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29 septiembre 2015

QUE ES LA ROYALACTINA???? - WHAT IS THE ROYALACTINA????

Por muchos años, los científicos han sabido que cuando a una larva de una abeja se la alimenta con la jalea real secretada por las obreras, esta se convierte en una abeja reina. Sin embargo, hasta ahora no se sabía cual era el factor responsable de la diferenciación ni la forma como actúa.  La Dra. Masaki Kamakura de la Universidad de la Prefectura de Toyama identificó y caracterizó la royalactina, la proteína responsable de la diferenciación de las larvas en abeja reina.

Cuando las hembras de las abejas melíferas (Apis mellifera) llegan a adultas, pueden ser diferenciadas en dos castas: las reinas y las obreras. Esta diferenciación no se debe a diferencias genéticas —ninguna  abeja esta programada para ser reina u obrera— sino depende de si fueron o no alimentadas, cuando eran unas pequeñas larvas, con la jalea real secretada por las obreras.

La diferencia entre una reina y una obrera es bastante notoria ya que, a parte de ser mucho más grande y se desarrolla mucho más rápido, puede vivir hasta 10 veces más (de 1 a  2 años), tiene los ovarios grandes y funcionales y puede llegar a poner hasta 2,000 huevos por día. Entonces, sería lógico pensar que la jalea real contiene algún tipo de factor inductor —al cual llamaron royalactina— que determina la diferenciación de estas dos castas. Sin embargo, este factor no ha podido ser identificado hasta ahora.

Fue así que Kamakura hizo una interesante observación. Cuando se almacenaba la jalea real a  40°C  por 7 días y se alimentaba a las larvas con ella, las abejas reinas resultantes tardaban más tiempo en desarrollarse y el tamaño de sus ovarios eran mucho más pequeños. El efecto se acentuaba cuanto más tiempo permanecía almacenada la jalea (14, 21 y 30 días), tanto así que, a los 30 días, la jalea real perdía su capacidad diferenciadora y las larvas alimentadas con esta jalea se convertían en abejas obreras.

Esta observación indicaba que el factor inductor responsable de la diferenciación de las abejas presente en la jalea real se degradaba gradualmente con el paso del tiempo, perdiendo su actividad completa a los 30 días. Existen muchas biomoléculas (azucares, proteína, grasas, etc.) que se degradan cuando son sometidas a altas temperaturas, así que el factor inductor podría tener cualquiera de estas formas químicas.
Para determinar que compuesto químico era el inductor, Kamakura hizo otro experimento. Almacenó la jalea real tanto a  40°C  y  4°C  para identificar que compuestos se degradaban en uno y no en el otro, después de 30 días. Al analizar los componentes presentes en la jalea real, ni los azúcares, ni las vitaminas, ni los ácidos grasos mostraron una reducción significativa. Sin embargo, al analizarlos mediante HPLC y electroforesis en poliacrilamida (PAGE) identificaron tres proteínas —una de 450kDa, otra de 170kDa y otra de 57kDa— que se degradaron durante el almacenamiento.

Por un lado, la proteína de 170kDa se degradó completamente sólo a los 14 días de almacenamiento, descartando que esta sea el inductor porque, según el primer experimento, aún se observaba un efecto sobre las larvas a los 21 días. La proteína de 450kDa prácticamente no se degradó, quedando un 90% a los 30 días, y la proteína de 57kDa —a la cual asignaron como la royalactina— se degradó por completo a los 30 días.

Así que Kamakura purificó las proteínas de 450kDa y de 57kDa para probar su efecto sobre las larvas a diferentes concentraciones (0.5 – 2.0% de su peso). La royalactina (57kDa) fue la única que redujo el tiempo de desarrollo de las larvas (a), aumentó el peso de la abeja (b) y también el tamaño de los ovarios (c). El mismo efecto se obtuvo con una royalactina recombinante (E-Rol) producida por E. coli.

Pero, como las abejas no son muy usadas como modelos biológicos, no existen muchas cepas mutantes que permitan determinar el mecanismo de acción de la royalactina. Por otro lado, la mosca de la fruta es un modelo biológico por excelencia, así que Kamakura usó a la Drosophila para hacer los análisis genéticos y observar el efecto de la jalea real en la diferenciación.

Cuando se le sometió a las larvas de la mosca de la fruta a un 20% de jalea real, Kamakura observó un sustancial aumento en el tamaño corporal, la fecundidad y en la esperanza de vida, así como también una reducción en el tiempo de desarrollo de la mosca. En otras palabras, la jalea real tenía prácticamente el mismo efecto en la abeja y en la mosca. Gracias a este sorprendente resultado, la investigadora pudo continuar sus experimentos en la mosca.

Al usar distintas cepas mutantes de moscas, Kamakura identificó que la royalactina actuaba a nivel del receptor del Factor de Crecimiento Epidérmico (EGFR) del tejido graso a través de la activación de la p70S6K, una kinasa que actúa sobre la subunidad 6 del ribosoma, fosforilándola y promoviendo la síntesis de proteínas. Este mecanismo permite que las células adquieran un mayor tamaño. Entonces, esto indicaría que el mayor tamaño de las moscas se debe a que las células son más grandes y no porque son más numerosas. También se observó que  la EGFR  estaba relacionada directamente con la prolongación de la esperanza de vida de las moscas, siendo la primera vez que se detecta este efecto en los animales.

Por otro lado, Kimakura observó que la vía MAPK era activada por  la EGFR , permitiendo una reducción en el tiempo de desarrollo de las moscas. Además, la royalactina tenía la capacidad de inducir la expresión de la ecdisterona (20E), una hormona juvenil esencial para el desarrollo de los ovarios.
Finalmente, para demostrar que todos estos resultados obtenidos en las moscas de la fruta pueden ser extrapolados a las abejas, Kamakura usó un ARN de interferencia (ARNi) para silenciar la expresión del gen EGFR en el tejido graso de las abejas melíferas. Este experimento confirmó que el efecto de la royalactina es similar en la mosca de la fruta y en la abeja melífera.

Entonces, para resumir, la royalactina actúa a nivel del receptor del Factor de Crecimiento Epidérmico del tejido graso de las larvas de las abejas, induciendo la diferenciación en abejas reinas a través de la activación de una kinasa que fosforila una subunidad del ribosoma, promoviendo la síntesis de proteínas, aumentando del tamaño de las células y prolongando la esperanza de vida de la abeja reina. Por otro lado, también se activa la vía de señalización celular MAPK, reduciendo el tiempo de desarrollo de la larva y se promueve la expresión de la ecdisterona, una hormona esencial para el desarrollo de los ovarios.

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13 julio 2015

LA RAZA CARNIOLA - THE BREED CARNIOLA.

La abeja de Carniola o abeja cárnica (Apis mellifera carnica) es una subespecie de abeja doméstica de Europa Occidental. Originaria de Eslovenia, tiene un área de distribución geográfica natural que abarca Austria, parte de Hungría, Rumania, Croacia,Bosnia y Herzegovina y Serbia.

Fue introducida por el hombre en otros países o continentes, como Canadá, Estados Unidos y Sudamérica.


Anatomía

Tiene el mismo tamaño que la abeja italiana, distinguiéndose por su color castaño-grisáceo generalmente oscuro, con rayas de un color castaño más ligero.

Las abejas carniolas son grandes y largas como la abeja negra de Europa occidental Apis mellifera mellifera. Su glosa o lengua es muy larga de 6,5 a 6,7 milímetros lo que le permite alcanzar néctar de flores como el trébol que otras abejas no pueden libar. Tiene muy buena producción de miel en primavera y verano, pudiendo alcanzar los mielatos de coníferas que no pueden aprovechar otras subespecies.

Presentan un pelaje muy corto. En Sudamérica, donde una serie de híbridos se naturalizó y es denominadas abeja criolla, siendo principalmente su abolengo genético el de Apis mellifera mellifera, no es posible distinguirla fácilmente de A. m. carnica. Los cruces de machos de raza carnica con otras razas de Apis mellifera dan excelentes resultados. En cambio, el cruce de abejas carnica con machos negros de Apis mellifera mellifera generan abejas muy enjambradoras.


Aspectos beneficiosos destacables.
  • Son mansas y poco agresivas .
  • Los apiarios pueden estar próximos a áreas pobladas.
  • Tienen mejor sentido de orientación que la abeja italiana.
  • Hay menos deriva de obreras.
  • No son pilladoras comparadas con las abejas italianas, pero pillan.
  • Pasan el invierno con una colonia más reducida.
  • Se adapta rápidamente a los cambios ambientales.
  • Se comportan muy bien en lugares de invierno largo.
  • Rápida producción de cría.
  • Poco propolizadoras.
  • Buena resistencia a enfermedades especialmente a enfermedades de la cría.
  • Bien adaptadas a las áreas de flujo de néctar en primavera, libando miel y mielatos.
  • Buena adaptación en general a todos los climas.
  • Almacena las provisiones cerca de la cría.
Aspectos no destacables.
  • Mayor propensión a enjambrar si no hay un manejo adecuado.
  • Poca producción de cera y de panales (no hay aceptación general en este punto).
  • No tiene buena adaptación a veranos calientes.
  • Es propensa al pillaje, cuando hay escasez de alimento.
THE BREED CARNIOLA.

Carniola bee or meat bees (Apis mellifera carnica) is a subspecies of honeybee in Western Europe. Originally from Slovenia, it has a natural geographical area covering Austria, part of Hungary, Romania, Croatia, Bosnia and Herzegovina and Serbia.

It was introduced by man in other countries or continents, including Canada, USA and South America.

Anatomy

Has the same size as the Italian bee, distinguished by its generally dark brown-gray, with stripes of a lighter brown color.

Carniolan bees are large and long like the black bee Apis mellifera mellifera western Europe. Its gloss or tongue is long from 6.5 to 6.7 millimeters allowing you to reach nectar of flowers such as clover that other bees can not suck. It has very good production of honey in spring and summer, can reach the honeydew of conifers that can not take advantage of other subspecies.

They have a very short coat. In South America, where a number of hybrids was naturalized and is called Creole bee, being mainly the genetic ancestry of Apis mellifera mellifera, it is not easily distinguished from A. m. carnica. Male crossings meat breed with other breeds of Apis mellifera give excellent results. Instead, crossing carnica bees with black males of Apis mellifera mellifera generate very swarming bees.

