Mostrando entradas con la etiqueta Loque Americana. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Loque Americana. Mostrar todas las entradas

30 octubre 2015

PAUTAS A CONSIDERAR EN UNA REVISACION SANITARIA - Guidelines to consider in a health checkup

http://lafamiliapicola.blogspot.com/2015/10/pautas-considerar-en-una-revisacion.html
Las enfermedades en las colonias aparecen en momentos definidos del ciclo de vida de la abeja. El apicultor observa los síntomas de las mismas en las crías o en las abejas adultas durante su visita al colmenar o en las colonias.

En su reconocimiento existen síntomas característicos que conducen muchas veces a un correcto diagnóstico, lo cual permite tomar inmediatamente las medidas higiénico profilácticas y terapéuticas necesarias para luchar contra ellas. Esto ocurre en aquellas enfermedades que afectan a las crías: loque europea, loque americana, cría yesificada, cría ensacada. Sin embargo, en las abejas adultas los síntomas son comunes a muchas afecciones en cuyo caso el diagnóstico debe ser confirmado por un análisis de laboratorio: nosemosis, acariosis, intoxicaciones, disentería, etc.

Las manifestaciones observadas en las colonias son producto de una contaminación anterior y el tiempo que transcurre entre esta y la aparición de la enfermedad es muy variable. Este lapso de tiempo depende entre otros posibles factores de:

- La intensidad de la contaminación, la cual está directamente relacionada con el tipo de agente patógeno y su capacidad para multiplicarse, la cual es muy variable.

- Las condiciones de la colonia: colonias débiles, sometidas a condiciones meteorológicas desfavorables, con carencias alimenticias, que hayan sufrido algún tipo de intoxicación, etc., están mas predispuestas a contraer y favorecer el desarrollo de ciertas enfermedades.

- El comportamiento de limpieza de la familia: característica variable determinada genéticamente que depende de la fuerza de la colonia – aquí el apicultor juega un papel muy importante al mantener en su colmenar colonias vigorosas – y de la composición de la colonia (cantidad de abejas limpiadoras que puede disminuir en caso de intoxicaciones, enfermedades de las abejas adultas, errores de manejo, etc.). 
http://lafamiliapicola.blogspot.com/2015/10/pautas-considerar-en-una-revisacion.html

Pautas a considerar en una revisación de colmenas:
El proceso de diagnóstico de enfermedades en las colmenas comienza no bien uno ingresa en el apiario. Para ella debemos primero considerar una serie de parámetros o condiciones externas tanto en el colmenar como en las colmenas en particular para posteriormente proceder a la revisación interna de las mismas observando cuidadosamente lo que está sucediendo en su interior.

Observaremos su ubicación en el terreno: distribución y orientación, la actividad de vuelo de las mismas – entrada y salida de abejas de acuerdo al momento de la visita – pudiendo ésta ser normal, escasa, nula o intensa; la presencia, cantidad y estado de abejas muertas o moribundas o estadios inmaduros en las entradas de las colmenas y en el suelo; manchas de heces o excrementos en los techos, frentes o entradas de las mismas en forma evidente.

Todas estas observaciones o algunas de ellas de estar presentes junto con una actividad escasa o nula en las colmenas indican alguna anormalidad en el interior de las mismas. De ser posible, en la revisación posterior estas colmenas serán las últimas en abrirse, evitando en parte con esta acción el contagio de posibles enfermedades al resto de las familias. Sin embargo, es preciso tener presente que en una colonia puede estar desarrollándose en forma incipiente una enfermedad y no se observan manifestaciones exteriores en la misma.

Al abrir una colmena en una revisación de rutina evaluaremos en primer lugar la condición en que ésta se encuentra de acuerdo a la época del año observando:

- El espacio disponible en la colmena - falta o sobra - de acuerdo a la cantidad de población existente.

- La presencia de la reina y su calidad.

- El desarrollo de la colonia - cantidad y tipo de población.

- Cantidad, calidad y ubicación de las reservas alimenticias.

- Existencia de signos de alguna enfermedad u otra anormalidad.

- Estado de los materiales.

La respuesta a estos parámetros nos dará la información que necesitamos para trabajar en forma adecuada corrigiendo aquellos que se encuentren alterando el normal desarrollo de las mismas.

Con respecto a la existencia o no de signos de alguna enfermedad u otra anormalidad, al observar las colonias debemos notar el aspecto normal de las diversas etapas de desarrollo de las abejas el cual cambia cuando alguna enfermedad y/o trastorno no infeccioso está presente. Conociendo la apariencia y forma de los individuos normales - huevos, larvas, prepupas, pupas y abejas adultas – en la colonia, podremos luego advertir cualquier anormalidad, al notar algo no usual trataremos de descubrir la o las causas y confirmar un diagnóstico solos, con ayuda de otro apicultor experimentado, a través de consultas en servicios de extensión en el tema, con un profesional idóneo en apicultura o bien enviando una muestra adecuada a un laboratorio especializado en el diagnóstico de enfermedades de las abejas.

Observación de la cría:
Al revisar una colmena para determinar la presencia o no de enfermedades que afectan a la cría debemos primero seleccionar y observar el aspecto o apariencia del panal de cría en su conjunto y posteriormente de cada larva o pupa en particular. Esta operación se repetirá en todos los panales que contengan cría.

En una mirada panorámica del panal lo primero a considerar es el patrón de cría el cual en condiciones normales debe ser uniforme es decir que observando la cría desde el centro del panal hacia los bordes del mismo deben existir en celdas contiguas huevos, larvas o pupas de edad semejante. Las crías abiertas – larvas – deben ser de color blanco perlado brillante y estar enroscadas en forma de coma en el fondo de las celdas. En la cría operculada o sellada, los opérculos deben ser de color uniforme, marrón claro u oscuro dependiendo de la edad del panal y ligeramente convexos.

Cada mínima irregularidad que altere el aspecto normal de un panal de cría como la existencia de larvas muertas en celdas abiertas y/o cerradas presentes en forma desordenada – cría salteada – opérculos agujereados, de colores no uniformes, hundidos, es un llamado de atención.

Luego de haber observado las características del panal en su conjunto debemos, de presentarse algún problema mirar el contenido de las celdas y establecer ciertas condiciones como: edad de las larvas muertas, posición que adoptan en su interior, color, olor y consistencia del material larval muerto.

http://lafamiliapicola.blogspot.com/2015/10/pautas-considerar-en-una-revisacion.html

Estado normal de la cría en sus diferentes estadios.
Será tarea del apicultor establecer si la causa de estas irregularidades corresponde a un problema sanitario o si se debe a otras causas no infecciosas (hambre, frío, reinas, calor excesivo, etc.).

De no existir cría presente en la colmena en el momento de la inspección se observarán los panales en los cuales hubo cría con anterioridad, en este caso en particular debemos observar las celdas de cría vacías, sin restos de material de cría muerto en las paredes o fondos de las mismas.

Juntando estos elementos podemos llegar a formular un diagnóstico bastante seguro. Sin embargo, muchas veces es conveniente corroborarlo a través de un análisis de laboratorio ya que los caracteres macroscópicos o salientes y que se observan a simple vista que son diferentes para las enfermedades que afectan la cría como: loque americana, loque europea y cría ensacada, pueden en condiciones particulares atenuarse y confundirse o bien pueden presentarse todas juntas de coexistir varias enfermedades. En esos casos es conveniente tomar una muestra del panal de cría con material sospechoso de 20 cm. por 10 cm., envolverlo en papel de diario, colocarlo en una caja de cartón y enviarlo a un centro de diagnóstico de enfermedades de las abejas.

Observación de las abejas adultas:
La mayoría de las enfermedades que afectan a las abejas adultas son difíciles de diagnosticar en una observación directa debido a que muchos de los síntomas no son únicos ni específicos de cada enfermedad.

Ya que el hábito y las características de las abejas en forma individual y de la población en general que presentan una afección son frecuentemente similares en las enfermedades de las abejas adultas y en otros desórdenes no debidos a problemas sanitarios es aconsejable tomar una muestra de la población y enviarlas a un laboratorio para obtener un diagnóstico correcto. Ejemplo de ello es la confusión en el diagnóstico que puede presentarse ante casos de nosemosis, acariosis, virosis, intoxicaciones por plaguicidas, disentería y otras donde pueden observarse algunos de los siguientes síntomas: abejas con abdómenes hinchados, temblorosas, con alas dislocadas, arracimadas en los pastos cercanos a la colmena o alejándose de la misma, paralizadas sobres los cabezales de los cuadros, etc.

