar ante la acidez de la jalea real, lo que puede afectar a las larvas) como los electrodos para soldar. Se corta un tramo de unos 15 cm de largo y se redondea uno de los extremos, mientras que por el otro, con la ayuda de martillo, pinza, lima y lija fina, se fabrica la cucharilla para el traslarve.
La técnica del traslarve implica cucharear a la larva entrando con la cucharilla (o lengüeta de una transplantadora automática) de la aguja por su lado curvo y por debajo de ella. Posteriormente, la cucharilla con la larvita se levanta y se introduce al interior de la copa-celda, tratando de dejar la larva sobre el piso de esta con un movimiento hacia abajo y en la misma posición en que se encontraba dentro de la celdilla; si la volteamos, podríamos lastimarla. Cuando se han hecho los traslarves en todas las copas de una tira, esta se coloca con las celdas dirigidas hacia abajo dentro del bastidor contenedor y se hace lo mismo para todas las tiras. Una vez finalizado el traslarve, se introducen de uno a tres de estos bastidores en una colmena criadora.
La producción de celdas reales. Para producir celdas reales a partir de copaceldas conteniendo crías traslarvadas, se requiere de colmenas criadoras, las cuales contienen una colonia de abejas con o sin reina, pero siempre poseen al menos un cubo sin reina (separado de, y montado sobre otro cubo que contiene una reina, por medio de un excluidor de reinas). Estas colmenas sirven para desarrollar y/o incubar celdas reales. Las hay de tres tipos: iniciadora, finalizadora, o iniciadora-finalizadora.
Las colonias criadoras deben contener muchas abejas jóvenes y deben estar bien alimentadas con jarabe de agua y azúcar y con polen o sustituto de éste. Las abejas jóvenes producen más jalea real que las viejas y se requiere de alimento para estimular la producción de este nutritivo alimento, indispensable para alimentar a las larvitas destinadas a ser futuras abejas reinas.
Colmena criadora iniciadora. Una colmena iniciadora huérfana se prepara de la siguiente manera. A una colonia fuerte (en abejas y cría) se le alimenta diariamente con jarabe de agua y azúcar al 50% y con polen, o sustituto de polen, durante uno a tres días consecutivos. Si no se tiene polen, se puede hacer una pasta con harina de soya baja en grasa, humedecida con jarabe. Se proporcionan 200 o 300 gramos de esta pasta sobre los cabezales de los bastidores de la colmena. Terminado este tiempo de alimentación se quita la reina a la colonia. Un día después de quitar la reina, se sacan y reemplazan los panales de cría chica (excepto uno por cada bastidor con copa-celdas que se pretenda introducir) por bastidores con cría operculada procedente de otras colonias. Adicionalmente, se recomienda poner una rejilla excluidora de reinas por debajo del cubo de la cámara de cría y entre el excluidor y el piso de la colmena, poner una alza, con el fin de descongestionar la cámara de cría, para que las abejas más viejas (las pecoreadoras) tengan espacio suficiente y no promuevan el comportamiento de enjambrazón. El excluidor también sirve para evitar que se metan a la colonia criadora reinas o enjambres procedentes de otras colonias.
Veinticuatro a 48 horas luego de quitarle la reina a la colmena criadora, se introducen al centro de la cámara de cría, de uno a tres bastidores conteniendo entre 30 y 72 copa-celdas cada uno, hasta un máximo de 140 copas con larvas por colonia criadora, para tener una adecuada aceptación de estas. Las abejas de la colonia iniciadora alimentarán a las larvas e iniciarán la construcción de celdas reales a partir de las copa-celdas. El porcentaje de larvas aceptadas y de celdas reales construidas disminuirá conforme al número de celdas introducidas. Por ello, entre más celdas se metan, el porcentaje de larvas aceptadas y la cantidad de alimento que estas reciban será menor, con lo que se corre el riesgo de producir reinas de tamaño pequeño.
Cuando se introducen los marcos con las copa-celdas a las colonias iniciadoras es importante observar que no se utilice mucho humo, para no causar una fuerte desorganización de las abejas de la colonia y favorecer la aceptación de las larvas introducidas. Otra práctica que puede favorecer la aceptación de las larvas, es el rociar un poco de jarabe sobre los cabezales de los marcos recién introducidos, para atraer a las abejas a atender a nuestras larvas. Esta operación debe hacerse rápido y justo antes de cerrar herméticamente la colonia, para prevenir un problema de pillaje. Además de lo anterior, la manipulación e introducción de los marcos que contienen las larvas debe ser muy cuidadosa; no deben agitarse, golpearse, o sacudirse, ya que esto podría resultar en la pérdida o lesión de las frágiles larvas.
Algunos criadores calendarizan la introducción de un marco con copa-celdas cada día, mientras que otros los meten todos juntos. Estas calendarizaciónes obedecen más a adaptaciónes en los planes y rutinas de trabajo de los apicultores, que a las capacidades de las abejas y por ello son opcionales. Para atraer a las abejas nodrizas a alimentar a nuestras larvas, cada bastidor con copa-celdas se pone entre un bastidor de cría chica y otro que contenga polen. Estos bastidores se dejan en la colonia iniciadora durante uno a seis días, para luego ser transferidos a una colonia finalizadora. Dependiendo del calendario que se establezca, las colonias iniciadoras pueden estar recibiendo nuevos bastidores cada uno a siete días. Cada vez que se abra una colonia iniciadora, hay que proveerla con cría operculada (uno a dos bastidores), jarabe (2 a 4 litros) y buscar y destruir cualquier celda real que las abejas hayan iniciado a partir de cría que se le haya dado a la colonia con anterioridad. Hacer esto es muy importante para evitar que estas reinas criadas de emergencia, destruyan nuestras celdas reales con larvas seleccionadas y se pierda todo el trabajo hecho.
Colmena criadora finalizadora. Una colmena finalizadora es usualmente preparada con dos cámaras de cría. En la inferior se mantiene a una reina con toda la cría operculada, mientras que en la superior (separada de la inferior por un excluidor) se mantiene a la cría chica, bastidores conteniendo alimento (miel y polen), alimentadores y espacio para colocar bastidores con copa-celdas. En estas colmenas se introducen de uno a tres bastidores procedentes de una colonia iniciadora cada uno a seis días, dependiendo del calendario que se siga. Aunque la construcción de las celdas puede ser finalizada aquí, la principal función de estas colonias es la de mantener su temperatura en 32-35º C, por lo que también se les conoce como colonias incubadoras. Eventualmente pueden llegar a incubar hasta 300 celdas (seis a ocho bastidores). El arreglo de los panales en la cámara superior es similar al que se sigue en una colonia iniciadora y puede hacerse cada vez que se metan nuevos marcos con celdas reales, o cada cuatro días, lo que ocurra primero. Las celdas permanecen de cuatro a siete días en estas colonias, o hasta que cumplan 10 u 11 días luego del traslarve.
También pueden prepararse colmenas finalizadoras huérfanas, las cuales se manejan de manera similar a las iniciadoras. Cuando se transfieran celdas de una colonia iniciadora a una finalizadora, hay que manejar los marcos con mucha delicadeza, pero con rapidez, ya que un enfriamiento de las celdas puede derivar en un retraso en el desarrollo de las futuras reinas, o peor aún, en un inadecuado desarrollo de sus alas.
Las celdas ya operculadas (cinco a seis días después del traslarve) también podrían incubarse en una incubadora eléctrica a 32-35º C, hasta que cumplan 10 u 11 días.
Colmena criadora iniciadora-finalizadora. En el caso de colmenas iniciadorafinalizadora, estas se manejan igual que una iniciadora, pero proveyéndolas de dos a cuatro panales con cría operculada cada 10 a 11 días, para asegurar una constante provisión de obreras jóvenes. Adicionalmente se pueden sacudir abejas procedentes de otras colonias en su interior para mantenerlas fuertes. Desde luego, hay que alimentarlas con jarabe y con polen. La ventaja de estas colonias es el menor tiempo de trabajo y la menor manipulación de las celdas, pero la desventaja es un porcentaje menor de aceptación y producción de celdas reales. Las celdas permanecen 10 a 11 días en estas colmenas y luego se llevan a núcleos de fecundación o a colonias huérfanas.
Las colonias criadoras deben ser constantemente tratadas contra varroa y enfermedades de la cría, para evitar que se pierdan muchas celdas por concepto de enfermedades.
La cosecha y cuidados de celdas reales. Las celdas reales son cosechadas luego de 10 a 11 días de realizado el traslarve. Hay que sacar los bastidores conteniendo las celdas de las criadoras con mucho cuidado y con las precauciones antes descritas. Posteriormente, las celdas se desprenden de las tiras de los bastidores con la ayuda de un cuchillo o navaja filosos. Hay que tener el cuidado de no mantener las celdas mucho tiempo mirando hacia arriba, o de lado, para impedir que las alas de las reinas se adhieran a las paredes o a la base de las celdas y esto les impida salir, o bien salgan sin alas.
Valoración de celdas reales. Luego de ser despegadas, las celdas reales pueden valorarse por iluminación; muchas veces las larvas enferman y mueren dentro de la celda, o bien sus alas quedan pegadas a la pared de esta, o bien no tienen un buen desarrollo. Es posible detectar algunas de estas anomalías por medio de iluminar las celdas con una lámpara que emita una luz potente (de al menos 500 watts). La silueta de la reina se puede ver a contraluz, para determinar si esta tiene un buen desarrollo. La celda puede incluso moverse un poco entre los dedos pulgar e índice o bien puede ponerse de lado, para ver si la reina esta suelta (cambia de posición) o se balancea en el interior de la celda, lo cual es signo de que la reina está viva y sana.
Empaque y transportación de celdas reales. Las celdas reales son muy sensibles a golpes, enfriamientos y sobre calentamientos. Por eso hay que extremar precauciones en su empaque y transporte a los núcleos de fecundación o colmenas.
Es importante no exponerlas a corrientes de aire frío, así como a los rayos directos del sol. También hay que cuidar que durante la transportación no vayan golpeteando en el vehículo, especialmente cuando se transita por caminos con muchos baches.
Las celdas reales pueden transportarse en tiras de madera como las usadas para instalar las copa-celdas, donde son pegadas una detrás de otra, sin espacio entre ellas y estas tiras se colocan en un bastidor contenedor. Este bastidor puede meterse en una caja porta-núcleo (de dos o tres bastidores de capacidad) que contenga abejas sacudidas a fin de mantener una temperatura cálida para las celdas.
Cuando no se tienen abejas para mantener la temperatura de las celdas, se pueden poner en un cojinete de hule espuma o esponja que contenga agujeros, o bien en conos para transportar huevos, a los que se les perforan orificios en sus picos, para ahí alojarlas. Estos contenedores con las celdas se meten a una caja para protegerlas de corrientes de aire o de otras condiciónes climáticas indeseables.
Puede utilizarse una caja de cartón o de poliestireno (como las hieleras) forrada con hule espuma y una tela negra (para que absorba calor). En su interior, la caja es provista con una bolsa o botella con agua caliente (como las usadas en hospitales de color rojo), cuidando que las celdas no entren en contacto directo con ésta. En la caja se meten los conos de huevo, los cojinetes de hule espuma, o el contenedor que se haya utilizado para mantener a las celdas inmóviles y protegidas. Apicultores australianos usan cajas de poliestireno rellenas con algodón o aserrín, para ahí depositar las celdas. Alternativamente, la caja con el aserrín, pero sin la botella de agua caliente, puede meterse por varias horas a una incubadora, o por unos minutos a un horno de microondas, para calentar el aserrín antes de meter las celdas. El aserrín así calentado, mantiene una temperatura uniforme en todas las áreas de la caja. Una manera de saber si la caja lleva la temperatura adecuada (30-36º C), es colocando un termómetro en su interior y controlando con cierta periodicidad.
Una vez que las celdas han sido adecuadamente empacadas para su transporte, son llevadas a los núcleos de fecundación o a colmenas horfanizadas para ser introducidas. Idealmente no deben transcurrir más de 10 horas entre el empacado de las celdas y su introducción a los núcleos o colmenas. Cuando las celdas se pretendan introducir a colmenas, hay que preparar estas con anticipación, dejándolas huérfanas o haciendo divisiones para recibirlas. Ocasionalmente, celdas empacadas en cajas que guarden bien el calor, pueden mantenerse viables hasta por 24 a 36 horas.
La fecundación y cosecha de reinas. Para una adecuada fecundación de las reinas, el criadero (apiario con núcleos de fecundación) debe ubicarse en un lugar protegido de vientos, con árboles que den sombra y con diferentes estructuras naturales distribuidas a lo largo del terreno (piedras, árboles, montículos, matorrales, etc.), para ayudar a las reinas a orientarse mejor durante sus vuelos nupciales. Los núcleos de fecundación deben colocarse de una manera no uniforme y si es posible, se les debe pintar la piquera y el techo de distintos colores; todo esto con el fin de ayudar a las reinas y a las obreras a orientarse y a identificar su núcleo para no meterse en otro.
La producción y disponibilidad de zánganos. Es importante colocar colmenas que contengan panales con celdas de zángano en las cercanías del criadero. Algunas de estas colmenas pueden ubicarse dentro del criadero, mientras que otras pueden instalarse a distancias de entre uno y cinco km del mismo. Las colmenas productoras de zánganos, deben tener reinas seleccionadas para que produzcan machos de calidad. En general se recomienda instalar una colmena con dos panales con celdas de zánganos por cada 40 a 60 espacios de fecundación.
Para que las colonias produzcan muchos zánganos, es importante que tengan panales con celdas para zánganos y que sean constantemente alimentadas con jarabe y con polen. Los panales de zánganos pueden prepararse con anterioridad durante una floración, utilizando cuadros con una sola franja de cera estampada de 2 a 4 cm adherida al cabezal superior de bastidores sin alambre, los cuales son introducidos en colonias fuertemente pobladas para que los trabajen. Las abejas desarrollarán un panal conteniendo más celdas de zángano que de obrera, que pueden luego ser usados en las colmenas productoras de zánganos.
El manejo de los núcleos de fecundación. Las celdas reales se introducen en núcleos de fecundación para que ahí emerjan las reinas, se fecunden y regresen a poner huevos. Entonces son cosechadas. En términos económicos, es preferible trabajar con núcleos chicos, porque se gasta menos en abejas, equipo y alimento.
Sin embargo, mantener unidades pequeñas es más complicado que mantener unidades grandes. El tamaño del núcleo siempre será una decisión personal de cada criador. En general, es más fácil mantener núcleos pequeños en lugares calientes que en fríos, porque en lugares fríos se pierden más abejas debido a que las poblaciones pequeñas tienen más dificultades para mantener la temperatura de incubación en el nido de cría.
Para echar a andar los núcleos de fecundación, primero hay que llenarlos con abejas. Para ello se necesita traer abejas obreras de otras colmenas. Bastidores de colmenas bien pobladas se sacuden en el interior de una jaula de malla metálica ("canasta") con la ayuda de un embudo grande, o bien, primero se sacuden en el interior de una lata alcoholera y después las abejas se vacían en la canasta. Para impedir que las abejas vuelen mucho, hay que rociarlas con agua antes de pasarlas a la canasta. Una canasta puede contener las abejas sacudidas de hasta 60 o 70 bastidores. Se recomienda que a cada colmena de las que se sacudan, se les dejen al menos tres a cuatro bastidores cubiertos con abejas, para no debilitarlas mucho.
Antes de sacudir cada bastidor, es importante asegurarse que la reina no esté presente. Cuando se le encuentra, puede encerrarse temporalmente en una jaula y luego soltarse en su colmena, una vez concluida la operación. Las colonias que provean obreras, deberán ser alimentadas frecuentemente (de preferencia cada semana). Estas colmenas pueden proveer abejas (sacudirse) cada tres a cinco semanas. Las abejas en el interior de la canasta deben alimentarse con jarabe, para que cuando se sacudan en los núcleos, caigan fácilmente por su peso.
Un núcleo grande se llena con aproximadamente 1,200 a 1,500 abejas (150 gramos o un cucharón). Para calcular cuantas abejas llevar al criadero y por lo tanto, cuantos bastidores sacudir, se estima que un bastidor de cámara de cría puede contener alrededor de 3,000 a 4,000 obreras, pero considerando que muchas de las abejas vuelan y se regresan a su colmena, debemos estimar alrededor de 2,500 abejas, lo que sería suficiente para llenar dos de estos núcleos. Luego de que un núcleo es provisto con abejas, su alimentador se llena con jarabe denso (dos partes de azúcar por una de agua) y se coloca una celda real al centro del núcleo, sujeta entre los cabezales de dos bastidores, o entre los panales de cera, con el fin de protegerla cuando el lugar en que esté ubicado el criadero tenga un clima templado o frío. Posteriormente, el núcleo se cierra herméticamente y se le pone un tapón de madera o de cartón en la piquera, para impedir que las abejas sacudidas se salgan.
Las abejas se dejan encerradas durante cuatro días, al cabo de los cuales la reina ya debió haber emergido y estará lista para sus vuelos nupciales, mientras que para las obreras, el tiempo de encierro les sirve para reconocer a la reina y a su nuevo hogar, para no salir y perderse. El problema de núcleos vacíos debido a la pérdida de obreras por evasión, es mayor cuando se trabaja con abejas de origen africanizado.
La cosecha y cuidados de reinas. El criadero de reinas debe visitarse cada dos a tres semanas, dependiendo de los calendarios que establezca cada criador. Entre más corto sea el tiempo, se tendrá una mayor eficiencia en la producción de reinas, pero también se invertirá una mayor cantidad de abejas sacudidas. En cada visita deben llevarse abejas obreras para sacudir (en núcleos vacíos, débiles, o en aquellos en que la reina no pegó), celdas reales, alimento y jaulas para cosechar a las reinas fecundadas. Luego de abrir un núcleo, el apicultor deberá buscar huevos. Si los encuentra, esto es signo de que la reina fue fecundada. Entonces deberá buscar la reina e introducirla en una jaula de confinamiento (jaula Benton) junto con 10 obreras acompañantes, procedentes del mismo núcleo. Antes de introducir la reina a la jaula, podría pintarse su tórax o cortarse un ala. Para ello hay que sujetar a la reina entre los dedos pulgar e índice, colocados entre su tórax y abdomen. Existen también sujetadores de reinas que se venden en las casas de implementos apícolas. Luego de hecho esto, se introduce otra celda real y se alimenta y cierra el núcleo. Si le hicieran falta abejas, se le sacuden algunas de acuerdo al criterio del apicultor. Es preferible que en todos estos manejos se utilice poco humo y se trabaje rápido, para no tener los núcleos abiertos durante mucho tiempo. También es importante cuidar de no regar jarabe fuera de los núcleos, para prevenir el pillaje. El pillaje es el principal problema en los criaderos y puede influir mucho en reducir la productividad de los mismos.
Las reinas cosechadas pueden guardarse temporalmente en un banco de reinas, que es una colonia huérfana muy poblada y bien alimentada y que tiene un excluidor entre el piso y la cámara de cría, para evitar que se metan enjambres o reinas procedentes de otras colonias. Los bancos de reinas pueden guardar varios cientos de ellas si se les provee con dos bastidores de cría operculada cada semana y se les alimenta frecuentemente. Las reinas que se metan a un banco deberán ir sin obreras acompañantes y sin candy (pasta de azúcar glass y miel que llevan las jaulas Benton). Existen contenedores especiales, o marcos adaptados para contener a las jaulas de reinas en el interior de una alza que se coloca sobre la cámara de cría del banco. Aunque las reinas pueden permanecer muchas semanas en un banco, no es recomendable que se mantengan en este por más de un mes, ya que el confinamiento prolongado lleva a la involución de sus ovarios, lo cual puede afectar su postura posterior. Cuando se vayan a vender o a transportar, las reinas deberán transferirse a jaulas que contengan obreras acompañantes (del banco) y candy.