Remarkable beneficial aspects
  • They are gentle and less aggressive.
  • Apiaries may be close to populated areas.
  • They have better sense of direction than Italian bee.
  • There are fewer workers drift.
  • They not robber compared with Italian bees, but caught.
  • They spend the winter with a smaller colony.
  • It adapts quickly to environmental changes.
  • They behave very well in places long winter.
  • Rapid production of breeding.
  • Shortly propolizadoras.
  • Good disease resistance especially brood diseases.
  • Well adapted to the nectar flow areas in spring, sipping honey and honeydew.
  • Generally good adaptation to all climates.
  • Supplies stores near breeding.
No highlights
  • Greater propensity to swarm if there is no proper management.
  • Low production of wax and combs (no general acceptance at this point).
  • No good adaptation to hot summers.
  • It is prone to looting, when food shortages.

25 agosto 2014

Las abejas melíferas proceden de Asia y no de África - Honeybees come from Asia, not in Africa.

Llegaron hace unos 300.000 años y se extendieron rápidamente por Europa y África.

Fotos cedidas por la revista Nature


El primer análisis global de la variedad genómica de las abejas melíferas (Apis mellifera) ha dado como resultado algunas sorpresas; como que las abejas muestran un nivel sorprendentemente alto de diversidad genética y que la especie se originó en Asia y no en África como se pensaba hasta ahora, según un estudio publicado en «Nature Genetics».

La abeja melífera es de crucial importancia para la humanidad. Un tercio de nuestros alimentos depende de la polinización de frutos y vegetales por las abejas y otros insectos. En los últimos años preocupan las grandes pérdidas que se están produciendo de colonias de abejas, que se enfrentan a amenazas como enfermedades, el cambio climático y malas prácticas. Para combatir estas amenazas es importante entender la historia evolutiva de las abejas y cómo se adaptan a los diferentes ambientes en todo el mundo, dice el estudio.

Matthew Webster, investigador del departamento de Bioquímica y Microbiología de la Universidad de Uppsala, explica: «Hemos utilizado la genómica de alto rendimiento para responder a estas preguntas, y hemos identificado altos niveles de diversidad genética en las abejas. A diferencia de otras especies domésticas, el manejo de las abejas parece haber aumentado la variación genética por la mezcla de abejas de diferentes partes del mundo. Los resultados también pueden indicar que los altos niveles de endogamia no son la causa principal de las pérdidas globales de colonias».

Otro resultado inesperado fue que las abejas melíferas proceden de un antiguo linaje de abejas que anidan en cavidades que llegaron de Asia hace unos 300.000 años y que se extendió rápidamente a través de Europa y África. Hasta ahora, las investigaciones sugerían que las abejas melíferas eran originarias de África. «El árbol de la evolución que se construyó a partir de secuencias del genoma no admite un origen en África, y esto nos da una nueva visión de cómo las abejas se extendierony se adaptaron a los hábitats en todo el mundo», dice Webster.


Afectados por el cambio climático:

En este sentido, el análisis del genoma ha revelado señales que indican que hubo grandes fluctuaciones cíclicas en el tamaño de las poblaciones, que reflejan los patrones históricos de glaciación. Esto indica que históricamente el cambio climático ha afectado fuertemente las poblaciones de abejas. «Las poblaciones de Europa parecen haberse contraído durante las edades de hielo, mientras que las poblaciones africanas se han expandido en esos momentos, lo que sugiere que las condiciones ambientales allí eran más favorables», dice el investigador.

Asimismo, los investigadores también identificaron mutaciones específicas en genes importantes en la adaptación a factores como el clima y los agentes patógenos, incluidos los que participan en la morfología, el comportamiento y la inmunidad innata.


Fuente: http://www.abc.es/sociedad/20140824/abci-abejas-meliferas-asia-201408241849.html


They arrived about 300,000 years ago and quickly spread to Europe and Africa 

The first comprehensive analysis of genomic variety of honey bees (Apis mellifera) has resulted in some surprises; as bees show a surprisingly high level of genetic diversity and that the species originated in Asia and not in Africa as previously thought, according to research published in 'Nature Genetics'. 

The honeybee is of crucial importance for humanity. One third of our food depends on pollination of fruits and vegetables by bees and other insects. In recent years concern the large losses that are occurring in colonies of bees, which face threats such as disease, climate change and bad practices. To combat these threats is important to understand the evolutionary history of bees and how they adapt to different environments around the world, says the study. 

Matthew Webster, a researcher at the Department of Biochemistry and Microbiology, Uppsala University, explains: "We have used the high-throughput genomics to answer these questions, and have identified high levels of genetic diversity in bees. Unlike other domestic species, management of the bees seem to have increased the genetic variation of the mixture of bees around the world. The results may also indicate that high levels of inbreeding are not the main cause of global colony losses. "

Another unexpected result was that honeybees come from a long line of cavity-nesting bees that arrived from Asia about 300,000 years ago and spread rapidly across Europe and Africa. So far, the research suggested that honeybees originated in Africa. "The tree of evolution that was constructed from genome sequences not support an origin in Africa, and this gives us a new vision of how bees extendierony adapted to habitats around the world," says Webster. 
Affected by climate change: 

In this regard, genome analysis has revealed signs that were large cyclical fluctuations in the size of populations, reflecting historical patterns of glaciation. This indicates that climate change has historically strongly affected bee populations. "The populations of Europe seem to have shrunk during the Ice Ages, while African populations have expanded at that time, suggesting that environmental conditions there were good ', says the researcher. 

Also, the researchers also identified specific mutations in genes involved in adaptation to factors such as climate and pathogens, including those involved in morphology, behavior and innate immunity.

18 abril 2014

Detectan virus relacionado con el CCD - CCD Detected virus related (Spanish - English).

Detectan virus relacionado con el CCD.


Investigadores de Estados Unidos y Beijing han descubierto que patógenos virales que infectan a las plantas han sido traspasados a las abejas lo que podría explicar su declive.


La investigación, publicada en la revista científica del American Society for Microbiology, encontró en forma accidental en las abejas, la presencia de un virus encontrado normalmente en las plantas. Esta es la primera evidencia de infección de abejas que han estado expuestas a polen infectado con virus ARN lo que las afecta dispersándose por todo su cuerpo, excepto en los ojos.
Ya es sabido que las abejas (Apis mellifera) pueden actuar como vectores en la transmisión del Tobacco Ringspot Virus (TRSV). Alrededor del 5% de los virus de las plantas son transmitidos por el polen.
Los virus de ARN tienden a ser peligrosos porque no tienen la función de corregir errores en los genomas replicados. El resultado es que los virus como el TRSV generan una amplia variante de copias con distintas propiedades infectivas que pueden afectar la respuesta inmune. Esas fuentes de diversidad genética, junto con el gran tamaño de poblaciones, facilita la adaptación del virus a nuevas condiciones de selectividad, como las impuestas por sus nuevos hospederos.


Varios virus conocidos por provocar enfermedades virales en las abejas han sido vinculados con el Síndrome de colapso de las colmenas (CCD, por sus siglas en inglés): el virus Israelí de la parálisis aguda (IAPV), el virus de la parálisis aguda (ABPV), el virus de la parálisis crónica (CPV), el virus de Kashemira (KBV), el virus de las alas deformes virus (DWV), el virus de la celdilla Negra de la Reina (BQCV) y el virus de la Cría Saciforme (SBV).
Al evaluar las colonias de abejas fuertes o débiles, el TRSV y otros virus fueron encontrados más comúnmente en las colonias débiles que en las fuertes. Las poblaciones de abejas con altos niveles de infecciones virales decayeron en otoño y murieron en invierno. Por el contrario, aquellas colonias con menor carga viral sobrevivieron los meses de invierno.
El TRSV también fue detectado en el acaro de la varroa. Sin embargo, a diferencia de las abejas, su presencia se limita al sistema digestivo, lo que indicaría que los ácaros probablemente facilitan la propagación horizontal del TRSV dentro de la colmena. El hecho de que las reinas infectadas colocan huevos infectados convenció a los científicos que el TRSV podría transmitirse verticalmente de la reina madre a su descendencia.


Los investigadores concluyeron que el aumento en la prevalencia del TRSV, junto con otro virus de las abejas, se asocia con una disminución de las poblaciones huéspedes y apoya la teoría de que las infecciones virales impactan negativamente en la colonia.

CCD detected virus related.

U.S. researchers have discovered that Beijing and viral pathogens that infect plants were transferred to bees which might explain its decline.
The research, published in the scientific journal of the American Society for Microbiology , accidentally found in bees , the presence of a virus commonly found in plants. This is the first evidence of infection of bees that have been exposed to infected pollen RNA virus which affects them to spread throughout the body, except the eyes .
It is known that bees ( Apis mellifera) can act as vectors in the transmission of Tobacco ringspot virus ( TRSV ) . About 5% of plant viruses are transmitted through pollen.
RNA viruses tend to be dangerous because they have the function to correct errors in the replicated genomes. The result is that viruses like TRSV generate a wide variant copies with different infective properties that can affect the immune response . These sources of genetic diversity , together with the large size of populations , facilitates virus adaptation to new conditions of selectivity, as imposed by their new hosts .
Several known to cause viral diseases in bees virus have been linked to the syndrome collapse disorder (CCD , for its acronym in English ) : the Israeli acute paralysis virus ( IAPV ), the acute paralysis virus ( ABPV ), the chronic paralysis virus ( CPV ) , Kashmir virus (KBV ), the virus of deformed wing virus ( DWV ) , virus cell of the Black Queen ( BQCV ) and virus breeding Saciforme ( SBV ) .
When evaluating strong or weak colony bees TRSV and other viruses were found more commonly in that in the strong weak colonies . Bee populations with high levels of viral infections declined in autumn and winter killed . By contrast, those colonies with viral load survived the winter months .
The TRSV was also detected in the varroa mite . However, unlike bees , their presence is limited to the digestive system , indicating that mites likely facilitate horizontal spread of TRSV inside the hive . The fact that infected eggs infected queens placed convinced scientists that could be transmitted vertically TRSV queen mother to offspring.
The researchers concluded that the increased prevalence TRSV along with other bee viruses , is associated with a decrease of host populations and supports the theory that viral infections negatively impact the colony.


30 octubre 2013

Teorias sobre la Enjambrazón - Theories on Swarming (Spanish - English)

Teorias sobre la Enjambrazón - Theories on Swarming.