Conclusión:
La detección precoz de cualquier problema sanitario que afecte a las colmenas nos permite adoptar inmediatamente las medidas higiénico profilácticas y terapéuticas necesarias para luchar contra ellas. Tan o más importante es la prevención de las enfermedades es decir, evitar en lo posible su aparición en las colmenas. Debemos tener presente que no siempre una colmena débil o la presencia de anormalidades en las abejas adultas o en las crías es consecuencia de alguna enfermedad y que existen ciertas pautas de manejo como las anteriormente citadas que deben ser respetadas y cumplidas a lo largo del año que conducen al éxito de la explotación.
By: SUSANA BEATRIZ BRUNO. 
English French German Spain Italian Dutch Russian Portuguese Japanese Korean Arabic Chinese Simplified

02 septiembre 2015

DESAPARICION DE ABEJAS EN AFRICA - DISAPPEARANCE OF BEES IN AFRICA.

http://lafamiliapicola.blogspot.com/2015/09/desaparicion-de-abejas-en-africa.html

Después de Europa y Estados Unidos, ahora es Sudáfrica el país que se ve amenazado por la desaparición de las abejas, indispensables para la polinización de numerosas especies vegetales necesarias para la alimentación humana.

Una epidemia de loque americana (AFB por sus siglas en inglés), una enfermedad bacteriana mortal que afecta a las larvas de abeja, está causando estragos en las colmenas de ese país, explica Mike Allsopp, agrónomo especialista de abejas en Stellenbosch, a 50 kilómetros de Ciudad del Cabo.

“Es exactamente lo mismo que está ocurriendo en todo el mundo”, dice. Antes las abejas “eran menos vulnerables porque no estaban estresadas por los métodos de apicultura intensivos, los pesticidas y la contaminación”. Ahora se ven afectadas por “las presiones y el estrés que les imponen los humanos”.

Los expertos temen que la enfermedad se propague hacia el norte, para extenderse luego al resto del continente africano, donde la apicultura artesanal es el medio de vida de cientos de miles de personas.

La loque americana ataca la cría, impidiendo así la reproducción de las abejas obreras. Cuando una colmena muere, las abejas de otras colmenas se precipitan para robar la miel contaminada, llevándola a sus propios panales y así propagan la enfermedad.

Programa de acción
América del Norte y Europa se enfrentan a esta enfermedad desde hace siglos, pero según los científicos, las abejas sudafricanas resistieron hasta ahora especialmente gracias a la gran diversidad de especies de abejas locales. Además, una norma que obliga a irradiar todos los productos de colmena importados a Sudáfrica también evitó la contaminación durante mucho tiempo.

Sin embargo, en 2015 la epidemia ha ganado terreno. “La loque se ha extendido masivamente en los últimos cinco meses, ocupando en el oeste del país un territorio de 200.000 km2, donde casi todas las colmenas están infectadas”, lamenta Mike Allsopp.

“La enfermedad se extiende rápidamente y seguirá haciéndolo, a menos que una intervención humana consiga controlarla”, continúa.

Como en todas partes, las abejas no son solo productoras de miel, sino que son indispensables para la polinización de cientos de especies vegetales.

El plan del gobierno prevé limitar las autorizaciones para abrir colmenas, informar ampliamente sobre la enfermedad y crear normas más estrictas de gestión de colmenas, así como llevar a cabo análisis constantes para identificar las larvas contaminadas antes de que propaguen la enfermedad a toda la colmena.

El uso de antibióticos para proteger las colmenas, muy controvertido, será utilizado solo “como último recurso”.

Para el apicultor Ashley-Cooper, estas medidas podrían ser insuficientes y llegar demasiado tarde, en un sector agrícola donde la costumbre es no intervenir y dejar actuar a la naturaleza. Un método que hasta ahora había funcionado.

Peligro de polinización
Greenpeace, que lanzó una campaña para salvar estos insectos, señaló que alrededor del 70% de los cultivos en todo el mundo -que proveen el 90% de los alimentos consumidos en el planeta- está polinizado por las abejas

English French German Spain Italian Dutch Russian Portuguese Japanese Korean Arabic Chinese Simplified

27 diciembre 2014

Nuevas vías en el tratamiento de la loque americana - New avenues for treating AFB (Span - Eng)



Una investigación ha identificado la toxina liberada por la bacteria que produce la loque americana (Paenibacillus  larvae), fundamental para que la bacteria colonice la colmena y abre así una posible vía de control.

El trabajo, llevado a cabo por investigadores de la Universidad de Guelph en Canadá, junto con científicos del Memorial Sloan-Kettering Cancer Center de Nueva York y de la Escuela de Medicina de Boston, se ha publicado en la edición de diciembre del Journal of Biological Chemistry. En él se explica el papel de esta toxina en el proceso de infección de las larvas.

Identificada la toxina que libera P. Larvae, llamada C3larvin, los científicos han desarrollado un inhibidor en su contra. El tratamiento, que está en su fase de desarrollo se ensayará en las colmenas la próxima primavera.

Uno de los investigadores del trabajo, Rod Merril, señala que en este momento el único método de control eficaz es quemar la colmena y los equipos asociados, dado que las esporas pueden permanecer viables durante 40 años. Y remarcó que los antibióticos no están funcionando para contener la enfermedad, dada la resistencia que las bacterias han desarrollado.

Al respecto explicó también que el medicamento que están probando no es un antibiótico, sino un inhibidor de la toxina que mata a las abejas y que por lo tanto evitaría una presión sobre las bacterias y con ello la mutación para generar resistencia.

New avenues for treating AFB

Research has identified the toxin released by the bacteria that causes American foulbrood (Paenibacillus larvae), essential for the bacteria colonize the hive and thus opens a possible pathway for control.

The study, conducted by researchers at the University of Guelph in Canada, along with scientists at Memorial Sloan-Kettering Cancer Center in New York and Boston Medical School, is published in the December issue of the Journal of Biological Chemistry. It highlights the role of this toxin in the infection process is explained larvae.

Identified the toxin releasing P. Larvae, called C3larvin, scientists have developed an inhibitor against him. The treatment, which is in its development phase is tested in hives next spring.

One of the researchers work, Rod Merrill said that currently the only effective control method is to burn the hive and associated equipment, since spores can remain viable for 40 years. He remarked that antibiotics are not working to contain the disease, given the resistance that bacteria have developed.

In this regard also explained that the drug being tested is not an antibiotic, but an inhibitor of toxin that kills bees and therefore avoid pressure on the bacteria and thus the mutation to generate resistance.