VIII. LA INTRODUCCION DE REINAS EN COLONIAS PARA PRODUCCION
Jaulas de transporte e introducción. Se han probado varios métodos de introducción de reinas, pero ninguno ha sido más eficaz que el método tradicional de la jaula de transporte con candy (Benton de madera o de plástico). Estas jaulas pueden adquirirse en casas de implementos apícolas, o pueden fabricarse. Las jaulas de madera poseen tres compartimientos circulares, dos de los cuales sirven para alojar a la reina y sus obreras acompañantes, mientras que el restante sirve para contener el candy. El candy puede prepararse con 1 kg de azúcar pulverizada (glass) y 250 a 300 gramos de miel procedente de una colonia sana, o bien con jarabe de maíz. La mezcla se amasa hasta que quede una pasta ni muy dura ni muy blanda.
También puede agregarse a esta mezcla unas gotas de glicerina para ayudar a que el candy no se seque demasiado pronto. Si las reinas tardarán varios días en introducirse, hay que hacer la pasta un poco más blanda para evitar su deshidratación. Sin embargo, hay que cuidar que no sea excesivamente blanda, porque cuando hace mucho calor, el candy puede reblandecerse y chorrearse, matando a la reina. Si por el contrario es muy duro, las abejas no pueden comérselo en pocos días y la reina puede morir al no ser liberada, luego de ser introducida en una colmena. A las jaulas ya preparadas con candy se les engrampa una malla mosquitera fina. Las mallas muy abiertas pueden favorecer la agresión de las abejas de la colonia receptora, las cuales a veces muerden y lesionan las patas de la reina.
El transporte y envío de reinas. Cuando se transporten reinas dentro de jaulas a otras localidades, hay que tener algunas precauciones básicas que deben tomarse para asegurar que lleguen bien a su destino. Como ya se dijo, las jaulas deben contener obreras acompañantes y candy para que la reina sea alimentada. Cuando se envían varias reinas, las jaulas pueden fijarse unas con otras con listones de madera delgados engrapados a sus costados. Al hacer esto, hay que tener la precaución de que las mallas de jaulas contiguas no queden una frente a la otra.
Antes de ser enviadas, se pueden dar a las abejas unas gotitas de agua embarradas sobre la malla. El paquete debe incluir una leyenda que especifique que se trata de abejas reinas vivas y que no deben exponerse al sol o lugares calientes. Los servicios de mensajería suelen realizar estos envíos delicados. Las reinas pueden permanecer viables dentro de jaulas de transporte hasta por 10 a 12 días, pero es preferible que se metan en colmenas en el menor tiempo posible.
La introducción de una nueva reina. Para introducir una reina nueva, primero hay que buscar y eliminar a la reina de la colonia receptora. Para hacerlo, hay que abrir la colmena usando poco humo, e ir sacando panal por panal, revisarlos cuidadosamente por ambas caras y ponerlos recargados en una pared externa de la colmena. A veces las reinas se encuentran en las paredes interiores de la colmena, o bien suben a las alzas. Si la reina no se localiza en la cámara de cría, hay que sacudir las alzas sobre un techo telescópico invertido y previamente colocado sobre el suelo. Esta es la manera más rápida de localizar una reina que se encuentra en las alzas. Algunos apicultores esperan de 24 a 48 horas después de haber horfanizado a la colonia antes de meter a la nueva reina, pero nadie ha demostrado que esto sea mejor a hacerlo inmediatamente después de eliminar a la reina vieja.
La jaula debe colocarse entre dos bastidores del centro del nido de cría, con la malla mirando hacia arriba y ligeramente inclinada, con el candy más hacia el interior de la cámara de cría. Las abejas de la colmena liberarán a la nueva reina en dos a cinco días (comiéndose y haciendo un túnel a través del candy), al cabo de los cuales la reconocen como suya y la aceptan en la mayoría de las ocasiones (90% de las ocasiones). Las colonias que reciban reinas nuevas, deberán ser alimentadas con jarabe y ser revisadas nuevamente en un lapso de 10 a 20 días, para verificar que la reina haya sido aceptada y esté poniendo, o bien para re introducir otra reina, o dejar las celdas reales que las abejas hayan construido, en caso de que la reina no haya sido aceptada.
La aceptación de las reinas aumenta en colonias poco pobladas y con abejas jóvenes, en relación a colonias muy pobladas y con abejas viejas. Por ello, se tiene más éxito cuando se meten reinas en divisiones, especialmente si estas se mueven a otro lugar alejado de las colonias que las generaron, lo que hace que las abejas viejas regresen a sus colmenas originales, dejando las divisiones con abejas jóvenes.
La introducción de celdas reales. Cuando se cambian reinas con celdas reales, se siguen los procedimientos arriba descritos para eliminar a la reina vieja de una colmena, o se preparan divisiones para tal efecto. La celda debe colocarse sujeta entre dos panales del centro de la colmena, de preferencia en el medio de los mismos. Pueden usarse dos celdas reales para asegurar que por lo menos una de las reinas emerja, sobre todo si no se le dio un manejo de transportación muy adecuado a las celdas. Cambiar reinas con celdas reales puede ser muy económico y sin duda la aceptación será mayor que con reinas enjauladas. Sin embargo, es de suma importancia recalcar que si las celdas no se manejan correctamente, o si transcurre mucho tiempo entre su cosecha y su introducción a las colmenas receptoras, se correrá el riesgo de quedarnos con muchas colonias huérfanas y debilitadas. Para estar seguros que las reinas procedentes de celdas reales funcionaron, hay que revisar las colmenas en donde se metieron, entre 18 y 25 días posteriormente a su introducción. Tres semanas es un tiempo razonable. Si se encuentran huevos, es indicio que una de las reinas emergidas de las celdas reales fue aceptada y se fecundó. En este marco de tiempo solo una reina de las introducidas podría estar poniendo. Si no hay huevos, se asume que ninguna reina pegó y entonces habrá que tomar otras medidas para no perder la colonia de abejas.