Existen diversas teorías en relación con los mecanismos o estímulos que desencadenan la “fiebre de enjambrazón”. Las más citadas y aceptadas por los diferentes autores son las siguientes:
1.- Falta de espacio
2.- Temperatura de la colonia
3.- Hormonal o de las ferormonas
4.- Desequilibrio entre abejas nodrizas y pecoreadoras.
5.- Sanitario
6.- Instintivo de raza o genético.
7.- Climatológico
8.- Idiopatico

1.- Teoría de la falta de espacio
Es, sin ninguna duda la más antigua de todas, y que tiene menos base científica. Se basa en suponer que la enjambrazón se produce ante una aumento de la población de abejas, que superaría la capacidad de la colmena en la que están situadas, o la de los cuadros de cera que están trabajando.
En base a esta teoría se proponía combatir la enjambrazón dando mas espacio a la colmena, mediante la adición de alzas y cuadros con cera. La experiencia demuestra que es una medida paliativa que no consigue frenar la “fiebre de enjambrazón”.

2.- Teoría de la temperatura de la colonia
Algunos apicultores han intentado relacionar incrementos en la temperatura interior de la colonia con la enjambrazón. De hecho el termino “fiebre de la enjambrazón” se debe a que se determinó que en el momento de la salida del enjambre la temperatura interior de la colonia estaba entorno a los 40 grados centígrados.
Por ello se propugnaba “poner las colmenas a la sombra” o protegerlas durante los periodos de calor del verano.

3.- Teoría hormonal o de las ferormonas
Las ferormonas son sustancias de naturaleza hormonal, volátiles, que son segregadas por todas las especies vivas, que mediante una impresión del sentido del olfato dan lugar a una determinada conducta y que cumplen diversas funciones, que incluyen desde la identificación de los individuos de una determinada colonia o especie hasta aspectos relacionados con la conducta sexual.
Se han identificado diferentes tipos de ferormonas segregadas tanto por las abejas como por la propia reina.
La teoría de las ferormonas en la “fiebre de la enjambrazón” tiene su base en la segregación por parte de la reina de una feromona, denominada “feromona real”, que es segregada por las glándulas mandibulares de la reina en condiciones normales y que actúa como factor de cohesión de la colonia. Variaciones en el nivel de secreción de esta feromona podrían estar relacionadas con la enjambrazón y con la estimulación para producir nuevas reinas.
El nivel de secreción –intensidad y tal vez otras cualidades de la feromona real- parecen estar en relación con la edad de la reina. Cuando la reina es vieja, el nivel de secreción es muy bajo, pudiendo llegar incluso a desaparecer.
Por tanto, a partir de esta teoría podemos actuar sobre “la enjambrazón" :
Edad de las reinas, evitando tener reinas muy envejecidas, lo que por otra parte influye sobre la puesta, ya que esta decae también con la edad. Según estimaciones en colonias con reina de 1 año de edad enjambran el 20%, a la edad de 2 años el 40% y las de más de 2 hasta el 80%. Sin embargo el solo hecho de la edad de la reina no explica suficientemente la enjambrazón, porque aparte de la variación en el nivel de secreción de feromona (cuestión no medida aún por ningún autor) podrían intervenir otros factores como es el número de huevos que pone la reina, y por tanto el número de abejas pecoreadoras en la colonia en relación con las nodrizas (lo que podríamos llamar el índice de reposición) que como se sabe va decayendo con la edad.

4.- Desequilibrio entre abejas nodrizas y pecoreadoras.
Posiblemente la teoría mejor fundamentada en cuanto a las causas de la enjambrazón es la del apicultor alemán Gerstung, que afirma se debe a la pérdida de un cierto equilibrio en la colonia entre el número de abejas nodrizas y pecoreadoras, a favor de las primeras, de tal forma que cuando este se rompe, por un incremento importante en el número de abejas nodrizas, se produce la enjambrazón.

5.- Sanitario
Es sabido que en determinadas condiciones sanitarias, o por deficiencias en la colmena o habitáculo de la colonia, se produce un abandono que aunque no puede ser calificado en puridad como una enjambrazón, sin embargo ocasiona la perdida de mayor o menor cantidad de abejas, en ocasiones sin que quede ninguna en la antigua colonia. En otros casos queda un pequeño número de abejas con su correspondiente reina. La intensidad de este abandono o “pseudoenjambrazón” depende del motivo sanitario que induce a la colonia a esta huida, que obedece más a un deseo de supervivencia que a un instinto de multiplicación.
En general las diferentes enfermedades y parasitosis, cuando alcanzan un determinado umbral, frente al cual la colonia se encuentra impotente para controlarlo, dan lugar a este abandono. Entre las causas sanitarias más frecuentes se encuentran:
- Deficiencias mecánicas o físicas en la colmena, como son excesiva abertura de piquera, tablas rotas que dan lugar a pérdidas de calor o entrada de agentes extraños.
- Varroasis.
- Polilla.
- Nosemiasis.
- Loque, europea y americana.
- Invasión por agentes extraños, como son ratones de campo, topos, musaraña, etc.
Por tanto el control de estas enfermedades y situaciones es la mejor manera de evitar la pérdida de la colonia.

6.- Instintivo, de raza o genético.
Se han identificado determinadas razas o subespecies de abejas que tienen una mayor tendencia a la producción de enjambres.

7.- Climatológico
La abundancia de néctar es un factor que incide de diversas maneras en la enjambrazón. Pero además las floraciones “fuera de época”, unidas a temperaturas anormalmente altas para una determinada temporada, son circunstancias que generan un cierto desconcierto en la colonia e inducen a la enjambrazón. Se ha relacionado esta situación con el actual cambio climático, conocido como “calentamiento del planeta”, fenómeno del que lamentablemente estamos asistiendo solo a su inicio, y que según algunos expertos dará lugar a profundas modificaciones en el hábitat de la tierra.

8.- Idiopático
El término “idiopático”, muy utilizado en las ciencias de la salud y la naturaleza, se usa para describir fenómenos o situaciones cuyo origen es aún desconocido, En el mismo sentido podríamos utilizarlo en apicultura para describir aquella “fiebre de enjambrazón” para la que no somos capaces de encontrar una causa objetiva que permita comprender el por qué se produce.

Conclusión
El fenómeno de la enjambrazón es el mecanismo natural e instintivo para la división o multiplicación de ese ser vivo y unitario que llamamos colonia de abejas. Con independencia de causas externas, como las sanitarias, su control solo es posible si conocemos los mecanismos íntimos que lo desencadenan.
Los métodos mas utilizados para controlar la enjambrazón, como son el dar un mayor espacio a la colonia, protegerla del sol en verano, suministrar panales con cera laminada o ya estirada o el destruir cada siete días las realeras construidas por una colonia que quiere enjambrar, no son útiles, y pueden acarrear serios perjuicios, dado que en ningún caso con estos métodos se consigue frenar “la fiebre de la enjambrazón" pudiendo incluso ocurrir que a base de destruir realeras, la colonia enjambre dejando una población huérfana. La creación de enjambres artificiales tampoco es totalmente efectiva, dado que siempre es posible que se produzcan enjambres naturales (primarios o secundarios) además de la partición de la colonia que artificialmente producimos, con el consiguiente “doble o triple” debilitamiento de la colonia madre.

Theories on Swarming - Theories on Swarming .


There are several theories regarding the mechanisms or stimuli that trigger the "swarming fever". The most cited and accepted by different authors are as follows:
1.- Lack of space
2.- Temperature of the colony
3.- Hormonal or of pheromones
4.- Imbalance between nurse bees and foragers.
5.- Health
6.- Instinctive breed or genetic.
7.- Climatological
8.- Idiopathic

1.- Theory of lack of space. 

It is without doubt the oldest of all , and has less scientific basis. It is based on the assumption that the Swarming occurs before an increase in the population of bees, which would exceed the capacity of the hive in which they are located, or the wax boxes are working .Based on this theory proposed swarming combat giving more space to the hive , by adding wax ups and pictures . Experience shows that it is a palliative measure that fails to stop the " swarming fever ".

2.- Theory colony temperature. 

Some beekeepers have tried to link increases in temperature inside the colony swarming. In fact the term " swarming fever " is because it was determined that at the time of departure of the swarm the interior of the colony temperature was around 40 degrees Celsius .It is therefore advocated "putting hives in the shade " or protect them during periods of summer heat.

3.- Theory of pheromones hormonal or. 

The pheromones are substances of hormonal nature , volatile , which are secreted by all living species , which means an impression of sense of smell lead to a certain behavior and have diverse functions , ranging from the identification of individuals of a particular colony or species to variables related to sexual behavior.Different types have been identified in both pheromones secreted by bees as the queen herself .The theory of pheromones in the " swarming fever " is based on segregation by the queen of a pheromone , called " Real pheromone " , which is secreted by the mandibular glands of the queen in normal and acting as a factor of cohesion of the colony. Changes in the level of secretion of this pheromone could be related to the swarm and to stimulation to produce new queens .The secretion - intensity level and perhaps other qualities of the actual pheromone - appear to be related to the age of the queen. When the queen is old, the level of secretion is very low , but could even disappear .Therefore, from this theory we can act on " swarming " :Age of queens, queens avoiding having very aged , which moreover influences the start , as this also declines with age. Estimates in colonies with queen swarm 1 year old 20% , at the age of 2 years and 40% over 2 to 80 % . However, the mere fact of the age of the queen does not sufficiently explain the swarming , because apart from the variation in the level of secretion of pheromone ( yet unmeasured issue no author ) could involve other factors such as the number of eggs laid the queen, and therefore the number of foraging bees in the colony in relation to nurses ( what might be called the replacement ratio ) which is known to be declining with age.

4.- Imbalance between nurse bees and foragers. 

Possibly the best grounded theory as to the causes of swarming is the German beekeeper Gerstung , which says the loss is due to a certain balance in the colony between the number of nurse bees and foragers , in favor of the first , of such that when it is broken by an increase in the number of nurse bees swarming occurs.

5.- Health. 

It is known that in certain health conditions , or deficiencies in the interior of the hive or colony , an abandonment that though not strictly speaking can be described as a swarm , however causes loss of greater or lesser amount of bees in times without leaving any in the former colony . In other cases is a small number of its corresponding queen bees . The intensity of this neglect or " pseudoenjambrazón " health depends on the reason which induces the colony to this flight, that is due more to a desire for survival an instinct of multiplication.In general the different diseases and parasites , when they reach a certain threshold , against which the colony is powerless to control , leading to this abandonment . Among the most frequent causes are sanitary :- Mechanical or physical deficiencies in the hive , such as excessive opening runner , broken boards leading to heat loss or entry of foreign agents.- Varroa .- Moth .- Nosema .- Foulbrood , European and American .- Invasion by foreign agents, such as voles, moles, shrews , etc. .Therefore the control of these diseases and conditions is the best way to avoid loss of the colony.