19 enero 2011

Loque Americana: Tratamiento y prevención

Por: Lic. Pablo A. Chacana1, Ing. Sebastián E. Borracci1, Dra. Marcela C. Audisio2, Dra. Gabriela M. Cabrera3, Lic. Gabriela L. Gallardo3, Ing. Alejandra Palacio4 & Dr. Horacio R. Terzolo1
La Loque Americana es una de las enfermedades más serias e infecciosas de las colmenas por su alto grado de patogenicidad y virulencia. La misma causa severos daños económicos al sector apícola en muchos países productores de miel. Esta enfermedad, causada por la bacteria esporulada Paenibacillus larvae, ataca a las larvas durante sus primeros momentos de desarrollo. Para una descripción detallada de la enfermedad y su diagnóstico, ver "Loque Americana de las abejas: Características y diagnóstico de la enfermedad".
Tratamiento de la enfermedad Mediante la aplicación de las medidas hasta ahora disponibles sólo se logra disminuir la infección en los apiarios, ya que las únicas medidas eficaces de control son indirectas como: cepillado de abejas; paqueteado; flameado; destrucción de la colmena enferma total o parcial por fuego; desinfección de los materiales apícolas por medio de la irradiación con cobalto-60; lavado con soda cáustica; e inmersión en parafina (Del Hoyo et al., 1998).
También se han combinado estas medidas con la aplicación de antibióticos, como la oxitetraciclina (Terramicina®, PFIZER) o el tartrato de tilosina (Tylan®, ELANCO), que por lo general no actúan sobre la forma esporulada y tienen el inconveniente de dejar residuos en la miel. La presencia de residuos en productos alimentarios humanos restringe la exportación dadas las limitaciones impuestas por los países compradores.
Además cabe mencionar que existen en nuestro país experiencias sobre la efectividad de la oxitetraciclina sobre P. larvae (Alippi, 2000) en las cuales de 58 muestras bacterianas de P. larvae analizadas, 23 (40%) presentaron resistencia a dicho antibiótico. Estas resistencias serían producto del uso irracional de los antibióticos tanto para la prevención como para el control de Loque Europea y Loque Americana. De esto último surge la necesidad de profundizar sobre las investigaciones de productos alternativos al uso de antibióticos.
Profilaxis de la enfermedad Existen experimentos donde se analizó la respuesta natural de larvas de A. mellifera luego de suministrar cultivos de P. larvae disueltos en jarabe de azúcar como vacuna, el análisis de los resultados indican una acción profiláctica específica importante contra la Loque Americana (Rudenko, 1994).
Otro enfoque novedoso es la "exclusión competitiva". Significa colonizar con bacterias buenas” (probióticas, o que “están a favor de la vida”) para que éstas compitan con las “malas” que causan enfermedad. Los huevos, larvas y abejas que recién emergen están libres de gérmenes. La colonización del intestino de las larvas ocurre cuando son alimentadas con jalea real por las abejas nodrizas. De este modo, las larvas adquieren la flora normal de la abeja. Estos microorganismos son los mismos que están presentes en las flores, en el polen corbicular y especialmente en el polen fermentado que se guarda en las celdillas del panal (pan de abeja). Se sabe que las bacterias lácticas y microorganismos relacionados desempeñan un papel fundamental en el equilibrio de la microflora intestinal a través de mecanismos de "exclusión competitiva”. Las investigaciones actuales están orientadas a la búsqueda de cepas que presenten muy buena colonización de las larvas y poder inhibitorio para el bacilo productor de la Loque Americana.
Dado que los antibióticos han generado tanta resistencia, estando en muchos casos su aplicación totalmente prohibida debido a los residuos que dejan en la miel y productos apícolas destinados al consumo humano, se están realizando investigaciones dirigidas a la búsqueda de nuevos productos fúngicos o bacterianos inocuos.
También se ha utilizado el comportamiento higiénico de las obreras de A. mellifera. El mismo consiste en la detección de crías enfermas o infectadas y su remoción selectiva de las celdas por la abeja nodriza. Este comportamiento ha tenido una importancia creciente en los últimos años, ya que es un mecanismo comportamental de tolerancia a las enfermedades de la cría (Rothenbuhler & Thompson, 1956; Palacio et al., 2000). En la actualidad se encuentran trabajos de investigación dirigidos a la selección de líneas genéticas que se caracterizan por poseer un mayor comportamiento higiénico o una posible forma de aumentar la resistencia a la infección de Loque Americana (Palacio et al., 2000).
Investigación sobre medidas profilácticas alternativas al uso de antibióticos
Gracias al apoyo de la SEPCyT, desde el año 2002 se están realizando investigaciones (Proyecto PICT) lideradas por el Laboratorio de Bacteriología y el Grupo de Apicultura de la Estación Experimental INTA Balcarce, para la búsqueda de metodologías alternativas para la prevención de la enfermedad. Se está trabajando en conjunto con Universidades (UBA, Universidad de Salta) e Institutos de investigación nacionales (CERELA), con el objetivo de encontrar medidas de prevención basadas en el uso de probióticos, productos fúngicos, inmunoprofilaxis y otros.
En Argentina, mediante el Proyecto Integrado de Desarrollo Apícola (PROAPI), se difunde la combinación de medidas profilácticas con el comportamiento higiénico y conjuntamente se promociona y estimula la comercialización de material vivo certificado libre de Loque Americana. De este modo ya se ha logrado disminuir la prevalencia de esta enfermedad. Esperamos que con estas nuevas medidas profilácticas, muchas de las cuales aún se están investigando y evaluando, se disponga de más herramientas efectivas para disminuir aún más la incidencia de esta enfermedad y se logre un producto para consumo humano libre de residuos, apto para consumo humano y sin restricciones para la exportación.
1 INTA EEA Balcarce, Departamento de Producción Animal.
2 INIQUI (Instituto de Investigaciones para la Industria Química) - CONICET- Universidad Nacional de Salta (UNSa)
3 Universidad de Buenos Aires, Facultad de Ciencias Exactas y Naturales, Departamento de Química Orgánica.
4 Unidad Integrada Balcarce, Facultad de Ciencias Agrarias, UNMdP- INTA EEA Balcarce; PROAPI.
Email: hterzolo@balcarce.inta.gov.ar; pachacana@balcarce.inta.gov.ar

Loque Americana de las abejas: Características y diagnóstico de la enfermedad

Por: Ing. Sebastián E. Borracci1, Lic. Pablo A. Chacana1, Ing. Alejandra Palacio2 & Dr. Horacio R. Terzolo1.
La Argentina ocupa el tercer lugar como país productor de miel con una participación del 6,7% (93.000 toneladas anuales) del mercado mundial, siendo aproximadamente el 80% de su producción exportado principalmente a países como Estados Unidos y Alemania, generando un ingreso de divisas de aproximadamente 100 millones de dólares por año.
La Loque Americana es una de las enfermedades más serias e infecciosas de las colmenas por su alto grado de patogenicidad y virulencia. La misma causa severos daños económicos al sector apícola en muchos países productores de miel.
En el Workshop sobre “Loque Americana” llevado a cabo durante el año 1994, se concluyó que de no implementarse un programa para su control, las pérdidas podrían ser superiores a diez millones de dólares.
Etiología de la Loque Americana y su ciclo infectivo
Esta enfermedad es más conocida mundialmente por su denominación inglesa como “American foulbrood”. Afecta a la abeja domestica (Apis mellifera L.) durante el estado larval, siendo las abejas adultas portadoras asintomáticas pasivas o activas.
El agente causal es Paenibacillus larvae (P.larvae White), una bacteria flagelada de 2,5 a 5 µ de largo y 0,4 a 0,8 µ de ancho. Su característica principal es la de formar endosporas muy resistentes. Estas últimas al poseer doble pared se pueden detectar con coloraciones clásicas para esporas, como la de Shaeffer y Fulton (Baker, 1970). Al observarlas sin coloración con el microscopio de contraste de fase éstas presentan el clásico movimiento browniano. Estas esporas tienen tolerancia a muy altas temperaturas, resisten 30 minutos a 100ºC y 15 minutos a 120ºC. Resisten la acción de desinfectantes químicos como el cloro, productos basados en yodo y radiación ultravioleta durante 20 minutos de exposición. Además, de acuerdo a las condiciones de conservación, pueden sobrevivir en el ambiente por un muy largo tiempo, y recién luego de 30 años comienzan a presentar una disminución de la viabilidad (Bruno, 1999).
Desde el punto de vista taxonómico antiguamente se distinguieron dos especies bacterianas, una causante de la clásica “escama” de la Loque Americana, el denominado Bacillus larvae (White, 1906), y otra poco común causante de la “escama pulverulenta” o Bacillus pulvifaciens (Katznelson, 1950). Actualmente estas dos especies bacterianas se encuadran dentro de la misma especie, Paenibacillus larvae, en la cual se reconocen dos subespecies larvae y pulvifaciens. Estas dos subespecies bacterianas están estrechamente relacionadas, aunque según Heyndrickx et al. (1996) pueden diferenciarse por pruebas bioquímicas.
Las esporas son infectivas y responsables del inicio del ciclo de la enfermedad una vez que las ”larvas“ ingieren o consumen alimento contaminado con las mismas. Las abejas nodrizas pueden albergar a las esporas tanto sobre la superficie corporal como dentro de su tracto digestivo. De este modo, al alimentar a las larvas, las nodrizas portadores transmiten oralmente la infección o inclusive lo hacen indirectamente contaminando a la celda. Una vez dentro del intestino de la larva, las esporas germinan después de un período variable que fluctúa entre las 24 y 48 horas, originándose así las formas vegetativas. Estos bacilos flagelados se reproducen y desarrollan dentro del tracto digestivo de la larva. Cuando la larva pasa al siguiente estadío, durante el desarrollo de la “pre-pupa” (Woodrow & Holst, 1942; Bailey 1984), estos bacilos penetran activamente la membrana peritrófica y la pared intestinal, produciendo la invasión bacteriana de la hemolinfa (Bailey & Ball, 1991). A partir de ese momento la bacteria sigue desarrollándose y reproduciéndose rápidamente, ocasionando la muerte de la cría por septicemia generalizada (Bambrick, 1964). La muerte puede ocurrir en el estado de prepupa o pupa y luego de transcurridos varios días la larva se deseca y adquiere un color negro. En esta etapa se denomina “escama” y tiene un muy alto poder infectivo (Bailey & Ball, 1991). En resumen, el ciclo de la enfermedad (ver Figura 1) puede describirse de la siguiente manera:

Fig 1: Momento que afecta la Loque A. en el ciclo de vida de la abeja. Diseminación y distribución de la enfermedad
Ingestión de alimento con esporos de P. larvae por larvas.
Germinación de las esporas dentro del intestino de la larva y multiplicación restringida al tracto intestinal de la forma vegetativa o bacilo flagelado.
Una vez que la larva pasa a estado de pre-pupa, ocurre la invasión y multiplicación de la bacteria en la hemolinfa.
Frecuentemente cuando la celda se encuentra operculada, la infección se difunde y la pre-pupa o pupa muere por septicemia.
Formación de la “escama” de alto poder infectivo.
La prepupa o pupa muerta va adquiriendo paulatinamente una coloración cada vez más oscura debido a la pigmentación propia de P. larvae. Esta “escama “ puede llegar a contener hasta 2,5 billones de esporas (Bailey & Ball, 1991). A partir de la formación de las “escamas” el material se torna muy infectivo y las mismas son una importantísima fuente de diseminación de las esporas. Bambrick y Rothenbuhler, (1961) describen que con muy pocas esporas es posible infectar una larva de menos de 24 horas de vida. Además, las mismas abejas por medio del pillaje, deriva y alimentación difunden la infección en la propia colmena y entre diferentes apiarios (Hornitzky, 1998). En las condiciones actuales de manejo comercial de las explotaciones apícolas, en las cuales es común el traslado de materiales entre diversas regiones y países, el hombre constituye un eslabón fundamental en la diseminación de la Loque Americana.
La distribución de esta enfermedad es mundial, aunque pocos países de América del Sur y del continente africano no reportan su presencia (Nixon, 1982). La primera persona del continente americano en reconocerla fue Moses Quinby en los Estados Unidos (Root, 1950). En nuestro país se detectó en el año 1989 (Alippi y Nuñez, 1991; Alippi, 1992 ) y se sugiere que probablemente el origen de esta enfermedad fue el ingreso de material vivo, importado proveniente de los EE.UU. Datos posteriores indican una diseminación de esta enfermedad, en la mayoría de las provincias de mayor importancia en producción Apícola, con incidencias hasta del 30% descriptas en el Partido de Tandil (Del Hoyo y col., 1993). Este es uno de los de los partidos de mayor importancia en la producción apícola y además la Provincia de Buenos Aires concentra el 60% de la producción nacional de miel. Esta enfermedad constituye una seria amenaza para la industria apícola en general y limita la comercialización de sus productos.
Detección de la enfermedad en el campo
La Loque Americana se puede identificar claramente observando los marcos de cría de los panales afectados. Estos marcos cuando están afectados por la Loque Americana clásica, presentan una distribución irregular. Así, se pueden detectar celdas infectadas y sanas en el mismo panal. De acuerdo con el grado de infección que presenten la visualización suele presentar un aspecto de mosaico, o sea la presencia de celdas afectadas intercaladas con otras sanas, lo que a campo se describe como panales de “aspecto salteado”. De este modo, cuando se observan con mayor detenimiento, algunas de las celdas se encuentran con crías vivas mezcladas con otras muertas, algunos opérculos hundidos y otros de aspecto grasiento, pudiendo también visualizarse perforaciones irregulares debido a la limpieza sanitaria parcial que efectúan las mismas abejas. Es importante mencionar que las primeras infecciones son muy difíciles de detectar en el campo. La muerte principalmente de pre-pupas y en segundo lugar de pupas, se produce luego de ser operculada la celda. La cría muere una vez finalizada su etapa larval. Va cambiando de color y consistencia, primero desde el pardo amarillento, luego un pardo oscuro y por último un negro pardusco; durante este cambio de coloración la larva se va achicando, deformando y finalmente se adhiere hacia uno de los lados de la celda, hasta adquirir el aspecto de una costra o “escama”. La misma es de difícil extracción, tanto para las abejas como para el apicultor (Bruno, 1999), de modo que al intentar extraerla generalmente se suele romper. En algunos casos la lengua o glosa permanece adherida en forma vertical cruzando la celda; esto último sucede cuando la muerte ocurre pasado el estadio de pre-pupa. Esta escama es en realidad un cultivo puro de billones de esporas y constituye la principal fuente de difusión de la infección. En general sólo se afecta la cría de las abejas obreras y ocasionalmente la de los zánganos y las reinas (Anónimo, 1967).
Esta enfermedad es tan típica que su detección puede efectuarse directamente en el campo, aunque con la ayuda del laboratorio se puede obtener una confirmación inequívoca del diagnóstico. Su determinación en el campo puede realizarse al localizar cuadros de cría con el aspecto y los síntomas clásicos de la Loque Americana que fueron descriptos anteriormente. Se extrae una de las larvas afectadas de apariencia viscosa y se la macera con un palillo. Al estirarla se forma un largo filamento de 2,5 hasta 4 cm que tiene el aspecto y consistencia de un “chicle”. Si se abre la colmena en los casos avanzados de esta enfermedad, es muy notable percibir un fuerte olor pútrido y penetrante que es similar al de la cola de carpintero.
Diagnóstico bacteriológico
Una vez que se detecta la clásica enfermedad en el campo, lo ideal es que se tomen las correspondientes muestras para su posterior confirmación en el laboratorio de bacteriología. Generalmente se pueden remitir al laboratorio directamente los panales afectados tomando la precaución de envolverlos con papel y bolsas plásticas o envases de cartón, para evitar así la diseminación de las esporas. El diagnóstico de laboratorio utiliza técnicas para detección, aislamiento e identificación de Paenibacillus larvae a partir de cultivos realizados con restos larvales (A. Alippi, & Nuñez, 1990) o esporas contenidas en miel (van der Horst, 1998). Dado que las esporas de las escamas son altamente resistentes y se conservan inalteradas por muy largo tiempo, para el estudio de este agente bacteriano no se necesitan utilizar medios de transporte. Para conservar el material por largo tiempo directamente se pueden congelar los panales afectados. Al realizar este procedimiento, luego al descongelar para su cultivo, la escama se separa más fácilmente de las paredes de la celda.
Dado que el P. larvae es un agente patógeno altamente especializado de la larva de la abeja, las esporas sólo pueden germinar y desarrollar formas vegetativas in vitro mediante el empleo de medios de cultivo muy ricos en elementos nutritivos. De hecho, una característica diferencial de P. larvae es su incapacidad para desarrollar en medios de cultivo simples, que usualmente permiten la germinación de esporas bacterianas de la mayoría de las cepas saprófitas de Bacillus spp. Es por ello adecuado el uso de una base rica como infusión cerebro-corazón (Goodwin, 1994), Columbia agar con el agregado de sangre de ovino (Heyndrickx et al., 1996), agar base sangre con sangre equina (Nordström & Fries, 1995) y agar MYPGP que tiene como base al medio Müller-Hinton (Dingman & Stahly, 1983). Los componentes indispensables para el crecimiento de P. larvae son la tiamina o vitamina B1, el extracto de levadura y varias peptonas. Para lograr la esporulación se describe el agregado de glucosa y piruvato de sodio (Dingman et al., 1983). También se han diseñado medios de cultivo específicos y selectivos, especialmente desarrollados con ácido nalidíxico para la búsqueda de P.larvae en muestras con bajo número de esporas y que están contaminadas con otras bacterias (Alippi, 1996). Estos medios selectivos no se requieren para el aislamiento a partir de escamas, dado que las mismas per se constituyen un cultivo puro de P. larvae.
Para la identificación de cultivos de P. larvae (Alippi, 1992) se pueden realizar pruebas bioquímicas específicas con el agregado a los medios de crecimiento de tiamina a razón de 1 µg/mL, obteniéndose los siguientes resultados: catalasa negativo, hidrólisis de la esculina positivo, crecimiento en agar citrato de Simmons negativo, producción de ácido sulfhídrico negativo, producción de indol negativo, reacción de Voges-Proskauer negativo, gelatinasa positivo, ß-galactosidasa u orto.nitro.fenil-ß-D-galactopiranosido (ONPG) negativo, ureasa negativo, no hidroliza al almidón y fermenta la manosa, glicerol, ribosa y trehalosa, pero no fermenta a la sacarosa y xilosa. Para la diferenciación de P. larvae larvae y P. larvae pulvifaciens se utilizan las siguientes pruebas bioquímicas (Tabla 1): dependencia de la tiamina (1 µg/mL) para crecimiento, crecimiento a 20°C, fermentación del manitol y salicina e hidrólisis de la arginina (Heyndrickx et al., 1996; Sneath, 1986).
1 Laboratorio de Bacteriología, INTA EEA Balcarce
2 Unidad Integrada Fac. de Ciencias Agrarias, UNMdP- INTA EEA Balcarce; PROAPI.
Email: hterzolo@balcarce.inta.gov.ar; pachacana@balcarce.inta.gov.ar