22 agosto 2013

La presencia de varroa - The presence of varroa (Spanish - English)

La presencia de varroa - The presence of varroa (Spanish - English)

El ácaro Varroa, es sólo un decimosexto de una pulgada de largo. Pero su tamaño diminuto no ha impedido en convertirse en la peor plaga de las abejas desde su detección.
Cualquier amenaza a las abejas de la miel es una amenaza a la agricultura. Sin las abejas los rendimientos y la calidad de muchas de las cosechas florecientes sufrirían, incluyendo la producción de girasol, almendras, manzanas, arándanos, melones, peras, limones, naranjas y zapallo.

En realidad, como resultado de su papel como el principal polinizador de estas cosechas, las abejas aportan un valor de 140 mil millones de dólares a la economía mundial, sin tener en cuenta el valor de la miel y la cera producida por ellas.
Por consiguiente, investigadores en todas partes de EE.UU. están buscando nuevas maneras de controlar el ácaro varroa -especialmente métodos que reducirán el uso de los productos químicos fluvalinato y coumaphos tan usados actualmente. En la Unidad de Investigaciones de Química en Gainesville, Florida, el líder de investigación Peter Teal está probando una estrategia de atraer y matar los ácaros usando tablas pegajosas que contienen atrayentes químicos naturales llamados semioquímicos.


The Varroa mite is only a sixteenth of an inch long. But its diminutive size has not prevented to become the worst plague of bees from detection.
Any threat to honey bees is a threat to agriculture. Without bees yields and quality of many of the flowering crops suffer, including the production of sunflower, almonds, apples, blueberries, melons, pears, lemons, oranges and squash.
In fact, as a result of its role as the main pollinators of these crops, the bees provide a value of 140 billion dollars to the world economy, regardless of the value of honey and wax produced by them.

Therefore, researchers everywhere U.S. are looking for new ways to control the varroa mite, especially methods that reduce the use of chemicals as fluvalinate and coumaphos used today. In Chemistry Research Unit in Gainesville, Florida, research leader Peter Teal is testing a strategy to attract and kill the mites using sticky boards that contain natural chemical attractants called semiochemicals.



Teal dice que dichos compuestos son producidos naturalmente por las abejas y atraen muy eficazmente los ácaros varroa.
En la naturaleza, los ácaros varroa usan semioquímicos para encontrar las abejas adultas y jóvenes. Luego los ácaros debilitan o matan las abejas alimentándose de la hemolinfa de ellas.
Infestaciones severas de los ácaros pueden matar una colmena en varios meses, robando al apicultor de los beneficios de la miel y los servicios de polinización. Pero con el enfoque de Teal, los ácaros encuentran una mezcla rica de aromas de abejas que atraen los ácaros lejos de sus víctimas y en las tablas pegajosas, donde las plagas se mueren de hambre.
Los resultados de las pruebas preliminares del atrayente son prometedores. "Por ejemplo, podemos causar del 35 al 50 por ciento de los ácaros a caerse de las abejas cuando los exponemos a los atrayentes, y más del 60 por ciento de los ácaros libres son atraídos a estos productos químicos en pruebas biológicas", dice Teal.
Además, no parece que la dosis adicional de semioquímicos en la colmena afecta significativamente el comportamiento normal o la actividad de las abejas.


Teal said that such compounds are produced naturally attract bees and varroa mites very effectively.
In nature, varroa mites using semiochemicals to find and young adult bees. Then mites weaken or kill the bees feeding on the hemolymph of them.
Severe infestations of mites can kill a hive within several months, stealing the beekeeper of the benefits of honey and pollination services. But with the approach of Teal, mites are a rich blend of scents that attract bees mites away from his victims and sticky tables, where pests are starving.
The results of preliminary testing of the attractant are promising. "For example, we can cause 35 to 50 percent of the mites fall off the bees when exposed to attractants, and more than 60 percent of free mites are attracted to these chemicals in biological tests," says Teal .
Furthermore, it seems that the extra dose of semiochemicals in the hive significantly affect normal behavior or activity of bees.


18 agosto 2013

¿Un mundo sin abejas?, se pregunta el Time - A world without bees, asks the Time

¿Un mundo sin abejas?, se pregunta Time - A world without bees, asks the Time.

El fenómeno del "Colapso de las Colonias" por el cual la polinización estaría en riesgo, es la tapa de la prestigiosa revista de EE.UU.
Los especialistas afirman que la posible desaparición de las abejas produciría una escasez de alimentos. Foto: Archivo 
¿Cómo sería un mundo sin abejas? La última edición de la revista Time se hace esta pregunta, cuya portada y artículo principal van dedicados al misterio de la desaparición progresiva de este insecto, que los científicos achacan a una extraña enfermedad llamada "Problema de colapso de colonia" (CCD, por sus siglas en inglés), de la que se sabe aún muy poco.
Las consecuencias de este insólito apocalipsis de las abejas, por el cual los panales quedan súbitamente vacíos, afectarían entre otras cosas a la cadena alimenticia, ya que se calcula que sólo en Estados Unidos el valor que tiene la polinización que practican estos insectos sobre los cultivos asciende a 15.000 millones de dólares.
El artículo está firmado por el editor de Internacional de Time, Bryan Walsh, en cuyo blog se halla otra pieza que amplía la información que lleva la revista sobre el tema de las abejas y que incluye además este video en el que el propio Walsh intenta explicar por qué están desapareciendo, sumándose a las teorías que hablan del uso de pesticidas como principal causa.
Los especialistas afirman que la posible desaparición de las abejas produciría una escasez de alimentos llegaría al índice más alto. Aparte de la tradicional miel, los principales alimentos que se verían afectados serían: almendras, manzana, palta, espárragos, cebolla, cerezas, pepino cohombro y apio, y ciruelas, maní y algodón en menos del 65%.

Equilibrio ecológico

Esto es debido a que las abejas son esenciales para el equilibrio ecológico en el planeta y el riesgo de perder la polinización, acarrearía un mundo sin plantas, ni animales, por lo tanto los humanos podrían dejar de existir.
Tapa de la prestigiosa revista Time, con las abejas en su foco. Foto: Archivo / TIME
El fenómeno de la desaparición es conocido como "Trastorno del Colapso de las Colonias", que sin causa exacta sencillamente mueren y desaparecen.
Estudios realizados sobre este importante tema no arrojan un resultado óptimo que explique la causa exacta de la muerte, se habla de calentamiento global, pesticidas, neurotóxicos y la última teoría es el uso desenfrenado de la tecnología en los dispositivos móviles.
Las abejas son primordiales en la cadena biológica, un factor determinante en la producción de oxigeno y alimento de los animales. Por esta razón, la extinción de las abejas ocasionaría un desastre alimenticio a nivel global y en consecuencia una subida de precios en los alimentos.