6.- Instinctive , race or genetic. 

Have identified certain races or subspecies of bees have a greater tendency to produce swarms .

7.- Climatological. 

The abundance of nectar is a factor that influences in various ways in the swarm . But also blooms " out of date " , together with abnormally high temperatures for a season , are circumstances that create a certain confusion in the colony and induce swarming. It has linked this with the current climate change, known as "Global Warming " , a phenomenon that unfortunately we are seeing only the beginning, and which some experts will lead to profound changes in the habitat of the earth.

8.- Idiopathic. The term " idiopathic " , widely used in the health sciences and nature, is used to describe phenomena or situations whose origin is still unknown, in the same sense we could use in beekeeping to describe that " swarming fever " for which we fail to find an objective reason for understanding why it occurs.


Conclusion. 

The phenomenon of swarming is the natural and instinctive mechanism for division or multiplication of living and unit that we call bee colony . Regardless of external causes , such as health , control is only possible if we know the intimate mechanisms that trigger .The most used methods to control swarming , such as giving more space to the colony , protect from the sun in summer , provide laminated or wax honeycombs and stretched or every seven days to destroy queen cells built by a colony that wants swarming , not useful , and can cause serious damage , since in any case with these methods achieve slow " swarming fever " may even happen that destroy queen cells based on the colony swarm leaving orphan population . creating swarms is not fully effective artificial , since it is always possible that natural swarms occur ( primary or secondary ) in addition to the partition of the colony to produce artificially , thus "double or triple" weakening of the mother colony.

06 septiembre 2013

LA CRIA DE ABEJAS REINAS - THE QUEEN BREEDING

LA CRIA DE ABEJAS REINAS - THE QUEEN BREEDING Por: ERNESTO GUZMÁN NOVOA (guzman.ernesto@inifap.gob.mx)

I. INTRODUCCION A LA CRIA DE ABEJAS REINAS

La cría de abejas reinas es una actividad especializada de la apicultura que requiere de conocimientos de la biología de las abejas y de considerable experiencia práctica. Criar reinas es necesario para la explotación. Se requiere de reinas jóvenes y genéticamente buenas para que las colonias sean productivas, dóciles y saludables; por eso la cría y el cambio de reinas son hoy día prácticas apícolas muy importantes. Si las reinas no se cambian, la producción no solo bajará por no contarse con reinas jóvenes, sino que además las poblaciones de abejas tenderán a africanizarse con el paso del tiempo, lo cual es perjudicial para la producción y para el mantenimiento de abejas manejables. Con el cambio anual de reinas, la producción de miel aumenta entre 15 y 30%, debido a que las reinas menores de 12 meses ponen al menos 30% más huevos que las reinas de más de un año de edad y es bien sabido que las colonias que poseen más abejas durante la floración son más productivas. Así se demostró en estudios realizados en diversas partes del mundo. Además de lo anterior, las colonias que tienen reinas jóvenes, tienen una menor tendencia a enjambrar.
La mayoría de las reinas de colonias comerciales son reemplazadas al cumplir el año de edad. Es recomendable cambiar las reinas de todas las colonias cada año o dos años y por eso se requiere comprarlas o producirlas.
Producirlas es más barato que comprarlas y por ello una mejor alternativa, siempre y cuando se cuente con un buen pie de cría (reinas progenitoras). Contar con buen pie de cría es fundamental, porque de este dependerá las características deseables e indeseables de nuestras futuras colonias.
Dado que no todas las reinas son aceptadas, es necesario producir más reinas de las que se requieren y si un apicultor puede producir muchas reinas, también puede vender sus excedentes, lo que dará ingresos adicionales.

II. BIOLOGIA REPRODUCTIVA DE LA ABEJA REINA
Longevidad de las reinas. La literatura menciona que las reinas pueden vivir varios años; sin embargo, estas aseveraciones están fundamentadas en muy pocos trabajos experimentales, la mayoría de los cuales se realizaron en países de climas templados y fríos. El trabajo que monitoreó la longevidad de un mayor número de reinas en el mundo, fue el que Guzmán Novoa y colaboradores llevaron a cabo en el estado de México.
Producción natural de abejas reinas. Para criar reinas de calidad, hay que imitar las condiciones naturales en las que se forma una nueva reina y para ello hay que entender la biología de las abejas. Una nueva reina es producida en una colonia en forma natural solamente bajo tres condiciones: 1) cuando la reina ha muerto (horfandad), 2) cuando la colonia se dispone a enjambrar y 3) cuando la reina va a ser reemplazada porque no pone bien, es vieja, o no produce suficientes feromonas.
Para diferenciar cada uno de estos casos, primero hay que buscar huevos en las celdillas y también hay que buscar a la reina. En caso de no encontrarlos, se trata de horfandad. Cuando la colonia se prepara para enjambrar, esta se encuentra por lo general muy poblada y el número de celdas reales es mayor a seis. Cuando las obreras de una colonia quieren reemplazar a la reina, la colonia por lo general está débil y el número de celdas reales construidas es menor de seis.
Las tres castas de abejas que existen en una colonia: obreras, reinas y zánganos, se desarrollan a partir del mismo huevo puesto por una reina. Los zánganos surgen de un huevo no fertilizado (por partenogénesis), mientras que las reinas y obreras surgen de un huevo fertilizado. Los factores que diferencian el desarrollo de una reina o de una obrera del mismo huevo, son el tipo de celda y la alimentación. Una futura reina se desarrolla en una celda real, que es más grande que una celda de obrera y su alimentación es exclusivamente a base de jalea real, mientras que las futuras obreras reciben una papilla elaborada con polen y néctar, que es menos nutritiva. Las mejores reinas son las que se desarrollan a partir de larvas recién eclosionadas, ya que reciben una mayor cantidad de jalea real, lo que trae como consecuencia que sean de mayor tamaño y con ovarios más grandes, por lo que potencialmente pueden poner más huevos. Para que esto suceda, las larvas que serán futuras reinas, deben recibir abundante cantidad de jalea real en forma constante desde el momento en que salen del huevo. Una reina se desarrolla en solo 15 a 16 días, mientras que una obrera tarda de 20 a 21. Esto se debe a la mejor y mayor alimentación que la reina recibe. La metamorfosis (cambio de forma) de la futura reina incluye las etapas de huevo (tres días), larva (cinco y medio a seis días) y pupa (seis y medio a siete días). Pasadas estas etapas, la reina emerge como individuo adulto.
Después de emerger de su celda, una reina virgen es alimentada por las obreras y posteriormente se desplaza por la colmena en busca de otras posibles celdas reales o reinas. Cuando lo hace, en muchas ocasiónes emite un sonido parecido a un silbido de corta duración que se cree sirve para intimidar a otras reinas que pudieran ser sus rivales potenciales. Si encuentra otras celdas reales, hace un hueco con sus mandíbulas en una pared de estas y clava su aguijón en las reinas en desarrollo. Posteriormente las obreras destruyen las celdas y retiran los cadáveres.
De encontrarse con otra reina ya emergida, se entabla una lucha hasta que una de las dos reinas muere. Las reinas pueden picar a sus rivales sin perder el aguijón, ya que este es curvo y liso.
La joven reina efectúa su primer vuelo de apareamiento o vuelo "nupcial” al cabo de cuatro a 10 días de emergida. La reina continúa realizando vuelos nupciales durante dos a siete días, dependiendo de las condiciones ambientales externas. Si las condiciones son malas, puede tardar más tiempo en su etapa de apareamientos.
En total la reina efectúa entre uno y cinco vuelos nupciales durante este periodo de su vida y nunca más lo vuelve a hacer. Cada vuelo dura entre cinco y treinta minutos y los apareamientos ocurren en el aire, a una distancia de entre uno y cinco km de la colmena de la reina, en las llamadas zonas de congregación de zánganos. En estas zonas, las reinas se aparean con uno a 17 zánganos. Las reinas almacenan semen de todos los machos con los que se aparean en un órgano de reserva que se llama espermateca y que tienen en el abdomen. De esta manera, las reinas aseguran la fertilización de huevos hasta por varios años. Las reinas empiezan a poner huevos dos a cuatro días después de su último vuelo de apareamiento. Las reinas son alimentadas por las obreras exclusivamente con jalea real por el resto de sus vidas, lo que asegura una buena postura. Las reinas pueden poner entre 500 y 2,500 huevos al día, dependiendo de varios factores, entre los que se encuentran la época del año, la fortaleza de la colonia, el origen genético de la reina, la afluencia de alimentos, etc.
Las reinas africanizadas ponen más que las europeas.
Los zánganos en la reproducción. Los zánganos proceden de huevos no fertilizados debido al fenómeno de la partenogénesis, por lo que son solo hijos de la reina y no tienen padre. Los zánganos llevan la mitad de los cromosomas (material genético) que tienen las hembras. Por eso puede pensarse en ellos como gametos masculinos de otra reina. Los zánganos emergen luego de 24 días de desarrollo y alcanzan la madurez sexual entre los 10 y 14 días. A partir de esa edad, los zánganos realizan vuelos de aproximadamente 30 minutos de duración, en busca de reinas vírgenes que visiten las zonas de congregación. Tienen ojos grandes y un buen olfato para detectarlas, ya que estas liberan feromonas, que son sustancias (“perfumes”) que tienen la función de atraer a los machos. Los zánganos mueren luego de aparearse porque sus genitales se fracturan y quedan alojados en la vagina de la reina. Estos genitales son visibles a simple vista y se les denomina “signo de apareamiento.” En ocasiones, es posible observar reinas regresando de vuelos nupciales, entrando a su núcleo o colmena con una estructura blanquecina saliendo de la cámara del aguijón (el signo de apareamiento).
El número de zánganos presentes en las colmenas es mayor cuando hay floración y es menor durante las épocas de escasez. Por ello la mayor parte de los apareamientos ocurren en épocas cercanas a las floraciones. Los zánganos buscan zonas de congregación localizadas a una distancia de entre uno y siete km de su colmena. Este conocimiento es fundamental, para ubicar colmenas productoras de zánganos seleccionados en sitios estratégicos en la periferia de los criaderos de reinas.