18 enero 2011

LOQUE AMERICANA

AGENTE CAUSALLa Loque americana (LA) es una enfermedad bacteriana producida por un bacilo denominado Paenibacillus larvae White., este microorganismo posee forma de bastón de unas 2,5 a 5 micras de largo por 0,4 - 0,8 micras, móvil con flagelos. Una característica fundamental de P. larvae es la formación de endosporas, las cuales son extremadamente resistentes al calor (30 minutos a 100 y 15' a 120), desinfectantes químicos, cloro, radiación UV (20 minutos), iodados y agua caliente con cualquier aditivo.
Las esporas de Paenibacillus larvae pueden permanecer infectivas por mas de 40 años, aunque ven disminuida su viabilidad luego de este periodo. Presentan la particularidad física fundamental de poseer movimiento browniano, por lo tanto, cuando se observan al microscopio óptico se muevan constantemente permitiendo así una mejor identificación.
SINTOMATOLOGIA Y DAÑO
 
La Loque Americana es una enfermedad de las crías que las mata después que han terminado su etapa de larva. Principalmente mueren en estado de propupa, aunque es probable que algunas lo hagan en estado de pupas. Luego de 1 mes de la muerte de la larva, es característica la formación de una escama adherida a la pared inferior de la celda pudiendo permanecer en el panal por varios años sin que las abejas la retiren.
 Cuando la enfermedad se presenta los opérculos de los panales de cría se tornan húmedos y mas oscuros, para luego hundirse. Es en ese momento que las abejas comienzan a retirar los restos larvales. Luego de muertas, las crías adquieren un color castaño y despiden un olor desagradable.
Las larvas muertas por L.A. adquieren una consistencia semifluida, que se asemeja a la goma de mascar, es por esto que cuando se introduce un palillo dentro del opérculo este arrastra un residuo castaño en forma de hebra viscosa, que se estira hasta 4 cm.
Actualmente se están presentado casos, que si bien presentan una sintomatología clínica dudosa (Loque atípica), mediante técnicas de laboratorio se confirma la presencia de Paenibacillus larvae, agente causal de Loque americana. En estos casos se presentan diferentes bacterias asociadas.

 CICLO DE VIDA
Las larvas de abejas se infectan al ingerir el alimento contaminado con esporas de LA éstos germinan irregularmente en un periodo entre 24 y 48 hs. en el intestino y dan origen a las células vegetativas (bacilo). Las bacterias no pueden atravesar la pared intestinal hasta que la larva se convierta en propupa. Cuando esto ocurre, las bacterias llegan a la hemolinfa y proliferan multiplicándose violentamente hasta matar a la cría.
Una escama posee aproximadamente 2,5 billones de esporas.
Larvas de menos de 24 horas solo necesitan 6 esporas para infectarse, mientras que una larva de 3 días necesita ingerir millones de esporas para ser infectada ; pasado este período difícilmente se infecten.
Las larvas de REINAS son más susceptibles a la enfermedad que las larvas de OBRERAS y estas que las larvas de ZANGANOS.