11 agosto 2013

¿PORQUE ALIMENTAR Y SUPLEMENTAR? - SUPPLEMENTARY FEEDING AND WHY?

¿PORQUE ALIMENTAR Y SUPLEMENTAR? - SUPPLEMENTARY FEEDING AND WHY?

Sabemos que las abejas tienen la capacidad de conseguir su alimento, acopiarlo y subsistir sin nuestra intervención, pero también debemos saber que en una explotación netamente comercial el principal objetivo no es la supervivencia de la especie, sino la producción de miel, polen, jalea o propoleo.
Actualmente y en esta apicultura profesionalizada, nos esforzamos en aumentar la producción y bajar los costos de mantenimiento para hacerla mas lucrativa. Como lo lagramos? Conjugando y aplicando correctas técnicas o métodos que nos permitin alcanzar los objetivos trazados:
Nutrición: Alimentación y suplementación de buena calidad.
Manejo: Oportuna revisación de colmenas. Aplicar Buenas prácticas apícolas. Buenas prácticas de manufactura.
Selección: Implementar un programa de recambio de reinas. Adquirir genética de calidad comprobada o seleccionar nuestras propias madres.
Sanidad: Muestreos y monitoreos, curas programadas, aplicación de remedios aprobados, testeos antes y pos tratamiento.
La correcta o mala aplicación o conjunción de alguno de estos pilares fundamentales de la actividad apícola hará que nuestro proyecto o empresa tenga éxito o fracase.
Abocándonos al presente artículo en donde nos referiremos a la Alimentación y Suplementación, partiremos desde la premisa que “Nuestro principal activo son las abejas, debemos de cuidarlas y alimentarlas como nuestro mayor capital, sin abejas no tendremos producción”. Aclaramos que los conceptos vertidos son para una actividad netamente comercial, no de hobbie o entretenimiento.
Cuando cosechamos las colmenas por lo general no dejamos alzas con miel, e incluso se extrae miel de la cámara de cría con el pretexto de que el flujo de néctar no a concluido, y vemos a las poblaciones de abejas sobrevivir reduciendo su nido de cría mas de lo adecuado para optimizar el poco recurso que
nosotros les dejamos, después de 4, 5 o 6 meses de subsistencia se presentan las primeras flores que en la mayoría de los casos son apenas suficientes para seguir cubriendo las necesidades de la colmena, conforme avanza el tiempo van aumentando de calidad y cantidad pero en ocasiones estas floraciones aportan pocos nutrientes y no permite crecer la población de pecoreadoras necesarias para la floración que se aproxima, y de esta forma llegamos a la cosecha con colmenas regularmente pobladas y en muchos casos con abejas corporalmente deficiente ocasionados por la inconstancia de los flujos de polen y la baja calidad del mismo. Las colonias se pasan media cosecha en volver a formar las reservas que deben de existir en el nido de cría y en satisfacer sus necesidades de crecimiento, y nuestra cosecha como siempre igual o peor, y los mas triste “un año mas que pasa y un éxito menos”. De ahí, la importancia de conocer las fechas de inicio de la floración lugareña, su valor en aporte de néctar o polen, de las temporada duras para las abejas y de los inicios de la gran cosecha, con toda esta información nosotros podríamos realizar nuestra actividad con mayor éxito.

Tipos de alimentación y suplementación 

Suplementación proteica pos cosecha: Es indispensable empezar desde aquí, porque es donde se inicia el éxito o el fracaso de la siguiente cosecha.
Objetivo: Al terminar la cosecha tenemos una gran cantidad de abejas desgastadas, poca población de abejas jóvenes y de 4 a 7 cuadros de cría, son precisamente estas dos últimos casos lo que mas nos interesa, es indispensable proporcionar un alimento con alta calidad de proteínas para que el desarrollo de las larvas sea excelente y completen su desarrollo las abejas jóvenes recién emergidas, la formación adecuada de las glándulas y sobre todo la formación del tejido adiposo que servirá como reserva corporal para el inicio de la nueva temporada, esto también servirá para aumentar la longevidad de las abejas y podremos iniciar el ciclo con colmenas mas pobladas.
Cantidad: La torta proteica debe ser de consistencia blanda y palatable, con un contenido de proteína no mayor del 12 % y con todo el complejo vitamínico posible y de minerales. Actualmente se venden suplementos ya preparados. El peso de la torta deberá de ser de entre los 250 y 500 gr. Entre mas dura la temporada que se avecina el peso deberá de ser mayor y a la inversa.
Frecuencia: Solo se aplicara una vez y en caso de ausencia de almacenamiento en lo panales, se realizara dos veces esperando consuman la primera para dar la segunda.

Alimentación energética pos cosecha: Este tipo de alimentación es de suma importancia y sobre todo cuando se extrae miel de las cámaras de cría.
Objetivo: Cubrir las necesidades de reserva de la colmena y frenar la postura de la reina, saturando el nido de cría con jarabe o disminiyéndolo al máximo.
Cantidad: Antiguamente existía el concepto que la alimentación después de la cosecha debería de ser en dosis pequeñas, plazos largos y de menor concentración, siendo este un grave error, por que lo único que se lograba era el desgaste de las abejas que debíamos conservar y una estimulación fuera de tiempo. La alimentación pos cosecha debe de ser abundante.
Frecuencia: Este alimento se debe aplicar solo una vez después de cosecha.

Suplementación proteica de estimulación: Recordemos que la torta de suplemento debe estar adicionada con vitaminas y los minerales necesarios, en este sentido es poca la investigación que existe, la practica y estudios han comparado las dosis y medidas con las que se usa para pollos. Las opciones mas viables son las de adquirir el suplemento preparado o consultar con colegas que lo hagan en forma casera adquiriendo ellos mismos los ingredientes pero teniendo en cuenta en este caso que el nivel de proteína no debe superar el 24% porque puede ser tóxico.
Objetivo: Causar un sobre abastecimiento de proteína disponible al 100%, es importante destacar que el polen fresco es un recurso proteico que no es disponible al 100%, las abejas lo fermentan en las celdas para romper la membrana de celulosa que cubre los pequeños granos de polen y este proceso lleva días, por esta razón es mejor proporcionar un recurso mas asimilable y permitir que el polen fresco sea almacenado.
Dosificación: Esto dependerá de la fortaleza de las colmenas y de los recursos disponibles en el campo.
En colmenas con 3 a 4 marcos de cría y una población de 6 a 8 marcos cubiertos, debemos empezar 4 a 5 semanas antes si la cosecha es de larga duración, si es de corta duración se empezara 5 o 6 semanas antes, esto dependerá mucho de los factores que ya hemos mencionado. Esta torta se dará de 2 a 3 semanas después de iniciado la estimulación, de un peso de 300 a 500 gr. Por semana.

Alimentación energética de estimulación: Es importante destacar, que para empezar a estimular las colmenas deben ya de haber cubierto sus necesidades de almacenamiento y subsistencia, una colmena con hambre nunca será estimulada, esto se puede resolver utilizando el método de alimentación pos cosecha, para cubrir las necesidades primarias y luego estimular proporcionando jarabe diluido.
Objetivo: Proporcionar un flujo aparente y constante de néctar a las colmenas en alimentadores.
Dosificación: Es importante dosificar de dos a cuatro litros por semana. Se aconseja proporcionar bajas cantidades ya que si nos exedemos es almacenado y después de tres días las abejas estarán nerviosas por esta interrupción y la reina disminuye su postura hasta tener otra alimentación. En cambio con una lenta dosificaciónen que asemeje un pequeño flujo de néctar, las abejas lo vayan consumiendo y no lo almacenen. 

Suplementación proteica de sostenimiento: Se usa una vez que hemos logrado la estimulación de las colmenas y se encuentran con la cantidad de cría necesaria para llegar a la cosecha, después de suspender la torta de estimulación. Este tipo de alimentación es muy adecuada en temporadas de polinización de cultivos como pepino, zapallo, palta, kiwi y otros que sean de muy poco aporte de polen.
Objetivo: Lograr el sostenimiento de la cría que ya tenemos, ya que si les faltara el alimento proteico la reina suspendería su postura y las abejas en edad de maduración ( antes de 18 días de edad) no tendría la proteína necesaria para la formación de sus glándulas, las larvas en crecimiento se verían afectadas en su optimo desarrollo, dando como resultado un atrofiamiento en el ritmo y armonía de la colonia, incluso llegando al canibalismo de las larvas para utilizarlas como recurso proteico, por esta razón es muy importante no suspender la alimentación y mas aun si se presenta una temporada mala de vientos, lluvias o días nublados en donde las abejas no puedan salir a trabajar. Al presentarse la ausencia de proteína antes de una cosecha, las abejas que no desarrollaron sus glándulas productoras de jalea real se verán imposibilitadas de alimentar las larvas, este papel lo tendrán que asumir abejas mayores afectando el desarrollo de las glándulas cereras y la formación del tejido muscular de las alas, y así sucesivamente se presentaran un serie de atrofiamientos que repercutirá en la merma o perdida de la cosecha, siendo lo más llamativo la numerosa población de abejas pero reducida su longevidad en un 50%.
Dosis: Se suministrará después de suspendida la de estimulación y se seguirá dando de ser necesario hasta el inicio de la cosecha y se continuará si la floración de la que se cosecha no aporta polen y no hay otra floración alterna que lo aporte, durante una o dos semanas después de iniciada la floración. El tamaño de las tortas deberá de ser de 200 a 300 grs. por semana, con un contenido de proteína no mayor al 12% y con todos los requerimientos de minerales y vitaminas.

Alimentación energética de sostenimiento: Es difícil hablar de sostenimiento si no se conoce la zona en donde se alimentara, lo mas importante en la alimentación es el criterio del apicultor y el conocimiento del la zona. Este tipo de alimento es muy útil antes de llegar a la cosecha, también es muy apto para temporadas de polinización.
Objetivo: Proporcionar recursos energéticos de sostenimiento y el ritmo que traen las colonias después de la alimentación de estimulación y no arriesgarnos a que consuman de sus reservas corporales, una vez llegada la cosecha el néctar pecoreado lo usen en almacenarlo en las alzas y no en completar sus reservas en la cámara de cría. Si se nos presenta una temporada mala antes de cosecha deberemos estar muy prestos a seguir alimentando, hasta que el flujo se regularice.
Dosis: La alimentación de sostenimiento debe de ser mas concentrada que la de estimulación.