III. RAZAS Y GENOTIPOS DE ABEJAS
Es difícil saber cuantas razas de abejas existen en el mundo, pero se han reconocido al menos 30. Todas las razas y genotipos tienen pros y contras y su desempeño es diferente en diferentes regiones; por eso es recomendable contar con reinas de genotipos bien adaptados a las condiciones ecológicas donde se pretenden utilizar. Si bien es cierto que la calidad genética de las reinas es importante, resulta mucho más importante que las colonias de abejas reciban un buen manejo. De nada sirve tener reinas de buen origen genético si el manejo es malo. En la producción de miel influye más el manejo que la raza o genotipo de las abejas que se utilice.
Razas de abejas. Las razas de abejas recomendables como pie de cría son las europeas. Las más apropiadas son las abejas de las razas italiana, carniola y caucásica. En general puede decirse que las abejas italianas y las carniolas son las más productivas y por eso son las mayormente preferidas por los apicultores de casi todo el mundo. Las abejas italianas tienen una mayor tendencia a picar y a pillar que las carniolas y caucásicas; sin embargo, son más tolerantes a enfermedades de la cría. Las abejas carniolas tienen una mayor tendencia a la enjambrazón que las italianas, mientras que las caucásicas tienen una alta tendencia a colectar propóleo.
Genotipos de abejas. Las anteriores son generalizaciones de las características de razas de abejas europeas, las cuales son muy difíciles de encontrar en forma pura, aún en países donde no hay abejas africanizadas. En los Estados Unidos por ejemplo, se reconoce que las razas están mezcladas en cierto grado. Por eso lo importante es, más que pensar en una raza en particular, pensar en un genotipo de abejas con características particulares; alta producción, baja agresividad, baja enjambrazón, sanidad etc.

IV. EQUIPO Y MATERIALES PARA LA CRIA DE ABEJAS REINAS
La cría de abejas reinas es una actividad especializada y por eso requiere de equipo especial, aunque también se utiliza equipo para producción de miel. El equipo más costoso son los llamados núcleos de fecundación, aunque también se utilizan jaulas para encerrar a las reinas progenitoras junto con panales (para obligarlas a poner), bases artificiales para celdas reales (copa-celdas), bastidores para sostener las copa-celdas, agujas de traslarve, colmenas para incubación de celdas, jaulas para el transporte e introducción de reinas, tijeras, pintura, colmenas para guardar reinas fecundadas (bancos), canastas para transportar abejas obreras, etc. Las copa-celdas pueden ser de plástico o de cera natural. Las primeras pueden adquirirse en una casa de implementos apícolas y las segundas se fabrican por el criador con moldes especiales de madera, que también pueden comprarse o hacerse. Las copa-celdas sirven para recibir larvas jóvenes que son transferidas de una celdilla de obrera a su interior, por medio de una aguja de traslarve. Las copaceldas conteniendo larvas son montadas en bastidores que se introducen en una colonia huérfana y fuertemente poblada con obreras jóvenes (colmena criadora) para que ahí se transformen en celdas reales.
En los núcleos de fecundación se introducen celdas reales maduras y sirven para que en ellos emerjan reinas virgenes y regresen a los mismos después de aparearse. En un sentido estricto, son mini colmenas. Su tamaño es variable, dependiendo de las necesidades del criador, pero siempre es menor que el de una colmena normal. En algunos sitios se manejan algunos muy pequeños o más grandes que consisten en una cámara de cría dividida en tres espacios (tres núcleos); también se utilizan alzas divididas en tres espacios, o cajas individuales para tres o cuatro bastidores de cámara de cría.
Las jaulas de transporte e introducción tienen el propósito de guardar a la reina y de servir para su introducción a colmenas horfanizadas (a las que se les elimina la reina). Generalmente las jaulas están hechas de madera cubiertas por una malla fina, aunque también pueden ser de plástico. La pintura sirve para marcar a las reinas y las tijeras para cortarles una ala, una véz que están fecundadas. Las colmenas para guardar reinas fecundadas hasta su utilización o venta, son unidades huérfanas que se conocen con el nombre de bancos de reinas.

V. FUNDAMENTOS DE LA CRIA DE ABEJAS REINAS
Los fundamentos para la cría de reinas fueron establecidos hace más de 100 años, con el conocimiento acumulado de la partenogénesis (capacidad de la reina para poner huevos no fertilizados que dan lugar a zánganos), del beneficio de la espemateca de la reina (órgano de almacenaje de espermatozoides de los machos con los que la reina se aparea), de que las reinas se producen por horfandad, enjambrazón, o reemplazo y de que éstas se aparean en el aire. El criador de reinas tiene que imitar las condiciones naturales de una manera artificial, para aprovechar la necesidad de las abejas de desarrollar una reina. Esto lo hace proveyendo larvas jóvenes a una colonia carente de reina y llena de obreras jóvenes, donde se introducen celdas artificiales conteniendo larvitas seleccionadas. También el criador emula una colonia huérfana de tamaño estándar, al establecer núcleos de fecundación o al hacer divisiónes para introducirles celdas reales.

VI. METODOS SIMPLES PARA LA CRIA DE ABEJAS REINAS
El método más simple para criar reinas es dejando a una colonia huérfana y esperando a que las obreras construyan celdas reales. Una división sin introducir una reina es un ejemplo de esto. Otros métodos incluyen el "Miller" y el "Alley."
Método Miller. Para este método, se instala media hoja de cera estampada sujeta al cabezal superior de un bastidor sin alambrar y este bastidor se introduce al centro de la cámara de cría de una colonia que contenga una reina de buenas características (madre progenitora). Este cuadro se coloca entre dos bastidores de cría chica. Si en la colonia existen panales vacíos, hay que sacarlos de la colmena y sustituirlos por otros con miel o cría operculada, para que la reina no se distraiga poniendo en otros panales vacíos y se concentre en el que le damos. La colonia se alimenta fuertemente con jarabe de agua y azúcar a partes iguales y al cabo de siete a 10 días, este marco (con el panal ya construido) es retirado. En la parte inferior del panal y con la ayuda de un cuchillo (de preferencia previamente calentado), se cortan puntas en forma de triangulo y se destruyen en forma alternada dos de cada tres celdas (aplastando sus paredes) que contengan huevos, para dar espacio a las futuras celdas reales. Las puntas triangulares del panal favorecen la construcción de celdas reales por parte de las abejas. Hecho esto, el cuadro se introduce en una colonia huérfana y fuertemente poblada, la cual construirá varias celdas reales que luego pueden ser introducidas en núcleos o en colonias horfanizadas.
Método Alley. Para este método, se proporciona un panal nuevo y vacío a la colonia con la mejor reina con que se cuente. Esta colonia se alimenta y al cabo de cuatro días se retira el panal. En las celdillas del panal habrán muchas larvas recién eclosionadas. Con la ayuda de un cuchillo previamente calentado se cortan tiras del panal del ancho de una celda que contengan larvas recién eclosionadas.
Posteriormente se siguen grupos de tres celdas a lo largo de la tira y se destruyen progresivamente (sin cortar la tira) dos celdas con larvas, dejando una intacta. Estas tiras se pegan con cera caliente al borde inferior de un panal recortado en forma curva (a media altura del bastidor), de tal suerte que las celdillas con las larvas miren hacia la parte inferior del marco. Este bastidor se introduce a una colonia huérfana y fuerte, para que sus abejas desarrollen celdas reales.