DIFUSION DE LOQUE AMERICANA Los principales agentes de difusión de la enfermedad son : pillaje, deriva de abejas, alimentación (miel y polen), intercambio de cría de una colmena a otra y el manejo del apicultor (palanca, guantes, panales abandonados en galpones abiertos, vehículos contaminados, etc.).
Las colonias muy afectadas de LA, ven gradualmente disminuida su población, hasta el punto que la reina con unas pocas abejas, abandonan las mismas, si bien las causas de este abandono no son aun muy conocidas, algunos autores sostienen que puede ser producido por el excesivo olor reinante en el medio-ambiente de la colmena. Este hecho deja la colmena infectada expuesta al pillaje de las otras colonias del apiario.
La Loque Americana es una enfermedad NO ESTACIONAL, que lleva invariablemente a la perdida de la colonia. Aunque puede suceder que cuando aparece un brote este luego desaparezca, es improbable que las abejas puedan retirar de esa colonia todos los esporas formados durante esa primera infección. Por consiguiente en algún momento esos esporas pueden comenzar otra vez el ciclo.
Los esporos pueden ser transmitidos a las larvas por las abejas adultas encargadas de limpiar los panales, también pueden contaminarse por esporos que persisten en el fondo de las celdas.
Las abejas adultas pueden identificar la infección muy poco después que esta se produce. Sin embargo durante la enjambrazón en el momento de elegir una nueva colmena, ellas no pueden distinguir entre panales contaminados o no, por lo cual mantener colmenas muertas y abandonadas en el campo puede ocasionar la infección de enjambres.
En la mayoría de los casos las colonias enfermas que se recuperan parecen sanar abruptamente durante la temporada de miel. Esto se debe fundamentalmente a:
  • Los esporos pueden diluirse en el néctar recién recolectado hasta tal punto que las larvas jóvenes susceptibles tienen pocas probabilidades de recibirlas con el alimento.
  • Las abejas evitan almacenar miel o polen en celdas que contengan restos larvales de larvas muertas por Loque Americana.
  • El flujo del néctar estimula el comportamiento higiénico de las nodrizas.
IMPORTANCIA DE LA MIEL COMO FUENTE DE CONTAGIO Presencia de esporos en miel:
  • 100% de las colonias infectadas
  • 26.1% de las colonias sanas ubicadas en colmenares que hayan tenido algún caso positivo.
  • 4% de las colonias sanas de apiarios que no presentan la enfermedad, pero ubicadas en zonas infectadas. (Hornitzky & Karlovskis, 1989)
Mantener bajos niveles de infección contribuye a frenar el grado de difusión de la enfermedad, ya que durante el proceso de deriva, abejas de colmenas infectadas, son capaces de transmitir la enfermedad a colmenas fuertes.
DIAGNOSTICO:Por tratarse de una enfermedad agresiva, es importante saber reconocerla y detectarla en los primeros momentos de la infección.
Se deben considerar determinadas pautas al momento de realizar la inspección :
  • Porcentaje de marcos de cría inspeccionados.
  • Localización en la cámara de cría de los marcos que se inspeccionan.
  • Frecuencia en el año/temporada con que se realizan las inspecciones.
  • Observación minuciosa de los opérculos y restos larvales.
  • Tiempo empleado en la inspección de la cámara de cría.
Durante la observación a simple vista se puede ver:
  • El panal de cría no tiene una postura pareja. Se ven celdillas vacías, sin postura, ni larvas, alternadas con celdas operculadas (cría salteada).
  • En los panales de cría suelen encontrarse opérculos hundidos, mas oscuros que lo normal, grasosos y con pequeñas perforaciones.
  • Larvas muertas de color marrón, de aspecto "gomoso", que al introducir un palillo y retirarlo se estira como "chicle".
  • Las escamas, producto de las larvas muertas, quedan adheridas longitudinalmente a la pared de las celdas. Son de color marrón muy oscuro, casi negro, muy difíciles de retirar.
  • Las larvas muertas, comienzan a descomponerse, desprendiendo un olor fuerte característico.
CONTROL Por las características propias de la enfermedad, una vez que la LA se detecta en una región muy difícilmente pueda ser erradicada por completo de dicha zona. Cualquiera de los métodos descriptos a continuación deben complementarse indefectiblemente con un programa intensivo de revisiones periódicas de los apiarios (en un intervalo de 90 días como mínimo), incluida la época invernal, ya que una sola colonia abandonada en el campo puede destruir el trabajo de varios años de control.
Resulta imprescindible adecuar las acciones tendientes a controlar la enfermedad de acuerdo a cada caso y a cada sistema en particular, debidamente asesorado por un técnico.
Destrucción por fuego de las colonias enfermas: Esta es siempre la mejor opción para erradicar la enfermedad. La destrucción implica:
  • Se debe realizar un pozo en la tierra con un diámetro de acuerdo a la cantidad de material a quemar, de aproximadamente 60-70 cm de profundidad. Sobre el hoyo se colocan 2 o 3 palos verdes o barras de metal, donde se colocará el material a ser quemado.
  • Matar las abejas mediante la utilización de un insecticida o un paño embebido en nafta (300 ml). Para este procedimiento no se debe usar humo, ya que las abejas llenan sus buches con miel contaminada aumentando el riesgo, de escape y contaminación de otras colmenas. Este procedimiento se puede realizar a cualquier hora del día debido a que las abejas que están pecoreando difícilmente presenten esporos en sus buches, ya que ellas retornan con néctar recién colectado de flores.
  • Una vez que se verifica que las abejas han muerto se procede al quemado de panales, abejas y marcos. Si el material de madera no es incinerado junto con las abejas se debe desinfectar o esterilizar perfectamente.
  • Durante el proceso de quemado se debe evitar que la miel sea derramada fuera del pozo.
  • Una vez finalizada la incineración se debe tapar el pozo, a fin de evitar el pillaje de la miel, cera y propóleos, que no se hayan terminado de quemar.
  • Este sistema es recomendable cuando la incidencia de LA en los apiarios es menor al 5% anual.
Paquetes de abejas La tecnología de paquete, es uno de los métodos mas eficaces para recuperar colonias afectadas con Paenibacillus larvae. Si bien esta tecnología no es 100% eficaz, permite disminuir la infección mejor que cualquier otra alternativa de manejo.
Los pasos a seguir son los siguientes:
  • Cortar las alas y enjaular las reinas de las colmenas afectadas.
  • Sacudir con ayuda de un embudo y un rociador de agua; las abejas dentro de un paquete, conste que las abejas deben ser rociadas previamente al sacudido. Al igual que para quemar una colonia debemos evitar el uso de humo, reemplazándolo por un buen rociador de agua con azúcar.
  • La cantidad de abejas necesarias para la confección de un paquete de recuperación de colonia, es aproximadamente 1800 gramos, que son aproximadamente 6 marcos de abejas.
  • En caso de que una colonia muy debilitada por la enfermedad no alcanzara este peso se debe completar con abejas de otra colmena.
  • Matar el excedente de abejas e incinerar los panales de cría y polen. La miel puede ser extractada si se manipula adecuadamente para evitar el pillaje. El resto del material apícola deberá ser desinfectado.
  • Colocar los paquetes con alimentador en un lugar oscuro y fresco, durante 48 o 72 horas
  • Preparar una cámara de cría, con tres marcos de cera estampada y un alimentador, nunca se deberán utilizar cuadros con cera labrada ya que las abejas tienden a colocar la miel con esporos en las celdillas.
  • Colocar el paquete dentro de la cámara, durante dicha operación se deberá sacar la reina y colocarla entre los marcos de cera estampada, retirando el tapón del candi. y mantener la cámara totalmente hermética durante 48 horas.
  • Abrir un poco la piquera y llenar nuevamente el alimentador de jarabe con antibiótico.
  • Alimentar cada 4 o 5 días, hasta que completen la cámara.
Cepillado Doble Dicho procedimiento consiste en:
  • Apartar la colmena de su lugar y colocar un nuclero vacío de cuadros.
  • Sacudir los cuadros de abejas dentro del nuclero con alimentador.
  • Los marcos de la colmena con cría deben ser INCINERADOS indefectiblemente y la cámara desinfectada. Los cuadros con cera podrán fundirse y utilizarse para estampado. La miel podrá extractarse y utilizarla solamente para consumo humano, "nunca deberá alimentar a las abejas con esa miel".
  • El núcleo, en el que se han sacudido las abejas, se dejará en el lugar hasta el anochecer para asegurarse que todas las abejas retornen del campo; en ese momento se debe cerrar con alguna tela metálica que permita la aireación y mantenerlo cerrado por 48 o 72 horas.
  • Al cabo de este tiempo el nuclero se podrá trasvasar a una cámara con cera estampada y alimentador.
  • Alimentar cada 4 o 5 días, hasta que completen la cámara.
  • En el momento que las abejas hayan labrado y contenga las primeras larvas de obreras, se debe añadir en el alimentador jarabe con antibiótico.
  • Esta técnica si bien es mas sencilla que la de paquete, ha ofrecido muchos menos resultados, tanto en recurrencia de LA, como en pérdida de colmenas durante el proceso. En la mayor parte de los casos las abejas mueren en el nuclero o abandonan la cámara.
Cepillado simple:
Quimioterapia
Oxitetraciclinas :
Sulfatiazol sódico :
Es importante recalcar que el sulfatiazol sódico permanece dentro de la colmena por varios meses en forma activa, por lo cual su uso puede contaminar seriamente la miel.
Otros antibióticos :
Tilosina :
Aceites esenciales :
Formas de Aplicación y dosis Utilización de pastas medicamentosasLas pastas medicamentosas o Tortas son formadas esencialmente por Aceite vegetal, azúcar y la droga a utilizar. La relación de cada componente es la siguiente:

  • 300 gr. de azúcar
  • 150 gr. de aceite vegetal hidrogenado
  • 1,25 gr. de clorhidrato de oxitetraciclina
A estas pastas se les puede adicionar gelatinas saborizadas de diferentes gustos, a fin de mejorar la aceptación, de las mismas.
Uno de los inconvenientes del uso de pastas medicamentosas, es la dificultad que tienen las abejas para su consumo, es común encontrar que colonias vigorosas presentan una buena utilización y las colonias pobres en población (generalmente aquellas que presentan problemas sanitarios) no lo consumen o lo consumen muy parcialmente.
EspolvoreoSe aplican por espolvoreo mezcladas con azúcar impalpable o azúcar molida, en una proporción de:

  • 43,7 gramos de azúcar.
  • 1,3 gramos de clorhidrato de oxitetraciclina.
  • distribuidos en tres aplicaciones de 15 gramos cada una.
Las oxitetraciclinas tienen el inconveniente de reaccionar negativamente con las féculas, por eso no es conveniente administrarla con azúcar impalpable (ya que muchas de estas azúcares presentan grandes cantidades de fécula), lo conveniente es moler azúcar común o administrarlo con jarabe.
Se aconseja no espolvorear los medicamentos directamente sobre los panales de cría sino alrededor de estos, ya que cuando el apicultor aplica directamente sobre la cría, los medicamentos suelen mezclarse con el alimento que las obreras dan para las larvas. La alimentación directa de la mayoría de los medicamentos lleva a la muerte de la larva.
CONSIDERACIONES FINALES ACERCA DEL USO DE ANTIBIOTICOS La eficacia del tratamiento con fármacos es muy variable, los resultados dependen del grado de contaminación del equipo, de la habilidad del apicultor y de la variabilidad de muchos factores naturales que influyen en el curso de la enfermedad.
Los tratamientos incompletos traen aparejado la aparición de resistencia por parte de las bacterias.
Por otra parte una sobredosificación representa un peligro ya que el exceso de antibiótico puede pasar a la miel; los tratamientos se deben suspender indefectiblemente 2 meses antes de la mielada para evitar la presencia de dichos residuos.
El resultado inmediato del tratamiento con antibióticos es una disminución rápida de los síntomas. Sin embargo se debe considerar que estos fármacos actúan solamente sobre la fase vegetativa de la bacteria sin tener ninguna acción sobre las esporas, con lo cual la colonia continua con la enfermedad sin presentar signos clínicos.
También debemos saber que una vez que se ha comenzado un programa de prevención y control con antibióticos, es muy difícil suspender, el uso de los mismos. Existe la posibilidad que luego de varios años de tratamientos preventivos, se desencadenen infecciones masivas de las colmenas con marcados signos clínicos, como consecuencia de ciertos problemas con los antibióticos como: resistencia por parte de las bacterias, errores de manejo, etc. (ver gráfico siguiente).
La actividad de los antibióticos disminuye rápidamente en los jarabes medicamentosos por lo que es preciso preparar solo lo que será utilizado ese día.