Ventajas del uso de la fructuosa (JAF) sobre le jarabe de azúcar
El JAF es un azúcar monosacárido y esto lo hace mas digestible que el azúcar que es un polisacárido:
En la naturaleza el néctar de las plantas se encuentran en esta forma, por esta razón las colmenas se estimulan mas consumiendo fructuosa que azúcar, incluso se ha observado que con la alimentación de fructuosa las colmenas construyen mas panales que con el jarabe de azúcar.
Mas económico
En un calculo matemático que se realizado se demostró que el costo por materia seca de fructuosa es menor que el azucar.
Menor mano de obra: 
El azúcar se consigue de forma granulada, por lo cual es necesario prepararla en jarabe, aumentando el costo al tener que utilizar algún combustible para poderla disolver correctamente y sumar el costo de la mano de obra propia o de un empleado.
No fermenta: 
La fructuosa tiene un análisis de laboratorio para cerciorarse de no estar contaminada con algún microorganismo, por esta razón puede almacenarse en lugares secos sin ningún problema de fermentación, incluso puede durar en los alimentadores por meses sin ningún problema, en cambio el jarabe de azúcar por muy bien hervido que se encuentre lo mas que se puede conservar sin fermentar son quince días.
No provoca pillaje:
El jarabe de fructuosa no es aromático como el de azúcar, por esta razón es propenso a provocar pillaje.
Algunas recomendaciones para la compra de fructuosa
Es de mayor rendimiento la fructuosa 55 que la 42.
No comprar fructuosa de segunda: puede venir contaminada.
Al recibirla se debe de depositar en tambores o recipiente perfectamente limpios, para evitar contaminación o que se cristalice prematuramente.
La transparencia del producto debe de ser casi total como el agua.
Los tambores de almacenamiento no deben exponerse al sol.

29 julio 2013

Compartimos un mismo destino. Una historia de abejas.

Compartimos un mismo destino. Una historia de abejas. 

Audiovisual sobre las abejas. Millones de estos insectos están muriendo por todo el mundo, la razón principal son los químicos como algunos fertilizantes, pesticidas y herbicidas. En esta historia apicultores que trabajan en España nos explican la importancia de estos hermosos insectos y los problemas que enfrentan. Además nos enseña como, tanto el ser humano como las abejas, compartimos un mismo destino.

23 julio 2013

NUTRICIÓN Y ALIMENTACIÓN DE LAS ABEJAS - NUTRITION AND FEEDING OF BEES

LA NUTRICIÓN Y ALIMENTACIÓN DE LAS ABEJAS - NUTRITION AND FEEDING OF BEES

Las abejas, al igual que cualquier otro ser vivo, tienen una distribución natural en determinadas regiones del planeta. Es así, que naturalmente solo existen en aquellos lugares donde los alimentos que ingieren, les permiten obtener en el tiempo, los nutrientes necesarios para el funcionamiento óptimo de sus reacciones metabólicas relacionadas con el mantenimiento, crecimiento, trabajo, reproducción y producción. En estos lugares la abeja no nos precisa para nada y establece un equilibrio con el medio, adaptándose y variando el comportamiento de uno al variar el otro. Son los errores, o los intereses económicos de los apicultores, los que han llevado a que hoy en día exista la apicultura en zonas y regiones del mundo donde naturalmente la abeja por si sola, jamás hubiera llegado; y aunque así fuera, no subsistiría. La abeja como parte esencial del ecosistema para muchísimas especies animales y vegetales, ve cada vez más comprometida su existencia al desaparecer sus fuentes de alimentación. Paralelamente, la misma mano del hombre a través de las transformaciones de naturaleza ecológica que produce, día a día limita las fuentes de recursos naturales que favorezcan su dispersión y perpetuidad.
El medio ambiente además de ser utilizado en forma irracional y sin pensar en la manutención de ese equilibrio entre las especies que habitamos el planeta, es cada vez más atacado con productos químicos de síntesis que ahorran en el corto plazo mano de obra y disminuyen los costos de producción de alimentos. Esta destrucción de flora nativa, incremento indiscriminado de monocultivos e industrias, uso abusivo de herbicidas y pesticidas en general; es lo que llevará en un futuro muy cercano a pagar costos económicos y ecológicos, muy elevados.
Las principales zonas apícolas ya no producen como antes. La apicultura tradicional esta transformándose cada vez más en “trashumante”; obligando al apicultor a tener que analizar e interpretar mejor los distintos ambientes donde lleva sus abejas. Los costos de producción de la apicultura actual hacen que todas estas relaciones y comportamientos deban ser correctamente planificadas y analizadas. El apicultor debe tener la mayor información posible del comportamiento tanto de la abeja como del medio ambiente y de su interacción; para de esta forma poder tomar las decisiones correctas en los momentos acertados. Todos estos aspectos que hoy hacen peligrar la persistencia de la abeja; son los que harán de la apicultura en general, y de la abeja en particular, elementos cada vez más necesarios e imprescindibles. Hoy existen una cantidad de cultivos comerciales que no se entenderían como tales sin la presencia de abejas. De futuro este hecho se ira agravando y teniendo cada vez más relevancia. 
Es intención en el presente trabajo, analizar los distintos factores que intervienen en la alimentación de las abejas de forma de lograr una correcta y adecuada nutrición de las mismas. En este aspecto, se pretenden describir las distintas relaciones existentes en una explotación apícola y que se vinculan con el tema. Muchos de los efectos de una correcta alimentación y nutrición de las abejas, tienen su explicación en aspectos biológicos y fisiológicos de la abeja; siendo la digestión y asimilación de los alimentos realizada a través de muy complejos mecanismos y estructuras. El apicultor, en su afán por obtener el máximo de beneficios con el mínimo de gastos, también juega un rol fundamental; y cualquier orientación productiva que yo le de a la colmena (reinas, núcleos, polinización, etc.), estará estrechamente ligada a distintos requisitos alimenticios y nutritivos de la abeja. Existe una relación muy grande entre una correcta nutrición y la sanidad de las colmenas; por lo que, un correcto manejo del tema que nos ocupa, esta llevando a eliminar el uso de antibióticos y otros productos medicamentosos. Las normas internacionales sobre la calidad final de los productos apícolas son cada vez más exigentes; por lo que cualquier manejo que realicemos para disminuir el uso de posibles contaminantes en la colmena será una excelente inversión. La miel y los subproductos apícolas se caracterizan por su naturalidad; tratemos de no perder esa categoría. 
Hoy existen muchas dietas apícolas que producen “cantidad” de abejas. El desafío a enfrentar es producir abejas de “calidad”.
Como se podrá apreciar más adelante, en la abeja melífera se ponen de relieve una combinación de sus características individuales con un comportamiento colectivo de cooperación social de la colonia como un todo, que es difícil de encontrar en el reino animal.
Los manejos y paquetes tecnológicos que lleva adelante cada apicultor, - al igual que los recursos alimenticios (naturales y artificiales) y la gestión de su propia explotación -, están sujetos a un constante cambio y revisión; por lo que todo empresario apícola esta obligado a conocer las características y opciones de la alimentación artificial, como una herramienta más de su manejo. El arte de la apicultura es saber combinar a las abejas con un medio ambiente determinado para obtener un determinado producto. El “manejo” que yo haga de esta combinación, es lo que me va a permitir acercarme a obtener el máximo de producción posible. 
No son pocos los desafíos al encarar el tema Alimentación y Nutrición de las abejas. Se puede decir que recién a mediados de la década de los 80 fue que se empezó a trabajar en el tema; por lo que existe muy poca investigación básica. El funcionamiento de la colonia de abejas es extremadamente complejo existiendo necesidades nutritivas distintas para los distintos individuos, en las distintas etapas de su vida y de acuerdo a los distintos objetivos productivos de mi explotación. Paralelamente la fuerte adaptación de la abeja al polen y al néctar como únicas fuentes de alimentos en la naturaleza genera una interacción del medio ambiente con el estado fisiológico interno de la colonia, muy difícil de manejar. Las investigaciones actuales se orientan a monitorear el nivel de proteína y otros nutrientes del cuerpo de las abejas (tal cual un análisis de sangre o de suelos) que permitan saber como y con que alimentar. Se especula que el gran desafío de la apicultura para este siglo XXI será un correcto manejo de la nutrición y de las feromonas de las abejas.

Alimentación y Nutrición: dos conceptos relacionados pero no equivalentes. 
Alimentación” y “Nutrición” son dos conceptos relacionados y que muchas veces se utilizan erróneamente.
Se considera “alimento” a toda sustancia o mezcla de sustancias que, ingeridas por un individuo, aportan a su organismo los materiales y la energía necesarios para el desarrollo de sus procesos biológicos. Se llama entonces “alimentación”, al conjunto de actividades y procesos mediante los cuales se toma por ingestión de alimentos, una serie de sustancias necesarias para la “nutrición”. Existen muchos alimentos, cada uno compuesto por distintas sustancias; siendo normalmente sólo algunas de ellas, útiles para el metabolismo.
“Nutrientes” son, por lo tanto, aquellas sustancias, integrantes de los alimentos, indispensables para el buen funcionamiento del organismo. “Nutrición” es, por ende, el conjunto de procesos mediante los que el cuerpo usa, transforma e incorpora sustancias con tres fines:
Aportar la energía necesaria para mantener la integridad y el correcto funcionamiento de las estructuras corporales.
Proporcionar los materiales para la formación de estas estructuras.
Aportar las sustancias necesarias para regular el metabolismo corporal (conjunto de reacciones físicas y químicas que se producen en las células para obtener energía y sintetizar las sustancias necesarias para su mantenimiento).
De lo anterior se desprende que una abeja que obtiene alimentos; bien puede no estar convenientemente nutrida, por no ingerir con su alimento los nutrientes necesarios. En algunas circunstancias, una incorrecta alimentación – por más abundante que sea -, puede alterar severamente la nutrición.

REQUISITOS NUTRICIONALES DE LA ABEJA MELÍFERA
La abeja tiene sus propios requisitos nutricionales; debiendo existir un balance y aporte adecuado de los mismos para poder llevar adelante sus funciones vitales y perpetuar la especie. Estos requisitos nutricionales son distintos, no solo para los distintos individuos de la colonia, sino que además varían en las distintas etapas de su vida. También existirá una variación, de acuerdo al objetivo productivo que yo persiga en la explotación y a la distinta proporción de los distintos individuos en la colonia.
No debemos olvidar que las abejas, al igual que la mayoría de los seres pluricelulares, son transformadores y no creadores de energía y de materia. Esto lleva a que todos los nutrientes deban ser aportados desde el exterior.
La vida de las abejas requiere de un aporte de energía externo, proveniente fundamentalmente de los alimentos y que ellas exteriorizan a través de distintas formas y manifestaciones (calor, trabajo, vuelo, etc.). Asimismo, para su desarrollo también requieren de los alimentos que le aporten los nutrientes tanto en cantidad como en calidad, para formar su cuerpo y estructura. No olvidemos, que no siempre una abundante alimentación nos asegura una correcta nutrición.
En términos de apicultura, la energía para el desarrollo de sus funciones es aportada por el néctar y/o la miel, y los elementos para el desarrollo de su estructura corporal son aportados por el polen. Es así, que ambos alimentos son imprescindibles para el crecimiento y desarrollo de la colonia, causando la muerte de la colonia a corto o mediano plazo, la falta, escasez o mala calidad de cualquiera de ellos.
De los elementos nutritivos que requiere la abeja y que forman parte del néctar y/o del polen analizaremos el agua, los carbohidratos, los lípidos, las vitaminas y los minerales. Las proteinas seran analizadas en el siguiente capitulo.