VII. METODOS DE PRODUCCION MASIVA DE ABEJAS REINAS
Los métodos para la cría comercial de abejas reinas fueron establecidos por Doolittle en 1888 y han sufrido pocas modificaciones sustanciales desde entonces.
Estos métodos consisten de cuatro etapas en las que se efectúan una serie de procedimientos. Las etapas son: 1) el traslarve, 2) la producción de celdas reales, 3) la cosecha y cuidados de las celdas reales y 4) la fecundación y cosecha de las reinas.
Las copa-celdas artificiales. Las copa-celdas artificiales donde se introducen las larvas seleccionadas pueden ser de plástico o de cera y pueden comprarse en casas comerciales por millar. Otra opción es fabricarlas uno mismo. Para hacerlo, hay que usar cera de la mejor calidad, como la obtenida de opérculos. No es conveniente usar cera obtenida de panales viejos. El diámetro de las copa-celdas debe ser similar al de celdas reales naturales, o sea aproximadamente 8 a 9 mm. También la profundidad de las copas debe tener esta medida. El fondo de las celdas debe ser redondeado y bien liso. Para hacerlas se utilizan moldes de madera, uno de cuyos extremos tenga estas medidas y que además esté marcado (con una muesca circular) a 8-9 mm de distancia a partir de su punta. La punta del molde para fabricar las copaceldas debe ser muy lisa y redondeada, lo cual se logra con la ayuda de una lija de grano muy fino. Para producir muchas celdas a la vez, se ponen juntos varios de estos moldes y se sumergen al mismo tiempo en cera líquida. Es importante que antes de sumergir los moldes en la cera, estos se remojen en agua jabonosa (unos 15 a 30 minutos), para poder desprender las copa-celdas con facilidad después de que se enfrían. La cera se calienta en baño maría sobre una parrilla eléctrica o de gas, cuidando que no hierva, para que mantenga su calidad. Existen baños maría para este propósito de venta en casas de implementos apícolas. Alternativamente, puede usarse un sartén eléctrico con termostato en lugar del baño maría. El procedimiento consiste en sumergir el o los moldes en la cera líquida hasta la marca de los 8-9 mm y luego sacarlo y dejar enfriar en el aire la copa-celda por unos segundos. Hay que repetir el proceso de introducir y sacar el molde en la cera por dos a cuatro ocasiones más. Cada vez que el molde se sumerja en la cera, deberá hacerse a un mm de menor profundidad consecutivamente, para producir copa-celdas de fondo grueso y paredes delgadas. Para desprender las copa-celdas de los moldes, estos se sumergen en agua fría donde se dejan reposar por unos segundos, al cabo de los cuales las copas se desprenden, realizando un ligero movimiento giratorio sobre ellas con los dedos pulgar e índice. Antes de producir la siguiente copa-celda, es necesario volver a remojar el molde en agua por algunos segundos y secarle para después volverlo a meter en la cera derretida. Cuando se trabaja con un solo molde, pueden fabricarse de tres a cinco celdas por minuto.
El marco contenedor de copa-celdas. Las copa-celdas artificiales se pegan a una tira (listón) de madera en número de 15 a 18 y se instalan dos o tres de estas tiras en un bastidor de medidas estándar, pero con los postes laterales desplazados unos cm más hacia el centro del marco, en relación a un bastidor de cámara de cría. Estos listones de madera deben espaciarse verticalmente dentro del bastidor, a una distancia suficiente que permita el desarrollo de las celdas reales entre ellos. El bastidor contenedor debe tener muescas en el interior de sus postes laterales, para poder fijar ahí las tiras de madera que llevan las copa-celdas.
Para pegar las copas, primero se vacía cera derretida sobre las tiras y luego se presionan sobre estas con la ayuda de un molde para hacer copa-celdas. Hay que dejar un espacio de 2 a 2.5 cm entre las copas. Otra opción consiste en colocar tiras delgadas de cera estampada sobre los listones de madera, las cuales se fijan por presión con los dedos, luego de exponerlas al sol para calentarlas y suavizarlas un poco. Las copas también se fijan por presión sobre la tira de cera estampada.
Finalmente, se agrega más cera líquida (con una cuchara) alrededor de las copas para fijarlas mejor. Algunos criadores de reinas pegan pequeñas bases de madera de forma cilíndrica, o cuadritos de lámina a las tiras, usando cera derretida. Después, pegan las copas a estas bases con cera derretida, para que una vez desarrolladas las celdas reales, se desprendan junto con la base. Estas bases facilitan la sujeción de las celdas reales cuando son introducidas a colmenas o núcleos de fecundación.
Hay criadores que meten el marco contenedor con las copa-celdas vacías a la colmena criadora 12 a 24 horas antes de realizar el traslarve, con la idea de que las obreras las pulan y les impregnen su olor particular, porque piensan que con esto se mejora la aceptación de las larvas y el número de celdas producidas. Sin embargo, no se ha demostrado que esta práctica en realidad represente una ventaja, en comparación a introducir el marco ya con las larvas transplantadas en el interior de las copas.
Las reinas progenitoras. Es muy importante contar con un método confiable de selección que permita identificar a las mejores reinas madre, para que estas sean las proveedoras de las larvas que serán las futuras reinas de nuestras colonias, ya que ellas son los reservorios de las características que se heredan y como es lógico, se requieren buenas características en nuestras abejas. El número de reinas progenitoras a seleccionar depende del tamaño de la operación. Sin embargo, se recomienda traslarvar de por lo menos cinco madres si los apareamientos de las reinas hijas ocurrirán en el aire y de por lo menos quince si se utiliza un esquema de apareamientos controlado (inseminación instrumental o apareamiento en islas) y en población cerrada (apareamientos entre miembros del mismo tipo de abejas). Este número mínimo de madres es necesario para evitar problemas asociados con la consanguinidad (alto grado de parentesco), como es la baja viabilidad de la cría o una mayor susceptibilidad de las abejas a enfermarse.
Las larvas que se transfieran deberán tener menos de 36 horas de eclosionadas (salidas del huevo), de preferencia menos de 24, ya que se busca que estén bien alimentadas con jalea real. Para identificar las larvas de la edad adecuada, se requiere de buena vista y de cierta experiencia, o bien de encerrar a la reina durante cuatro a cinco días en una jaula con malla de criba, conteniendo un panal vacío. Al cabo de este tiempo, se contará con una abundante cantidad de larvas de la edad adecuada para el traslarve. Cualquiera que sea el método que se use, es crucial utilizar larvas de menos de 48 horas de eclosión, porque si se usan larvas de mayor edad, se corre el riesgo de que emerjan reinas antes de tiempo y maten a todas las demás que aún estén en las celdas reales dentro de la colonia criadora. Además, larvas de mayor edad producen reinas de calidad inferior. Una vez que el panal con las larvas de la edad adecuada haya sido seleccionado, hay que llevarlo al sitio donde vaya a realizarse el traslarve.
El traslarve. El traslarve es simplemente el paso o transferencia de una larva de una celdilla de un panal, a una copa-celda artificial. El traslarve debe hacerse en un lugar con sombra y donde no peguen corrientes de aire, para evitar que las larvas se enfríen o se sequen. Hay apicultores que lo hacen bajo la sombra de un árbol y hay otros que lo hacen en el interior de una habitación. Siempre hay que tomar en cuenta que tanto temperatura como humedad bajas, pueden afectar considerablemente la sobre vivencia de las larvas. Si la región donde se traslarva es muy seca, es mejor poner una toalla humedecida con agua tibia sobre el bastidor, dejando descubierta únicamente la sección del panal donde se estén obteniendo larvas, e ir destapando progresivamente el bastidor, conforme se vayan necesitando más larvas. Se puede usar una lámpara de luz fluorescente o una lámpara de minero para ver bien las larvas en el interior de las celdillas, pero esto puede deshidratarlas un poco. También pueden usarse lentes de aumento o una lupa si esto mejora el trabajo de traslarve.
Antes de hacer el traslarve, algunos criadores ponen una gota pequeña de una mezcla a partes iguales de jalea real y agua destilada en el interior de cada copacelda, para ayudar a que la larva se adhiera al líquido y para prevenir la deshidratación de esta. Otros criadores traslarvan en seco con el mismo éxito. Es importante que si se usa jalea, se coloque a la larva flotando en la gota y no se le sumerja en ella para evitar ahogarla.
Para efectuar el traslarve, se usa una aguja o herramienta de transplante.
Existen muchos tipos de herramientas para el traslarve; algunas pueden ser adquiridas en casas comerciales y otras pueden fabricarse con materiales accesibles.
Las transplantadoras comerciales incluyen agujas, herramientas con una lengüeta que sale por la presión manual de un mecanismo para cucharear a las larvas. Lo recomendable es que cada apicultor pruebe varias de ellas y seleccione aquella con la que se sienta más cómodo. Las herramientas transplantadoras generalmente tienen un extremo plano en forma de cuchara (angulada hacia arriba unos 20º) de 1 mm de ancho por 2 mm de largo. Para hacer una aguja de traslarve, puede usarse alambre de bronce del número 8 (no de cobre, porque este metal puede reaccionar ante la acidez de la jalea real, lo que puede afectar a las larvas) como los electrodos para soldar. Se corta un tramo de unos 15 cm de largo y se redondea uno de los extremos, mientras que por el otro, con la ayuda de martillo, pinza, lima y lija fina, se fabrica la cucharilla para el traslarve.
La técnica del traslarve implica cucharear a la larva entrando con la cucharilla (o lengüeta de una transplantadora automática) de la aguja por su lado curvo y por debajo de ella. Posteriormente, la cucharilla con la larvita se levanta y se introduce al interior de la copa-celda, tratando de dejar la larva sobre el piso de esta con un movimiento hacia abajo y en la misma posición en que se encontraba dentro de la celdilla; si la volteamos, podríamos lastimarla. Cuando se han hecho los traslarves en todas las copas de una tira, esta se coloca con las celdas dirigidas hacia abajo dentro del bastidor contenedor y se hace lo mismo para todas las tiras. Una vez finalizado el traslarve, se introducen de uno a tres de estos bastidores en una colmena criadora.
La producción de celdas reales. Para producir celdas reales a partir de copaceldas conteniendo crías traslarvadas, se requiere de colmenas criadoras, las cuales contienen una colonia de abejas con o sin reina, pero siempre poseen al menos un cubo sin reina (separado de, y montado sobre otro cubo que contiene una reina, por medio de un excluidor de reinas). Estas colmenas sirven para desarrollar y/o incubar celdas reales. Las hay de tres tipos: iniciadora, finalizadora, o iniciadora-finalizadora.
Las colonias criadoras deben contener muchas abejas jóvenes y deben estar bien alimentadas con jarabe de agua y azúcar y con polen o sustituto de éste. Las abejas jóvenes producen más jalea real que las viejas y se requiere de alimento para estimular la producción de este nutritivo alimento, indispensable para alimentar a las larvitas destinadas a ser futuras abejas reinas.
Colmena criadora iniciadora. Una colmena iniciadora huérfana se prepara de la siguiente manera. A una colonia fuerte (en abejas y cría) se le alimenta diariamente con jarabe de agua y azúcar al 50% y con polen, o sustituto de polen, durante uno a tres días consecutivos. Si no se tiene polen, se puede hacer una pasta con harina de soya baja en grasa, humedecida con jarabe. Se proporcionan 200 o 300 gramos de esta pasta sobre los cabezales de los bastidores de la colmena. Terminado este tiempo de alimentación se quita la reina a la colonia. Un día después de quitar la reina, se sacan y reemplazan los panales de cría chica (excepto uno por cada bastidor con copa-celdas que se pretenda introducir) por bastidores con cría operculada procedente de otras colonias. Adicionalmente, se recomienda poner una rejilla excluidora de reinas por debajo del cubo de la cámara de cría y entre el excluidor y el piso de la colmena, poner una alza, con el fin de descongestionar la cámara de cría, para que las abejas más viejas (las pecoreadoras) tengan espacio suficiente y no promuevan el comportamiento de enjambrazón. El excluidor también sirve para evitar que se metan a la colonia criadora reinas o enjambres procedentes de otras colonias.
Veinticuatro a 48 horas luego de quitarle la reina a la colmena criadora, se introducen al centro de la cámara de cría, de uno a tres bastidores conteniendo entre 30 y 72 copa-celdas cada uno, hasta un máximo de 140 copas con larvas por colonia criadora, para tener una adecuada aceptación de estas. Las abejas de la colonia iniciadora alimentarán a las larvas e iniciarán la construcción de celdas reales a partir de las copa-celdas. El porcentaje de larvas aceptadas y de celdas reales construidas disminuirá conforme al número de celdas introducidas. Por ello, entre más celdas se metan, el porcentaje de larvas aceptadas y la cantidad de alimento que estas reciban será menor, con lo que se corre el riesgo de producir reinas de tamaño pequeño.
Cuando se introducen los marcos con las copa-celdas a las colonias iniciadoras es importante observar que no se utilice mucho humo, para no causar una fuerte desorganización de las abejas de la colonia y favorecer la aceptación de las larvas introducidas. Otra práctica que puede favorecer la aceptación de las larvas, es el rociar un poco de jarabe sobre los cabezales de los marcos recién introducidos, para atraer a las abejas a atender a nuestras larvas. Esta operación debe hacerse rápido y justo antes de cerrar herméticamente la colonia, para prevenir un problema de pillaje. Además de lo anterior, la manipulación e introducción de los marcos que contienen las larvas debe ser muy cuidadosa; no deben agitarse, golpearse, o sacudirse, ya que esto podría resultar en la pérdida o lesión de las frágiles larvas.
Algunos criadores calendarizan la introducción de un marco con copa-celdas cada día, mientras que otros los meten todos juntos. Estas calendarizaciónes obedecen más a adaptaciónes en los planes y rutinas de trabajo de los apicultores, que a las capacidades de las abejas y por ello son opcionales. Para atraer a las abejas nodrizas a alimentar a nuestras larvas, cada bastidor con copa-celdas se pone entre un bastidor de cría chica y otro que contenga polen. Estos bastidores se dejan en la colonia iniciadora durante uno a seis días, para luego ser transferidos a una colonia finalizadora. Dependiendo del calendario que se establezca, las colonias iniciadoras pueden estar recibiendo nuevos bastidores cada uno a siete días. Cada vez que se abra una colonia iniciadora, hay que proveerla con cría operculada (uno a dos bastidores), jarabe (2 a 4 litros) y buscar y destruir cualquier celda real que las abejas hayan iniciado a partir de cría que se le haya dado a la colonia con anterioridad. Hacer esto es muy importante para evitar que estas reinas criadas de emergencia, destruyan nuestras celdas reales con larvas seleccionadas y se pierda todo el trabajo hecho.