DESINFECCION DE MATERIALES APICOLAS Esterilización por fuego: En caso de no quemar las cámaras de cría, pisos y techos se deberá proceder a una exhaustiva desinfección que puede consistir en:
Quemado en forma de pira o chimenea:

  • Se colocan 6 o 7 alzas invertidas en forma de chimenea.
  • Se las rocía con querosén, debajo se coloca un techo o piso con un poco de querosén.
  • Una vez que todo esta listo se prende fuego, con los cuidados necesarios de estar trabajando con material inflamable y se deja arder hasta que el apicultor observe que comienza a salir humo de color negro, típico de la combustión de la madera.
  • En ese momento se coloca un techo encima de la pila de alzas con el objetivo de ahogar el fuego.
  • En caso de no apagarse lo mas aconsejable es derrumbar la pila y apagar con arena o agua.
  • Los pisos y techos se pueden quemar con querosén individualmente de uno en uno.
  • Luego de que el productor realice este procedimiento varias veces logrará hacerlo tan eficientemente que podrá desinfectar gran cantidad de material en poco tiempo.
Parafina caliente: Este sistema consiste en sumergir el material apícola en parafina a 150 grados, para dicho proceso se deben construir algunos aparatos, que permitan la realización del trabajo en forma segura. Algunos diseños como el DHT permiten una desinfección adecuada con un gran margen de seguridad. Dicho diseño permite colocar el material en parafina caliente y dejarlo por un lapso de 5 minutos sumergido, esto basta para realizar una buena desinfección. Por medio de este sistema no solo se logra un buen resultado en términos sanitarios sino que permite una mayor vida útil del material apícola.
Lavado con soda cáustica: Sumergir el material en soda cáustica al 15% con agua hirviendo, esto se debe realizar con mucho cuidado ya que el producto es altamente corrosivo y puede dañar al apicultor.
Antes de tratar los materiales, deben ser raspados para no malgastar la solución disolviendo grandes piezas de cera y propóleo y así facilitar la penetración en los huecos del material.
El material debe permanecer sumergido desde 5 a 20 minutos, como máximo ya que la solución destruye las fibras de la madera. Una vez retirado se deberá colocar en agua limpia. Se debe tener presente que el hidróxido de sodio es sumamente tóxico.
ESTERILIZACION DE MATERIALES APICOLAS RadiaciónUna de las alternativas es la irradiación con cobalto-60.
Actualmente en la Argentina se puede esterilizar todo el material de colmenas por medio de radiación Gamma proveniente de Cobalto-60. Para tal proceso comunicarse con el centro Atómico de Ezeiza.
Consideraciones finales acerca de la esterilización de panales
Indudablemente el mejor proceso de esterilización es quemar los panales que contengan restos larvales con Loque Americana; y fundir todos aquellos que no contengan cría, para su posterior estampado, ya que en este proceso gran cantidad de esporos se destruyen o son eliminados.
Muchos de los productos aquí mencionados son sumamente peligrosos para la salud y el medio ambiente, por lo que se recomienda:

  • Adquirir productos de reconocida calidad.
  • Leer bien y detalladamente las instrucciones de uso.
  • Extremar las medidas de precaución ya que muchos de ellos son sumamente cáusticos.
  • Ante la menor duda consulte a un profesional o un centro especializado.
probados in vitro, permiten vislumbrar buenos resultados en el control de la enfermedad. un antibiótico de uso común en avicultura, probado con excelentes resultados a campo en dosis de 1,5 gr. de principio activo por colmena, suministrado en un paquete medicamentoso constituido por 50 gr. de azúcar, 20 a 30 gr. de gelatina de cereza y la droga.Ultimamente fue presentado en la Univ. de La Plata, dos nuevas alternativas para el control químico de la Loque Americana:No se recomienda su uso en Argentina. Se han encontrado un gran número de cepas bacterianas de Paenibacillus larvae resistentes al sulfatiazol.Las oxitetraciclinas resultan eficaces cuando una colonia recibe entre 1,20 y 1,25 gramos en 5 litros de jarabe, concentraciones mayores son tóxicas para las abejas.

  • Colocar inmediatamente al lado de la colmena enferma una cámara desinfectada.

  • Colocar 3 cuadros de cera estampada, un alimentador y la reina.

  •  Es importante saber que mediante esta metodología solo se baja el nivel de infección de las colmenas, no se elimina la enfermedad por completo, por lo tanto es altamente probable que esta vuelva a aparecer en los próximos meses. Por lo que utilizar este método es aconsejable solo cuando el número de colmenas afectadas es muy grande y el nivel de infección de cada colmena es bajo.