Requisitos energéticos.
Los carbohidratos
Las abejas obtienen en la naturaleza la energía para cumplir con sus procesos vitales, de los carbohidratos producidos por las plantas bajo la forma de néctar, o de secreciones azucaradas de ciertos insectos que se alimentan de la savia de algunos vegetales.

El néctar, es transportado a la colmena en el "buche melario", el cual se encuentra ubicado en el abdomen de la abeja y forma parte del canal alimentario. En momentos en que el buche melario esta lleno, el abdomen se expande, y cuando esta vacío se contrae. Esta función del abdomen de contraerse y expandirse, le permite a la abeja utilizarlo no solo como sistema de bomba, sino que además, le permite incrementar el ingreso de oxígeno en momentos de gran actividad y consumo de energía.
El néctar contiene entre el 5 y el 80% de azúcares, así como pequeñas cantidades de compuestos nitrogenados, minerales, ácidos orgánicos, vitaminas, lípidos, pigmentos y sustancias aromáticas. Este alimento es, entonces, el utilizado mayormente como fuente energética y como materia prima para ser convertido en reservas corporales. Una vez que las abejas llegan a la etapa de trabajos en el exterior de la colmena, sus requisitos nutricionales prácticamente se limitan al consumo de azúcares; pudiendo vivir largos períodos alimentándose exclusivamente de estas sustancias azucaradas. 
Los requisitos energéticos de una colonia son, al igual que para el caso de las proteínas, muy variables y dependientes de una serie de factores como ser su fortaleza, cantidad de cría, condiciones climáticas, época del año, ingreso natural de néctar, etc. Al aumentar el tamaño de la población como respuesta al medio ambiente, se da el máximo de consumo de energía, ya que aumenta considerablemente en la colonia el trabajo de pecorea y el de alimentación de la cría. Tampoco debemos de olvidar, que la regulación de la temperatura de la colonia, siempre se hace en base al consumo de energía, ya sea para mantener el calor en épocas frías, o para ventilar en condiciones de exceso de calor.
La generación de energía durante todas las actividades físicas que desarrolla la abeja se produce a partir del desdoblamiento de azúcares; de donde, se hace imprescindible la presencia de los mismos como reservas en todo momento. Las abejas no pueden utilizar el polen como fuente de energía ni la miel con fuente proteica.
Los carbohidratos de la miel y del néctar pueden ser totalmente sustituidos artificialmente alimentando con sacarosa.
Para el desarrollo de una larva de abeja obrera se ha estimado que se requieren 142 miligramos de miel; por lo cual para producir un cuadro de cría se requieren 600 gramos de miel. El consumo promedio de este producto en una colonia en el transcurso del año, es de unos 60 a 80 kilos.
Además del rol como fuente de energía para las abejas, los carbohidratos son utilizados como material constitutivo de sus cuerpos, ya que el esqueleto externo de las abejas está formado por quitina (N-acetil glucosamina), que también es un carbohidrato.
Frente a la gran variedad de azúcares que utiliza el apicultor para alimentar a las colmenas, es importante recordar que existen una serie de carbohidratos (galactosa, lactosa, manosa, rafinosa, xilosa, arabinosa, pectina y agar-agar que, dependiendo de sus concentraciones en los jarabes, pueden resultar tóxicos para las abejas.

Requisitos de vitaminas. 
Las vitaminas son sustancias orgánicas, imprescindibles para el mantenimiento de todas las funciones del organismo (crecimiento, salud, fertilidad, rendimiento, etc.). Por regla general el organismo animal no puede sintetizar por si mismo estas sustancias naturales biológicas, por lo que es preciso que se les suministre a través de la alimentación ; siendo que la falta de las mismas en la dieta resulta en enfermedades que habitualmente se conocen como “carencias”. Por esta razón se les considera como micronutrientes esenciales (vitales). Cada una de las vitaminas desempeña funciones especiales, que ninguna de las otras vitaminas puede ejercer del mismo modo.


Se las clasifica de la siguiente manera:
a) Vitaminas hidrosolubles (solubles en agua): B1 (tiamina), B2 (rivoflavina), PP (Acido nicotínico), B5 (Acido pantoténico), B6 (piridoxina), B12 (cianocobalamina), M (Acido fólico), H (Biotina), C (Acido ascórbico) y Colina, Inositol.
b) Vitaminas liposolubles (solubles en lípidos): A (retinol), D2 (ergocalciferol), D3 (colecalciferol), E (tocoferol) y K (naftoquinona). Existe abundante bibliografía que demuestra la importancia del complejo vitamínico B para un correcto desarrollo de las crías (Haydak y Dietz, 1965). Herbert y Shimanuki (1978a) demostraron la importancia de la tiamina y la riboflavina para el desarrollo de las glándulas hipofaríngeas. Haydak y Dietz (1965) y Anderson y Dietz (1976) demostraron la esencialidad de la piridoxina para la cría de las abejas. Nation y Robinson (1966, 1968) demostraron la importancia del inositol y el ácido giberélico para el desarrollo de la cría de abejas.Por su parte, los requerimientos y funciones de la vitamina C en las abejas no han sido demostrados (Herbert, 1992). Herbert y Shimanuki (1978b) demostraron la importancia de las vitaminas A y K para la cría de las abejas.
Los requerimientos vitamínicos de las abejas adultas son mínimos. Las nodrizas si requieren de una buena provisión de vitaminas en la dieta para la secreción de alimento larval de buena calidad.
En este aspecto, se han realizado trabajos que demuestran la importancia del grupo de vitaminas del complejo B en un correcto desarrollo de las crías y de las vitaminas A, C y K en el desarrollo y longevidad de las abejas. Si bien se han realizado una serie de estudios en referencia a los requisitos vitamínicos de las abejas, se puede manifestar que el polen es muy rico fundamentalmente en vitaminas hidrosolubles y contempla todos los requisitos básicos de las abejas. Una serie de microorganismos que conviven con la abeja en su tracto digesrtivo, también producen algunas vitaminas que aportan a la abeja. El contenido tanto de proteínas digestibles como de vitaminas del pan de abejas, decrece con el tiempo de almacenaje en el panal. Se sabe que los requerimientos en vitaminas de las abejas adultas son pocos y cubiertos a través del néctar y el polen que consumen, tomando mayor importancia al nivel de las abejas nodrizaspara una correcta secreción del alimento larval en cantidad y calidad.

Requisitos de lípidos. 
Los lípidos, dentro de los cuales se encuentran las grasas y las ceras, se forman por la unión de un alcohol (generalmente glicerol) y de ácidos grasos. En la abeja tienen funciones de reserva energética y en la constitución de las membranas celulares. En condiciones normales, las abejas cubren sus requerimientos de lípidos a partir de los existentes en las cubiertas del polen. De acuerdo al origen floral, el polen puede contener del 1% al 20% de lípidos (Herbert, 1992).
Los esteroles son un tipo de lípidos, y dentro de los esteroles se encuentra el colesterol, el cual resulta esencial para las abejas (Herbert, 1992). Se ha demostrado que la adición de colesterol a la dieta de las abejas resulta benéfica para el desarrollo de las crías (Herbert et al., 1980).

Requisitos de minerales.
No es mucho lo que se sabe acerca del requerimiento de minerales por parte de las abejas. El polen, la miel y el agua son fuentes de minerales para las abejas. El polen contiene del 2,5% al 6,5% de minerales en base a peso seco, siendo el potasio, fósforo, calcio, magnesio y hierro los más comunmente encontrados (Herbert, 1992). Por su parte, los minerales más frecuentes en el cuerpo de las abejas son el potasio y el fósforo, siendo menor el contenido de calcio, magnesio, sodio y hierro (Dietz, 1971).
Los minerales menores u oligoelementos (minerales necesarios sólo en ínfimas cantidades) tales como el cobre, el cobalto, el zinc y el manganeso si bien son necesarios para la abeja, ésta los encuentra normalmente en sus fuentes de alimento natural por lo que su adición a la dieta rápidamente puede resultar nociva. Existe, además, interacción entre los micronutrientes de la dieta. Así, Galuszca et al. (1977) demostró que la alimentación de abejas con jarabe conteniendo trazas de cobalto provocaba una reducción del contenido de hierro y cobre del cuerpo de las abejas.
En general, un contenido elevado de minerales en la dieta puede resultar tóxico para las abejas por lo que se debe evitar el uso de concentrados vitamínicos y minerales desarrollados para otras explotaciones animales.
Las mieles oscuras y las mieles de mielato presentan un contenido de minerales más elevado que las mieles claras (White y Doner, 1980). La acumulación de estos minerales en el tracto digestivo de las abejas puede resultar nociva durante la invernada, si no se realizan frecuentes vuelos de evacuación de las heces. Esta toxicidad por exceso de minerales en la dieta se debe a una reducción de la actividad de la enzima catalasa en el recto, lo que provoca diarreas (Bocquet, 1994).

Requisitos de minerales.
Las abejas no recolectan minerales por separado, y los requisitos que en esta materia tienen, son cubiertos a través de los que obtienen de la recolección del polen, el néctar y el agua. En este sentido merece resaltar el aporte que realiza el polen, el cual normalmente contiene entre el 3 y el 8 % de minerales.
Si bien hay apicultores que aconsejan agregar sal común (ClNa) a las dietas de abejas, su beneficio aún no ha sido demostrado, considerándose que niveles superiores al 0,3% puedan causar algún tipo de toxicidad y trastorno a nivel de las abejas. Lo que si se ha demostrado es que las mieles oscuras, al contener mayor cantidad de minerales, pueden originar perjuicios en la abeja, si son utilizadas como reservas invernales; ya que en su consumo, se generan mayor cantidad de desechos; los cuales se acumulan a nivel de la ampolla rectal y, de no ser eliminados, pueden acortar la vida de las abejas. En invierno es muy común que por motivos fundamentalmente climáticos, la abeja deba permanecer varios días confinada en el interior de la colmena sin poder realizar vuelos de higiene. Es así, que de dejar miel como reserva invernal, se aconseja utilizar las mieles claras. Este es uno de los aspectos que lleva a aconsejar como más ventajoso, utilizar sacarosa o jarabes de fructosa en lugar de mieles como reserva invernal.