Colmena criadora finalizadora. Una colmena finalizadora es usualmente preparada con dos cámaras de cría. En la inferior se mantiene a una reina con toda la cría operculada, mientras que en la superior (separada de la inferior por un excluidor) se mantiene a la cría chica, bastidores conteniendo alimento (miel y polen), alimentadores y espacio para colocar bastidores con copa-celdas. En estas colmenas se introducen de uno a tres bastidores procedentes de una colonia iniciadora cada uno a seis días, dependiendo del calendario que se siga. Aunque la construcción de las celdas puede ser finalizada aquí, la principal función de estas colonias es la de mantener su temperatura en 32-35º C, por lo que también se les conoce como colonias incubadoras. Eventualmente pueden llegar a incubar hasta 300 celdas (seis a ocho bastidores). El arreglo de los panales en la cámara superior es similar al que se sigue en una colonia iniciadora y puede hacerse cada vez que se metan nuevos marcos con celdas reales, o cada cuatro días, lo que ocurra primero. Las celdas permanecen de cuatro a siete días en estas colonias, o hasta que cumplan 10 u 11 días luego del traslarve.
También pueden prepararse colmenas finalizadoras huérfanas, las cuales se manejan de manera similar a las iniciadoras. Cuando se transfieran celdas de una colonia iniciadora a una finalizadora, hay que manejar los marcos con mucha delicadeza, pero con rapidez, ya que un enfriamiento de las celdas puede derivar en un retraso en el desarrollo de las futuras reinas, o peor aún, en un inadecuado desarrollo de sus alas.
Las celdas ya operculadas (cinco a seis días después del traslarve) también podrían incubarse en una incubadora eléctrica a 32-35º C, hasta que cumplan 10 u 11 días.
Colmena criadora iniciadora-finalizadora. En el caso de colmenas iniciadorafinalizadora, estas se manejan igual que una iniciadora, pero proveyéndolas de dos a cuatro panales con cría operculada cada 10 a 11 días, para asegurar una constante provisión de obreras jóvenes. Adicionalmente se pueden sacudir abejas procedentes de otras colonias en su interior para mantenerlas fuertes. Desde luego, hay que alimentarlas con jarabe y con polen. La ventaja de estas colonias es el menor tiempo de trabajo y la menor manipulación de las celdas, pero la desventaja es un porcentaje menor de aceptación y producción de celdas reales. Las celdas permanecen 10 a 11 días en estas colmenas y luego se llevan a núcleos de fecundación o a colonias huérfanas.
Las colonias criadoras deben ser constantemente tratadas contra varroa y enfermedades de la cría, para evitar que se pierdan muchas celdas por concepto de enfermedades.
La cosecha y cuidados de celdas reales. Las celdas reales son cosechadas luego de 10 a 11 días de realizado el traslarve. Hay que sacar los bastidores conteniendo las celdas de las criadoras con mucho cuidado y con las precauciones antes descritas. Posteriormente, las celdas se desprenden de las tiras de los bastidores con la ayuda de un cuchillo o navaja filosos. Hay que tener el cuidado de no mantener las celdas mucho tiempo mirando hacia arriba, o de lado, para impedir que las alas de las reinas se adhieran a las paredes o a la base de las celdas y esto les impida salir, o bien salgan sin alas.
Valoración de celdas reales. Luego de ser despegadas, las celdas reales pueden valorarse por iluminación; muchas veces las larvas enferman y mueren dentro de la celda, o bien sus alas quedan pegadas a la pared de esta, o bien no tienen un buen desarrollo. Es posible detectar algunas de estas anomalías por medio de iluminar las celdas con una lámpara que emita una luz potente (de al menos 500 watts). La silueta de la reina se puede ver a contraluz, para determinar si esta tiene un buen desarrollo. La celda puede incluso moverse un poco entre los dedos pulgar e índice o bien puede ponerse de lado, para ver si la reina esta suelta (cambia de posición) o se balancea en el interior de la celda, lo cual es signo de que la reina está viva y sana.
Empaque y transportación de celdas reales. Las celdas reales son muy sensibles a golpes, enfriamientos y sobre calentamientos. Por eso hay que extremar precauciones en su empaque y transporte a los núcleos de fecundación o colmenas.
Es importante no exponerlas a corrientes de aire frío, así como a los rayos directos del sol. También hay que cuidar que durante la transportación no vayan golpeteando en el vehículo, especialmente cuando se transita por caminos con muchos baches.
Las celdas reales pueden transportarse en tiras de madera como las usadas para instalar las copa-celdas, donde son pegadas una detrás de otra, sin espacio entre ellas y estas tiras se colocan en un bastidor contenedor. Este bastidor puede meterse en una caja porta-núcleo (de dos o tres bastidores de capacidad) que contenga abejas sacudidas a fin de mantener una temperatura cálida para las celdas.
Cuando no se tienen abejas para mantener la temperatura de las celdas, se pueden poner en un cojinete de hule espuma o esponja que contenga agujeros, o bien en conos para transportar huevos, a los que se les perforan orificios en sus picos, para ahí alojarlas. Estos contenedores con las celdas se meten a una caja para protegerlas de corrientes de aire o de otras condiciónes climáticas indeseables.
Puede utilizarse una caja de cartón o de poliestireno (como las hieleras) forrada con hule espuma y una tela negra (para que absorba calor). En su interior, la caja es provista con una bolsa o botella con agua caliente (como las usadas en hospitales de color rojo), cuidando que las celdas no entren en contacto directo con ésta. En la caja se meten los conos de huevo, los cojinetes de hule espuma, o el contenedor que se haya utilizado para mantener a las celdas inmóviles y protegidas. Apicultores australianos usan cajas de poliestireno rellenas con algodón o aserrín, para ahí depositar las celdas. Alternativamente, la caja con el aserrín, pero sin la botella de agua caliente, puede meterse por varias horas a una incubadora, o por unos minutos a un horno de microondas, para calentar el aserrín antes de meter las celdas. El aserrín así calentado, mantiene una temperatura uniforme en todas las áreas de la caja. Una manera de saber si la caja lleva la temperatura adecuada (30-36º C), es colocando un termómetro en su interior y controlando con cierta periodicidad.
Una vez que las celdas han sido adecuadamente empacadas para su transporte, son llevadas a los núcleos de fecundación o a colmenas horfanizadas para ser introducidas. Idealmente no deben transcurrir más de 10 horas entre el empacado de las celdas y su introducción a los núcleos o colmenas. Cuando las celdas se pretendan introducir a colmenas, hay que preparar estas con anticipación, dejándolas huérfanas o haciendo divisiones para recibirlas. Ocasionalmente, celdas empacadas en cajas que guarden bien el calor, pueden mantenerse viables hasta por 24 a 36 horas.
La fecundación y cosecha de reinas. Para una adecuada fecundación de las reinas, el criadero (apiario con núcleos de fecundación) debe ubicarse en un lugar protegido de vientos, con árboles que den sombra y con diferentes estructuras naturales distribuidas a lo largo del terreno (piedras, árboles, montículos, matorrales, etc.), para ayudar a las reinas a orientarse mejor durante sus vuelos nupciales. Los núcleos de fecundación deben colocarse de una manera no uniforme y si es posible, se les debe pintar la piquera y el techo de distintos colores; todo esto con el fin de ayudar a las reinas y a las obreras a orientarse y a identificar su núcleo para no meterse en otro.
La producción y disponibilidad de zánganos. Es importante colocar colmenas que contengan panales con celdas de zángano en las cercanías del criadero. Algunas de estas colmenas pueden ubicarse dentro del criadero, mientras que otras pueden instalarse a distancias de entre uno y cinco km del mismo. Las colmenas productoras de zánganos, deben tener reinas seleccionadas para que produzcan machos de calidad. En general se recomienda instalar una colmena con dos panales con celdas de zánganos por cada 40 a 60 espacios de fecundación.
Para que las colonias produzcan muchos zánganos, es importante que tengan panales con celdas para zánganos y que sean constantemente alimentadas con jarabe y con polen. Los panales de zánganos pueden prepararse con anterioridad durante una floración, utilizando cuadros con una sola franja de cera estampada de 2 a 4 cm adherida al cabezal superior de bastidores sin alambre, los cuales son introducidos en colonias fuertemente pobladas para que los trabajen. Las abejas desarrollarán un panal conteniendo más celdas de zángano que de obrera, que pueden luego ser usados en las colmenas productoras de zánganos.
El manejo de los núcleos de fecundación. Las celdas reales se introducen en núcleos de fecundación para que ahí emerjan las reinas, se fecunden y regresen a poner huevos. Entonces son cosechadas. En términos económicos, es preferible trabajar con núcleos chicos, porque se gasta menos en abejas, equipo y alimento.
Sin embargo, mantener unidades pequeñas es más complicado que mantener unidades grandes. El tamaño del núcleo siempre será una decisión personal de cada criador. En general, es más fácil mantener núcleos pequeños en lugares calientes que en fríos, porque en lugares fríos se pierden más abejas debido a que las poblaciones pequeñas tienen más dificultades para mantener la temperatura de incubación en el nido de cría.
Para echar a andar los núcleos de fecundación, primero hay que llenarlos con abejas. Para ello se necesita traer abejas obreras de otras colmenas. Bastidores de colmenas bien pobladas se sacuden en el interior de una jaula de malla metálica ("canasta") con la ayuda de un embudo grande, o bien, primero se sacuden en el interior de una lata alcoholera y después las abejas se vacían en la canasta. Para impedir que las abejas vuelen mucho, hay que rociarlas con agua antes de pasarlas a la canasta. Una canasta puede contener las abejas sacudidas de hasta 60 o 70 bastidores. Se recomienda que a cada colmena de las que se sacudan, se les dejen al menos tres a cuatro bastidores cubiertos con abejas, para no debilitarlas mucho.
Antes de sacudir cada bastidor, es importante asegurarse que la reina no esté presente. Cuando se le encuentra, puede encerrarse temporalmente en una jaula y luego soltarse en su colmena, una vez concluida la operación. Las colonias que provean obreras, deberán ser alimentadas frecuentemente (de preferencia cada semana). Estas colmenas pueden proveer abejas (sacudirse) cada tres a cinco semanas. Las abejas en el interior de la canasta deben alimentarse con jarabe, para que cuando se sacudan en los núcleos, caigan fácilmente por su peso.
Un núcleo grande se llena con aproximadamente 1,200 a 1,500 abejas (150 gramos o un cucharón). Para calcular cuantas abejas llevar al criadero y por lo tanto, cuantos bastidores sacudir, se estima que un bastidor de cámara de cría puede contener alrededor de 3,000 a 4,000 obreras, pero considerando que muchas de las abejas vuelan y se regresan a su colmena, debemos estimar alrededor de 2,500 abejas, lo que sería suficiente para llenar dos de estos núcleos. Luego de que un núcleo es provisto con abejas, su alimentador se llena con jarabe denso (dos partes de azúcar por una de agua) y se coloca una celda real al centro del núcleo, sujeta entre los cabezales de dos bastidores, o entre los panales de cera, con el fin de protegerla cuando el lugar en que esté ubicado el criadero tenga un clima templado o frío. Posteriormente, el núcleo se cierra herméticamente y se le pone un tapón de madera o de cartón en la piquera, para impedir que las abejas sacudidas se salgan.
Las abejas se dejan encerradas durante cuatro días, al cabo de los cuales la reina ya debió haber emergido y estará lista para sus vuelos nupciales, mientras que para las obreras, el tiempo de encierro les sirve para reconocer a la reina y a su nuevo hogar, para no salir y perderse. El problema de núcleos vacíos debido a la pérdida de obreras por evasión, es mayor cuando se trabaja con abejas de origen africanizado.
La cosecha y cuidados de reinas. El criadero de reinas debe visitarse cada dos a tres semanas, dependiendo de los calendarios que establezca cada criador. Entre más corto sea el tiempo, se tendrá una mayor eficiencia en la producción de reinas, pero también se invertirá una mayor cantidad de abejas sacudidas. En cada visita deben llevarse abejas obreras para sacudir (en núcleos vacíos, débiles, o en aquellos en que la reina no pegó), celdas reales, alimento y jaulas para cosechar a las reinas fecundadas. Luego de abrir un núcleo, el apicultor deberá buscar huevos. Si los encuentra, esto es signo de que la reina fue fecundada. Entonces deberá buscar la reina e introducirla en una jaula de confinamiento (jaula Benton) junto con 10 obreras acompañantes, procedentes del mismo núcleo. Antes de introducir la reina a la jaula, podría pintarse su tórax o cortarse un ala. Para ello hay que sujetar a la reina entre los dedos pulgar e índice, colocados entre su tórax y abdomen. Existen también sujetadores de reinas que se venden en las casas de implementos apícolas. Luego de hecho esto, se introduce otra celda real y se alimenta y cierra el núcleo. Si le hicieran falta abejas, se le sacuden algunas de acuerdo al criterio del apicultor. Es preferible que en todos estos manejos se utilice poco humo y se trabaje rápido, para no tener los núcleos abiertos durante mucho tiempo. También es importante cuidar de no regar jarabe fuera de los núcleos, para prevenir el pillaje. El pillaje es el principal problema en los criaderos y puede influir mucho en reducir la productividad de los mismos.
Las reinas cosechadas pueden guardarse temporalmente en un banco de reinas, que es una colonia huérfana muy poblada y bien alimentada y que tiene un excluidor entre el piso y la cámara de cría, para evitar que se metan enjambres o reinas procedentes de otras colonias. Los bancos de reinas pueden guardar varios cientos de ellas si se les provee con dos bastidores de cría operculada cada semana y se les alimenta frecuentemente. Las reinas que se metan a un banco deberán ir sin obreras acompañantes y sin candy (pasta de azúcar glass y miel que llevan las jaulas Benton). Existen contenedores especiales, o marcos adaptados para contener a las jaulas de reinas en el interior de una alza que se coloca sobre la cámara de cría del banco. Aunque las reinas pueden permanecer muchas semanas en un banco, no es recomendable que se mantengan en este por más de un mes, ya que el confinamiento prolongado lleva a la involución de sus ovarios, lo cual puede afectar su postura posterior. Cuando se vayan a vender o a transportar, las reinas deberán transferirse a jaulas que contengan obreras acompañantes (del banco) y candy.