06 enero 2011

ESPECIAL LOQUE AMERICANA

Por M. del Hoyo*, E. Bedascarrasbure°, A. Palacio', M. Basualdo* y E. Figini*
* Facultad de Ciencias Veterinarias (UNCPBA), ° INTA, ' Facultad de Ciencias Agrarias (UNMDP). / Miembros del PROAPIDIEZ AÑOS CON LOQUE AMERICANA EN ARGENTINALa loque americana o familiarmente "la loque" como la conocen los apicultores, comenzó a producir perdidas y problemas en Argentina en 1989, A partir de ese momento la apicultura de este país, ya no fue igual. Durante los primeros años, se suscitaron una innumerable cantidad de problemas, básicamente relacionados con el hecho de esconder el problema para no ser acusados de malos apicultores o portadores de una peste contagiosa, que complicaba el comercio, básicamente de abejas.
Durante este período, denominado por muchos técnicos como la etapa "muda", se sucedieron barreras sanitarias, peleas de apicultores, poca información y mucho miedo a contraer la infección. Debido a que nadie denunciaba la enfermedad no se tienen cifras exactas de la cantidad de colmenas muertas o enfermas durante ese tiempo pero algunos técnicos han reconocido que durante esta etapa la incidencia superaba el 15% lo cual involucraba mas de 200.000 colmenas afectadas.
Primeras accionesLa situación no varió mucho hasta 1993, donde comenzó la etapa de "reconocimiento". Algunos apicultores, desesperados por el avance de la enfermedad comenzaron a solicitar al INTA (Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria) y a las Universidades mayor información, se comenzaron a dictar charlas en todos los puntos del país y fue el motivo de conversación de cuanta reunión apícola se realizó en este período. También durante esta etapa comenzaron a elaborarse estrategias de manejo que aun hoy se utilizan con éxito en Argentina, y así se incorporaron al vocabulario de los apicultores nuevas palabras antes desconocidas: cepillado, paquete sanitario, quemado, incinerado, desinfección, parafinador, autoclave, cera esterilizada, etc. cosas tan comunes hoy en día que parece mentira que 7 u 8 años atrás no existieran.
En 1994 se realizó un Taller Internacional que reunió a especialistas internacionales y nacionales, para elaborar una estrategia combinada en todo el país. De este modo y ayudados por una coyuntura de precios altos en los años subsiguientes se comenzó a desarrollar el programa de "Control de Loque Americana". Pocos apicultores quedaron en el país que no conocían este flagelo y ante el mínimo caso se tomaban medidas por parte de ellos. Se quemaron miles de colmenas, se cepillaron cientos de miles, se paquetearon y se puede decir también que de algún modo todo el material que vuelve del campo por cualquier motivo (muertas de hambre, huérfanas o enfermas por cualquier causa), se desinfecta conscientemente antes de volver a utilizarlo.
Comenzamos a vivir una etapa de "maduración" que lleva implícito los vaivenes lógicos de las enfermedades contagiosas. Así la enfermedad pasa por momentos de un control casi total a focos peligrosos en distintas regiones, siempre relacionados con un singular número de problemas.
La concienciación del productor sobre la seriedad del problema llevó a una transformación de la industria apícola, la cual a su vez, generó tecnología tendente a reducir el número de esporas y consecuentemente la incidencia de la enfermedad. Hoy, existen varias plantas de cera estampada que eliminan los esporas de la cera, y empresas que fabrican parafinadores.
Las Cooperativas y Asociaciones de Apicultores, por su parte, utilizan extractores comunitarios adaptados para su desinfección entre una extracción y la siguiente. Los camiones que recogen borra o cuadros viejos tienen cubiertas protectoras que no permiten el pillaje.
Con muchísimo esfuerzo y a un costo enorme de mano de obra y material, se ha logrado mermar la difusión de la loque.
Ganamos experienciaHoy podemos decir que Argentina es de los países que más saben de esta enfermedad, tiene un equipo de jóvenes profesionales con amplia experiencia de campo y los apicultores manejan relativamente bien los tiempos epidemiológicos para el control. Poca es la información que Argentina ofrece al mundo, particularmente porque los problemas cotidianos dejan poco tiempo para escribir, mas de dos millones de colmenas, ofrecen un abanico de circunstancias que parecen no acabar.
Pero sin lugar a dudas los técnicos argentinos están en condiciones de mantener controlada esta enfermedad, solo necesitan apoyo gubernamental y trabajo. Cualquier técnico puede reconocer una situación de riesgo, los factores predisponentes, y detectar un foco nuevo de loque americana mucho tiempo antes de que éste se produzca, lo que hace que en la mayoría de los casos sean controlados o corregidos a tiempo. Igualmente y por problemas que veremos mas adelante, siempre aparecen nuevos y peligrosos brotes de esta enfermedad, tan difícil de controlar.
Qué hacen los apicultoresEl apicultor habitualmente utiliza todas las herramientas con las que cuenta; de este modo mezcla la quimioterapia, con las medidas de manejo, sabiendo de ante mano que con las primeras solo pone un freno temporal al problema y con las segundas empieza a realizar cirugía.
En términos generales cuando un apicultor encuentra colmenas enfermas en su colmenar, las retira, dependiendo del grado de infección. A las colmenas que quedan en el apiario suele curarlas con un antibiótico, no siendo ésta una practica generalizada; las colmenas enfermas se cepillan o paquetean y el material se desinfecta generalmente con parafina caliente (ver recuadros).
Una vez recicladas, las colmenas vuelven al apiario seguramente el próximo año. En otros casos, cuando las colmenas son pocas, son directamente quemadas.
Qué hace el gobierno
El gobierno a través de sus proyectos apícolas ha implementado estos últimos años varias medidas, desde las "apidemostraciones" (jornadas de campo donde se enseñan todas las prácticas de control, directamente en las colmenas), que recorrieron el país enseñando a los apicultores a cepillar, paquetear, desinfectar, y a conocer la enfermedad, hasta las charlas técnicas que podemos contar por cientos en un país tan grande como diverso.
Desde el proyecto donde pertenecemos la mayoría de los técnicos, el PROAPI o Proyecto Integrado de Desarrollo Apícola, que involucra al INTA, las Universidades de Mar del Plata, del Centro y de Córdoba y algunos gobiernos provinciales, se organizaron las "apidemostraciones" y varios cursos para "promotores apícolas" (profesionales jóvenes que se insertan en el medio apícola). Estos cursos permiten multiplicar, a través de ellos, los nuevos conocimientos e intercambiar con promotores mas experimentados las nuevas visiones del avance de ésta y otras enfermedades.
Por otro lado un Programa de Mejoramiento Genético de Abejas, (iniciado en 1992) básicamente enfocado a la resistencia a enfermedades de la cría, comienza a dar sus primeros resultados concretos en cuanto al control de esta enfermedad. Actualmente se comercializan en Argentina mas de 20.000 reinas con la característica de alto comportamiento higiénico, y se prevé cuadriplicar esta cifra en los próximos dos años. Esto podría aumentar la frecuencia de genes higiénicos a nivel del país durante la próxima década.
A su vez varios gobiernos provinciales han implementado medidas políticas y sanitarias para controlar la enfermedad.
La situación actualEl avance de la varroasis (cada vez más difícil de controlar) y la baja de los precios internacionales de la miel, han hecho que los apicultores en determinadas regiones pierdan un poco el control, lo que sumado a una menor presión del gobierno, ha desencadenado en la aparición de algunos focos esporádicos, sobre todo en regiones donde la sequía, la superpoblación de colmenas y la varroasis han hecho estragos en las colmenas. Estas situaciones de estrés y la menor atención (cantidad de visitas a los colmenares) son factores desencadenantes en la aparición de esta enfermedad.
Si bien estamos lejos de aquellos grandes focos de la etapa muda y de reconocimiento, es una luz de alerta para que los apicultores no bajen los brazos.
Asimismo, la incidencia dentro de los apicultores profesionales es muy baja, no superando en los peores
casos el 2% y en términos generales no supera el 3% del total de las colmenas de una región.
Con mucho trabajo y un programa concreto, Argentina ha superado un problema complejo.
CÓMO DARSE CUENTA DE UN POSIBLE FOCOVarios son los aspectos que un buen técnico observa, para poder establecer de antemano que algún problema asociado a bacterias esta apareciendo en los colmenares.
Factores en el colmenar
• Mayor recambio de reinas de lo normal.
• Colmenas desparejas (núcleos, cámaras y colmenas con tres o más alzas dentro de los colmenares).
• Gran cantidad de colmenas huérfanas.
• Poca producción de miel, de núcleos o de abejas.
• Gran disparidad en el desarrollo de la población de las colmenas de un apiario.
• Algunas colmenas muertas con cría y sin abejas.
Factores dentro de la colmenas• Desorden de la cámara de cría.
• Poca población.
• Panales engrasados y malolientes.
• Cría salteada.
• Opérculos hundidos y engrasados.
• Opérculos perforados.
• Larvas con consistencia de chicle.
• El color de algunas larvas cambia de blanco a marrón claro y marrón oscuro.
• Escamas adheridas a la pared inferior de la celda.
• Larva pupal hacia el centro de la celda.
Uno o varios de estos signos son suficientes para comenzar a tener sospechas de presencia de loque americana en las colmenas.

FACTORES PREDISPONENTES• Colmenas enfermas, principalmente atacados por Varroa.
• Hambre.
• Alimentación con miel (practica ya casi no usada en Argentina).
• Colmenas abandonadas.
• Poca revisión de las colmenas.
• Poco recambio de panales en la cámara de cría.
• Deficiente desinfección del material.
• Pillaje.
• Pillaje en salas de extracción.
• Colmenares en zonas muy pobladas de colmenas.

PROCEDIMIENTO DEL CEPILLADO
Dicho procedimiento consiste en:
1) Apartar la colmena de su lugar y colocar un nuclero vacío o una cámara con tres panales de cera estampada y un alimentador con jarabe.
2) Sacudir los cuadros de abejas fuera o dentro de la cámara con alimentador, cuidando colocar la reina dentro de la cámara entre los panales de cera estampada.
3) Los marcos de la colmena con cría deben ser incinerados indefectiblemente y la cámara desinfectada. Los cuadros con cera podrán fundirse y utilizarse para estampado. La miel se podrá extraer sin problemas para ser utilizarla para consumo humano, pero "nunca deberá alimentar a las abejas con esa miel".
4) El núcleo cámara, en el que se han sacudido las abejas, se dejará en el mismo lugar.
5) En el momento que las abejas hayan labrado y contenga las primeras larvas de obreras, se debe añadir en el alimentador jarabe con antibiótico.
Después de que las abejas hayan labrado los primeros tres marcos podrán añadir marcos de cera obrada, ya que las abejas habrán utilizado toda la miel contaminada en el proceso de labrado de cera.
El parafinado del material se está extendiendo cada vez más entre los apicultores; en las fotos, una vista general del parafinador dHT utilizado para la desinfección con parafinas (izquierda); ubicación del material dentro del canasto del dHT e introducción del canasto en el parafinador
DESINFECCIÓN• Los ensayos realizados en Argentina, han dado buenos resultados utilizando parafina a 160º C, o aceite de lino a la misma temperatura durante 10 minutos. El aceite de lino pierde temperatura en cada uno de las sucesivos recalentamientos, por lo cual para obtener buenos resultados, el material debe permanecer cada vez mas tiempo sumergido, llegando a 20 minutos a una temperatura de 120º C. Por estas razones, la mayor parte de los apicultores utilizan parafina. En el país existen centenares de parafinadores, comúnmente llamados "dHT".
• La mejor parafina que se puede utilizar es aquella que tiene un grado de fusión de 60º C.
• Es importante recalcar que temperaturas inferiores a 135º C, no ofrecen resultados satisfactorios de desinfección y aumentan ampliamente el consumo de parafina o aceites.
• Debido al costo de la parafina y del aparato, la utilización del mismo solo se justifica para grandes productores, cooperativas o grupo de apicultores.
• Se utiliza también la desinfección con autoclave, algunas empresas ofrecen el servicio de desinfección a apicultores en grandes autoclaves industriales. Tiene la ventaja de poder desinfectar grandes cantidades de colmenas en poco tiempo.
• Los apicultores con poca incidencia de loque americana utilizan el fuego como una herramienta para la desinfección.