Requisitos proteicos/nutricionales de las diferentes castas de abejas en las distintas etapas de desarrollo.
Requisitos proteicos.El polen es la fuente natural de proteínas de las abejas; y es utilizado dentro de la colmena fundamentalmente por las abejas nodrizas, ya sea para el desarrollo de sus glándulas o, para utilizarlo con algún grado de procesado, en la preparación de la papilla con que se alimenta a todas las larvas. Es además utilizado – como se vera más adelante - para regular la proteína corporal de la abeja en las distintas etapas y situaciones.
El néctar y la miel tienen niveles muy bajos de proteínas (normalmente menores al 1%). Su contenido proteico varia con la especie vegetal y nunca llega a niveles de significación como alimento plástico. El aminoácido libre mas común en las mieles es la prolina; utilizándose muchas veces su presencia y niveles, para detectar adulteraciones en miel.
El polen es además utilizado por las abejas jóvenes para poder completar su desarrollo corporal y el de ciertas glándulas que le permiten cumplir con una serie de funciones en sus actividades dentro de la colmena.
A nivel de la alimentación larvaria el polen juega un rol fundamental, siendo directa e indirectamente, el responsable de un aumento de peso de la larva de obrera en ese período de 900 veces (1700 en reinas y 2300 en zánganos). El canal alimentario en esta etapa de vida de la abeja, esta fundamentalmente diseñado para asimilar nutrientes, con una estructura muy simple, y donde la mayor parte del mismo esta formado por el mesenterón o ventrículo.
El comportamiento y alimentación que las nodrizas brindan a las larvas esta fundamentalmente controlado por la secreción de una hormona llamada "hormona juvenil"; la cual es segregada a nivel de las larvas por unos órganos denominados "corpora allata". El correcto desarrollo de estos “corpora allata” está supeditado a una buena nutrición de la larva. No debemos de olvidar, que de las características cuali y cuantitativas del alimento que reciban las abejas en esta etapa larval, dependerá la funcionalidad y comportamiento del individuo en su etapa de adulto. Las abejas criadas en momentos de escasez de polen son de menor tamaño y con carencias de desarrollo. Abejas alimentadas con una dieta libre de polen fueron incapaces de producir veneno, dándose además un menor desarrollo de los ovarios. Asimismo, la postura de la reina se inicia antes y perdura por más tiempo si se suplementa la dieta con polen.
Las proteínas que forman parte de determinados órganos de la abeja, pueden ser trasladadas de una parte a otra del cuerpo, y es así, que cuando las abejas por ejemplo, dejan de producir jalea real al fin de su etapa de nodrizas, la proteína de las glándulas hipofaríngeas es transferida a las glándulas cereras y luego a los músculos de vuelo. Como se mencionó anteriormente, la abeja tiene cierta capacidad de almacenar proteína en el cuerpo a nivel de los cuerpos grasos.
Las características tanto en calidad como en cantidad de la alimentación proteica en la etapa larvaria y juvenil, hará variar sensiblemente la longevidad de la vida de las abejas, fundamentalmente por el almacenamiento que se pueda realizar a nivel de los cuerpos adiposos. La fracción lipídica del polen sirve como fuente para generar reservas grasas, de glicógeno y albúmina, para utilizar en momentos de escasez de alimentos y ser transformadas en glucosa. Si bien este almacenamiento es casi insignificante durante la primavera y el verano, es especialmente importante en las abejas que nacen previo al período invernal, donde las abejas deben no-solo subsistir por varios meses, sino que además deben alimentar a la primer generación de cría de la primavera. Aunque viejas, las abejas de invierno son capaces de asumir la tarea de nodrizas, aún en ausencia de polen, gracias a sus reservas de proteínas. No debemos olvidar que los constituyentes lipídicos y el espectro de ácidos grasos pueden conformar hasta el 20% del peso de la abeja.
El polen provee a la colonia de abejas de toda la proteína necesaria para el desarrollo del cuerpo y su normal funcionamiento. Las abejas utilizan las proteínas existentes en el polen fundamentalmente para el desarrollo de los músculos, glándulas y demás tejidos corporales.
Sin entrar a analizar la serie de aminoácidos contenidos en el polen, y que son de carácter esencial para el desarrollo normal de las abejas, se sabe de algunos de ellos, que sin ser esenciales, tienen efectos estimulantes sobre todo en momentos de escasez proteica. Existe una estrecha relación entre el aporte de polen a una colmena y la duración de la vida de la abeja.
Las abejas no pueden utilizar el polen como fuente de energía ni la miel como fuente proteica. (No pueden realizar el proceso de la gluconeogénesis).
Se ha comprobado que abejas que nacieron y se desarrollaron sin una correcta alimentación proteica disminuyen la duración de su vida hasta en un 50%.
Como se mencionara anteriormente, el consumo de polen es fundamental para el desarrollo de las distintas glándulas; las que una vez desarrolladas, le permiten a la abeja construir panales o segregar jalea a partir de miel o azúcar. Es en el período de desarrollo de las glándulas en que se van acumulando las distintas sustancias nitrogenadas que luego formarán parte del producto segregado. Es por tal motivo que una adecuada nutrición proteica de la larva y la abeja nodriza, me garantizan una rápida renovación de las abejas nodrizas y un menor desgaste metabólico de la misma. Este menor desgaste me determinara abejas más longevas y productivas.

Tiempo necesario para aumentar la proteína corporal.
La recuperación de la abeja frente a distintas situaciones de variación de sus niveles de proteína corporal es variable. En este sentido en mieladas abundantes de una especie que tiene un buen aporte de polen con más del 20% de proteína cruda, abejas bien nutridas, todavía utilizan algo de su proteína corporal; reduciéndolo levemente. Estas colonias recuperaran en corto periodo sus niveles iniciales de proteína cruda (Fig. 3).
En casos de aporte pobre de polen cuando hay poco polen de más del 20% de proteína, o abundante polen con menos del 20%, se origina una baja severa de la proteína corporal. Cuando estas colonias inician su crecimiento, la ampliación del área de cría causa una gran demanda de proteína, lo que es lo mismo que cuando una colonia en crecimiento es trasladada desde una zona con un aporte de polen rico en proteínas a otra con aporte pobre de polen. En tales circunstancias si éstas colonias que bajaron las reservas de proteína corporal, pasan nuevamente a una zona con contenido proteico de 20 %, para restablecer sus niveles de proteína corporal al 60%, necesitan un período de 12 semanas. Si las pusiéramos en una zona con pólenes con 40% de proteína, solo necesitarán unas 4 semanas.
El grado de la carencia proteica es el que condiciona la extensión de la fase de recuperación. Esta fase de recuperación constituye actualmente uno de los grandes temas de la apicultura. La limpieza continuada de las "malezas y/o yuyales" y las modernas técnicas de agricultura intensiva han reducido notablemente las disponibilidades de polen. Esta situación no solamente aumenta las ocasiones en que una colmena cae en un déficit proteico por debajo de un 20% sino que además hace mucho más difícil encontrar condiciones adecuadas para una rápida recuperación.

La proteína y el estrés.
La proteína corporal de la abeja esta estrechamente ligada a las distintas situaciones que la colonia esta pasando en un momento dado. Las abejas no solo presentarán distintos niveles de proteína corporal de acuerdo al estrés a que están sometidas, sino que además, requerirán distintas cantidades de aporte proteico. Esto es de fundamental importancia, pero a veces difícil de comprender y aprender a manejar por lo que, sí logramos entender el concepto de estrés en la abeja, estaremos en condiciones conocer y justificar una cantidad de hechos y situaciones de nuestro trabajo diario con las colmenas; de los que no teníamos explicación. El comprender este concepto nos va a permitir tomar mejores decisiones de manejo en nuestra explotación.
La longevidad de las abejas y su relación con la nutrición.Colonias con gran fortaleza significan mayor productividad. De acuerdo con lo explicado solo conseguiremos colonia populosa con una buena nutrición; ya que cuanto más longevas sean las abejas de una colonia, a mayor población podrá llegar. El mantenimiento del nivel poblacional de una colonia en plena mielada, estará condicionado a mantener un aporte proteico acorde a las necesidades. Hay floraciones, pero fundamentalmente ambientes o zonas, que permiten mantener niveles cercanos al máximo de población posible; mientras que en otras los niveles poblacionales comienzan a disminuir drásticamente mientras dure la floración. Si bien este aspecto tiene mucha relación con la estabilidad de los niveles de postura de la reina en las semanas anteriores; juega un rol fundamental la longevidad de las abejas, lo cual se maximiza con una correcta nutrición. Es así, que encontramos zonas o ambientes apícolas que permiten un crecimiento poblacional durante los momentos de mielada, y otros, donde por disminución de la longevidad de las abejas por un bajo nivel de proteínas corporales se maximizan las muertes de abejas. El resultado es colonias poco populosas, que no pueden mantener una gran área de cría minimizando nacimientos y maximizando las muertes.