VIII. LA INTRODUCCION DE REINAS EN COLONIAS PARA PRODUCCION
Jaulas de transporte e introducción. Se han probado varios métodos de introducción de reinas, pero ninguno ha sido más eficaz que el método tradicional de la jaula de transporte con candy (Benton de madera o de plástico). Estas jaulas pueden adquirirse en casas de implementos apícolas, o pueden fabricarse. Las jaulas de madera poseen tres compartimientos circulares, dos de los cuales sirven para alojar a la reina y sus obreras acompañantes, mientras que el restante sirve para contener el candy. El candy puede prepararse con 1 kg de azúcar pulverizada (glass) y 250 a 300 gramos de miel procedente de una colonia sana, o bien con jarabe de maíz. La mezcla se amasa hasta que quede una pasta ni muy dura ni muy blanda.
También puede agregarse a esta mezcla unas gotas de glicerina para ayudar a que el candy no se seque demasiado pronto. Si las reinas tardarán varios días en introducirse, hay que hacer la pasta un poco más blanda para evitar su deshidratación. Sin embargo, hay que cuidar que no sea excesivamente blanda, porque cuando hace mucho calor, el candy puede reblandecerse y chorrearse, matando a la reina. Si por el contrario es muy duro, las abejas no pueden comérselo en pocos días y la reina puede morir al no ser liberada, luego de ser introducida en una colmena. A las jaulas ya preparadas con candy se les engrampa una malla mosquitera fina. Las mallas muy abiertas pueden favorecer la agresión de las abejas de la colonia receptora, las cuales a veces muerden y lesionan las patas de la reina.
El transporte y envío de reinas. Cuando se transporten reinas dentro de jaulas a otras localidades, hay que tener algunas precauciones básicas que deben tomarse para asegurar que lleguen bien a su destino. Como ya se dijo, las jaulas deben contener obreras acompañantes y candy para que la reina sea alimentada. Cuando se envían varias reinas, las jaulas pueden fijarse unas con otras con listones de madera delgados engrapados a sus costados. Al hacer esto, hay que tener la precaución de que las mallas de jaulas contiguas no queden una frente a la otra.
Antes de ser enviadas, se pueden dar a las abejas unas gotitas de agua embarradas sobre la malla. El paquete debe incluir una leyenda que especifique que se trata de abejas reinas vivas y que no deben exponerse al sol o lugares calientes. Los servicios de mensajería suelen realizar estos envíos delicados. Las reinas pueden permanecer viables dentro de jaulas de transporte hasta por 10 a 12 días, pero es preferible que se metan en colmenas en el menor tiempo posible.
La introducción de una nueva reina. Para introducir una reina nueva, primero hay que buscar y eliminar a la reina de la colonia receptora. Para hacerlo, hay que abrir la colmena usando poco humo, e ir sacando panal por panal, revisarlos cuidadosamente por ambas caras y ponerlos recargados en una pared externa de la colmena. A veces las reinas se encuentran en las paredes interiores de la colmena, o bien suben a las alzas. Si la reina no se localiza en la cámara de cría, hay que sacudir las alzas sobre un techo telescópico invertido y previamente colocado sobre el suelo. Esta es la manera más rápida de localizar una reina que se encuentra en las alzas. Algunos apicultores esperan de 24 a 48 horas después de haber horfanizado a la colonia antes de meter a la nueva reina, pero nadie ha demostrado que esto sea mejor a hacerlo inmediatamente después de eliminar a la reina vieja.
La jaula debe colocarse entre dos bastidores del centro del nido de cría, con la malla mirando hacia arriba y ligeramente inclinada, con el candy más hacia el interior de la cámara de cría. Las abejas de la colmena liberarán a la nueva reina en dos a cinco días (comiéndose y haciendo un túnel a través del candy), al cabo de los cuales la reconocen como suya y la aceptan en la mayoría de las ocasiones (90% de las ocasiones). Las colonias que reciban reinas nuevas, deberán ser alimentadas con jarabe y ser revisadas nuevamente en un lapso de 10 a 20 días, para verificar que la reina haya sido aceptada y esté poniendo, o bien para re introducir otra reina, o dejar las celdas reales que las abejas hayan construido, en caso de que la reina no haya sido aceptada.
La aceptación de las reinas aumenta en colonias poco pobladas y con abejas jóvenes, en relación a colonias muy pobladas y con abejas viejas. Por ello, se tiene más éxito cuando se meten reinas en divisiones, especialmente si estas se mueven a otro lugar alejado de las colonias que las generaron, lo que hace que las abejas viejas regresen a sus colmenas originales, dejando las divisiones con abejas jóvenes.
La introducción de celdas reales. Cuando se cambian reinas con celdas reales, se siguen los procedimientos arriba descritos para eliminar a la reina vieja de una colmena, o se preparan divisiones para tal efecto. La celda debe colocarse sujeta entre dos panales del centro de la colmena, de preferencia en el medio de los mismos. Pueden usarse dos celdas reales para asegurar que por lo menos una de las reinas emerja, sobre todo si no se le dio un manejo de transportación muy adecuado a las celdas. Cambiar reinas con celdas reales puede ser muy económico y sin duda la aceptación será mayor que con reinas enjauladas. Sin embargo, es de suma importancia recalcar que si las celdas no se manejan correctamente, o si transcurre mucho tiempo entre su cosecha y su introducción a las colmenas receptoras, se correrá el riesgo de quedarnos con muchas colonias huérfanas y debilitadas. Para estar seguros que las reinas procedentes de celdas reales funcionaron, hay que revisar las colmenas en donde se metieron, entre 18 y 25 días posteriormente a su introducción. Tres semanas es un tiempo razonable. Si se encuentran huevos, es indicio que una de las reinas emergidas de las celdas reales fue aceptada y se fecundó. En este marco de tiempo solo una reina de las introducidas podría estar poniendo. Si no hay huevos, se asume que ninguna reina pegó y entonces habrá que tomar otras medidas para no perder la colonia de abejas.