Digestión del polen por parte de la abeja.
En este sentido, merece aclarar, que poco se sabe aún de los mecanismos de digestión del polen por parte de las abejas.
A nivel de la alimentación larvaria el polen juega un rol fundamental, siendo directa e indirectamente, el responsable de un aumento de peso de la larva de obrera en ese período de 900 veces (1700 en reinas y 2300 en zánganos). El canal alimentario en esta etapa de vida de la abeja, esta fundamentalmente diseñado para asimilar nutrientes, con una estructura muy simple, y donde la mayor parte del mismo esta formado por el mesenterón o ventrículo. El comportamiento y alimentación que las nodrizas brindan a las larvas esta fundamentalmente controlado por la secreción de una hormona llamada "hormona juvenil"; la cual es segregada a nivel de las larvas por unos órganos denominados "corpora allata". El correcto desarrollo de estos corpora allata está supeditado a una buena nutrición de la larva. No debemos de olvidar, que de las características cuali y cuantitativas del alimento que reciban las abejas en esta etapa, dependerá la funcionalidad y comportamiento del individuo en su etapa de adulto. Las abejas criadas en momentos de escasez de polen son de menor tamaño y con carencias de desarrollo. Abejas alimentadas con una dieta libre de polen fueron incapaces de producir veneno, dándose además un menor desarrollo de los ovarios. Asimismo, la postura de la reina se inicia antes y perdura por más tiempo si se suplementa la dieta con polen.
Las abejas manejan el polen en sus mandíbulas mezclado con néctar o miel. Si bien, algunos autores atribuyen a este trabajo como parte de la rotura de las capas externas del polen; se ha determinado que a nivel del estómago de la abeja nunca aparece polen roto y, solamente un 1% de los granos presentes en el intestino presentan signos de rotura mecánica. Por lo tanto se asume que las distintas acciones que se realizan en el manipuleo mandibular del polen, cumplen una función pasiva al igual que para la ingestión de líquidos.
El material es mecánicamente transportado desde el aparato bucal al buche melario por la acción de ondas peristálticas a lo largo del esófago. En el buche melario no permanece más de 20 minutos; desde donde es rápidamente transferido a través del proventrículo al intestino medio. En este sentido, es asombroso el hecho de que en este pasaje al intestino medio, solo se da el traslado del bolo de polen y prácticamente sin nada de jarabe o néctar. La acción de los pelos o espínulas de los labios del proventrículo es más de colado que de ruptura de los granos.
El ventrículo de la abeja es la parte más importante del canal alimentario. El pasaje del polen hacia el ventrículo es dirigido por la válvula proventricular. Una vez que la masa de polen llega al ventrículo se pone en íntimo contacto con las membranas peritróficas; las que cumplen un papel fundamental en la digestión del polen. La forma y función de estas membranas cambian con el tipo de alimento. Dentro de las funciones de estas membranas esta la de proteger a la abeja de la superficie abrasiva y muchas veces puntiaguda y espinosa de los granos de polen. La temperatura juega un rol importante en el tiempo de pasaje del polen por el canal alimentario; siendo que por ejemplo a 20º centígrados, el pasaje del polen por el ventrículo, demora 2 o 3 veces más que a 35º. Normalmente son necesarias de 2 a 3 horas para que se de el pasaje de la masa de polen a través del ventrículo de una abeja pecoreadora, y de unas 12 horas en las abejas nodrizas. La masa de polen entra al intestino posterior alrededor de las dos horas y media luego de haber sido ingerido. Una vez llegado a este punto, pasan a formar parte de los residuos de la digestión y quedan almacenados hasta que la abeja realice su próximo vuelo de limpieza. Paralelamente, los residuos de los líquidos nitrogenados son absorbidos desde la sangre por los Tubos de Malpighi y pasados hacia el intestino para su posterior expresión.
Los granos de polen sufren cambios físicos en su pasaje por el canal alimentario de la abeja. La celulosa, la pectina y la cubierta de esporopolenina del polen son indigestibles para los insectos; debiendo darse la extracción de nutrientes a través de las propias células de la pared y/o de las pequeñas rupturas que puedan existir en la misma. La ruptura de los granos no es necesaria para que se logre y complete la digestión. Si bien en el buche melario se dan pocos cambios, el polen absorbe humedad y se hincha como cuando se prepara para germinar. Esta hinchazón y absorción de humedad se da sobre todo en las células de la zona del poro germinativo. La digestión comienza pocos minutos después que el polen llega al ventrículo. A los 10 minutos el contenido celular del polen empieza como a empujar hacia afuera la pared del grano formando una vacuola transparente, la que aumenta de tamaño. Alrededor de los 30 minutos, se da una desaparición de los materiales de coloración y pigmentación del grano. En este momento se pueden encontrar distintas lipasas y enzimas encargadas de la digestión de proteínas en el interior del ventrículo. Es también en estos momentos, en que la digestión avanza rápidamente, extrayéndose la mayoría del contenido celular. Este proceso digestivo parecería ser igual tanto en la larva como en el insecto adulto. La actividad enzimática y el proceso digestivo son mayores al principio del intestino grueso, dándose la absorción de metabolitos mayormente hacia el final del ventrículo.
La digestión de proteínas, lípidos y carbohidratos se realiza fundamentalmente a través de los poros de germinación del polen. Si analizamos los residuos de la digestión del polen, aparecen las estructuras exteriores del grano prácticamente incambiadas.
Las proteínas que forman parte de determinados órganos de la abeja, pueden ser trasladadas de una parte a otra del cuerpo, y es así, que cuando las abejas por ejemplo, dejan de producir jalea real al fin de su etapa de nodrizas, la proteína de las glándulas hipofaríngeas es transferida a las glándulas cereras y luego a los músculos de vuelo. Como se mencionó anteriormente, la abeja tiene cierta capacidad de almacenar proteína en el cuerpo a nivel de los cuerpos grasos.
Las características tanto en calidad como en cantidad de la alimentación proteica en la etapa larvaria y juvenil, hará variar sensiblemente la longevidad de la vida de las abejas, fundamentalmente por el almacenamiento que se pueda realizar a nivel de los cuerpos adiposos. La fracción lipídica del polen sirve como fuente para generar reservas grasas, de glicógeno y albúmina, para utilizar en momentos de escasez de alimentos y ser transformadas en glucosa. Si bien este almacenamiento es casi insignificante durante la primavera y el verano, es especialmente importante en las abejas que nacen previo al período invernal, donde las abejas deben no solo subsistir por varios meses, sino que además deben alimentar a la primer generación de la primavera. Aunque viejas, las abejas de invierno son capaces de asumir la tarea de nodrizas, aún en ausencia de polen, gracias a sus reservas de proteínas. No debemos olvidar que los constituyentes lipídicos y el espectro de ácidos grasos pueden conformar hasta el 20% del peso de la abeja.
El polen es además un alimento fundamental a nivel de las abejas jóvenes, para poder completar su desarrollo corporal y el de ciertas glándulas que le permiten cumplir con una serie de funciones en sus actividades dentro de la colmena.
Contrariamente a lo que se cree, se ha demostrado que las abejas cuando nacen, todavía no han completado su desarrollo fisiológico y requieren de una alimentación altamente proteica. El inicio del funcionamiento de las glándulas para alimentar a la cría, el desarrollo y acumulación de reservas a nivel de los cuerpos grasos, el fortalecimiento de los músculos alares, el endurecimiento del exoesqueleto y el desarrollo de otros órganos como las glándulas cereras; requieren de nutrientes protéicos. Estas abejas recién nacidas, inician su consumo de polen alrededor de las dos horas después de nacer; dándose el máximo consumo alrededor de los 5 días, disminuyendo a partir del 8 - 10 día de vida, para suspender su consumo a los 15 - 18 días, cuando se prepara para realizar los trabajos fuera de la colmena.
Merece resaltar que el consumo de polen por parte de las abejas nodrizas, varía sensiblemente con la época del año y con la cantidad de cría a alimentar. Los consumos máximos de polen, se dan a los inicios del flujo de néctar y en momentos de gran desarrollo de la cría en la colmena.
La cantidad de polen que consume una colonia de abejas anualmente es muy variable; pero se puede estimar en el orden de los 20 a 50 kilos.
Los insectos necesitan en su alimentación los mismos diez aminoácidos que son esenciales para los mamíferos. Estos son: arginina, histidina, isoleucina, leucina, lisina, metionina, fenilalanina, treonina, triptófano y valina.
Sin entrar a analizar la serie de aminoácidos contenidos en el polen, y que son de carácter esencial para el desarrollo normal de las abejas, se sabe de algunos de ellos, que sin ser esenciales, tienen efectos estimulantes sobre todo en momentos de escasez proteica. No debemos olvidar la estrecha relación que existe entre el aporte de polen a una colmena y la duración de la vida de la abeja.
Las abejas no pueden utilizar el polen como fuente de energía ni la miel como fuente proteica. (No pueden realizar el proceso de la gluconeogénesis).
El polen provee a la colonia de abejas de toda la proteína necesaria para el desarrollo del cuerpo y su normal funcionamiento. Las abejas utilizan las proteínas existentes en el polen fundamentalmente para el desarrollo de los músculos, glándulas y demás tejidos corporales.
Cuando se da un período de escasez de polen con ingreso de néctar, las abejas nodrizas no desarrollan correctamente sus glándulas hipofaríngeas; por lo cual no pueden alimentar a la cría. En éstos casos, las abejas adultas son las que traslocan nuevamente proteína de su cuerpo, desde sus reservas a nivel de los cuerpos grasos, a las glándulas productoras de jalea, y son ellas las que alimentan a la cría. Este proceso solo se puede dar durante un corto período, y a expensas de las reservas proteicas de las abejas adultas. Es así, que en esta situación se produce un desequilibrio en el funcionamiento normal de la colonia, que en la mayoría de los casos lleva generaciones de abejas para restablecerse. La intensidad de trabajo como nodrizas y el desgaste sufrido por la abeja en esa etapa de su vida, van a determinar la longevidad de la misma. Un caso extremo en las necesidades de polen se puede dar frente a cortes repentinos de flujo de néctar y/o de aportes protéicos, donde las abejas reducen el nido de cría rápidamente, llegando en casos de escasez de reservas, a eliminar los huevos y las larvas de zángano y las del borde exterior del nido utilizándolas como fuente proteica. Son éstas situaciones extremas, en que se produce este tipo de "canibalismo" entre las abejas, las que tienen consecuencias nefastas desde el punto de vista productivo; ya que al faltar toda una generación de crías, la falta de nacimientos se hará notar recién algunas semanas después de iniciada la escasez, aunque ésta ya haya cesado. Asimismo tendremos problemas de disminución poblacional de pecoreadoras cuando se cumplan las seis semanas de iniciado este proceso. De más estaría mencionar aquí las graves consecuencias de este hecho, de producirse en las semanas previas a la mielada.
Se ha comprobado que abejas que nacieron y se desarrollaron sin una correcta alimentación proteica disminuyen la duración de su vida hasta en un 50%.
Como se mencionara anteriormente, el consumo de polen es fundamental para el desarrollo de las distintas glándulas; las que una vez desarrolladas, le permiten a la abeja construir panales o segregar jalea a partir de miel o azúcar. Es en el período de desarrollo de las glándulas en que se van acumulando las distintas sustancias nitrogenadas que luego formarán parte del producto segregado. Es por tal motivo que una adecuada nutrición protéica de la larva y la abeja nodriza, me garantizan una rápida renovación de las abejas nodrizas y un menor desgaste metabólico de la misma. Este menor desgaste me determinara abejas más longevas y productivas.
Distintos estudios han concluido que se requieren 3,2 miligramos de nitrógeno para criar una abeja desde la eclosión del huevo hasta su nacimiento. Esta cantidad de nitrógeno se obtiene de entre 120 a 150 miligramos de pan de abeja, dependiendo fundamentalmente de las características nutritivas del mismo, aspecto que será analizado más adelante. La carga promedio de polen por viaje es de unos 10 a 30 miligramos. La cantidad de polen necesaria para producir un cuadro de cría es de 450 gramos.
A nivel práctico se ha planteado como indicador de la cantidad y calidad de polen en la colmena, la realización de observaciones con respecto al desarrollo de zánganos en la misma.
En este sentido se plantea el siguiente cuadro:

ESTADOS DE ZÁNGANOS EN LA COLMENA         CONCLUSIONES SOBRE EL POLEN EN LA COLMENA 

Adultos - Pupas - Larvas - Huevos                             Polen Abundante

Adultos - Pupas - Huevos                                           Escasez de polen durante las últimas 48 horas

Solo Adultos                                                                 Escasez de polen durante al menos 7 días

Ausencia total de zánganos                                         Severa escasez de polen durante 2 a 4 semanas