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30 octubre 2015

PAUTAS A CONSIDERAR EN UNA REVISACION SANITARIA - Guidelines to consider in a health checkup

http://lafamiliapicola.blogspot.com/2015/10/pautas-considerar-en-una-revisacion.html
Las enfermedades en las colonias aparecen en momentos definidos del ciclo de vida de la abeja. El apicultor observa los síntomas de las mismas en las crías o en las abejas adultas durante su visita al colmenar o en las colonias.

En su reconocimiento existen síntomas característicos que conducen muchas veces a un correcto diagnóstico, lo cual permite tomar inmediatamente las medidas higiénico profilácticas y terapéuticas necesarias para luchar contra ellas. Esto ocurre en aquellas enfermedades que afectan a las crías: loque europea, loque americana, cría yesificada, cría ensacada. Sin embargo, en las abejas adultas los síntomas son comunes a muchas afecciones en cuyo caso el diagnóstico debe ser confirmado por un análisis de laboratorio: nosemosis, acariosis, intoxicaciones, disentería, etc.

Las manifestaciones observadas en las colonias son producto de una contaminación anterior y el tiempo que transcurre entre esta y la aparición de la enfermedad es muy variable. Este lapso de tiempo depende entre otros posibles factores de:

- La intensidad de la contaminación, la cual está directamente relacionada con el tipo de agente patógeno y su capacidad para multiplicarse, la cual es muy variable.

- Las condiciones de la colonia: colonias débiles, sometidas a condiciones meteorológicas desfavorables, con carencias alimenticias, que hayan sufrido algún tipo de intoxicación, etc., están mas predispuestas a contraer y favorecer el desarrollo de ciertas enfermedades.

- El comportamiento de limpieza de la familia: característica variable determinada genéticamente que depende de la fuerza de la colonia – aquí el apicultor juega un papel muy importante al mantener en su colmenar colonias vigorosas – y de la composición de la colonia (cantidad de abejas limpiadoras que puede disminuir en caso de intoxicaciones, enfermedades de las abejas adultas, errores de manejo, etc.). 
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Pautas a considerar en una revisación de colmenas:
El proceso de diagnóstico de enfermedades en las colmenas comienza no bien uno ingresa en el apiario. Para ella debemos primero considerar una serie de parámetros o condiciones externas tanto en el colmenar como en las colmenas en particular para posteriormente proceder a la revisación interna de las mismas observando cuidadosamente lo que está sucediendo en su interior.

Observaremos su ubicación en el terreno: distribución y orientación, la actividad de vuelo de las mismas – entrada y salida de abejas de acuerdo al momento de la visita – pudiendo ésta ser normal, escasa, nula o intensa; la presencia, cantidad y estado de abejas muertas o moribundas o estadios inmaduros en las entradas de las colmenas y en el suelo; manchas de heces o excrementos en los techos, frentes o entradas de las mismas en forma evidente.

Todas estas observaciones o algunas de ellas de estar presentes junto con una actividad escasa o nula en las colmenas indican alguna anormalidad en el interior de las mismas. De ser posible, en la revisación posterior estas colmenas serán las últimas en abrirse, evitando en parte con esta acción el contagio de posibles enfermedades al resto de las familias. Sin embargo, es preciso tener presente que en una colonia puede estar desarrollándose en forma incipiente una enfermedad y no se observan manifestaciones exteriores en la misma.

Al abrir una colmena en una revisación de rutina evaluaremos en primer lugar la condición en que ésta se encuentra de acuerdo a la época del año observando:

- El espacio disponible en la colmena - falta o sobra - de acuerdo a la cantidad de población existente.

- La presencia de la reina y su calidad.

- El desarrollo de la colonia - cantidad y tipo de población.

- Cantidad, calidad y ubicación de las reservas alimenticias.

- Existencia de signos de alguna enfermedad u otra anormalidad.

- Estado de los materiales.

La respuesta a estos parámetros nos dará la información que necesitamos para trabajar en forma adecuada corrigiendo aquellos que se encuentren alterando el normal desarrollo de las mismas.

Con respecto a la existencia o no de signos de alguna enfermedad u otra anormalidad, al observar las colonias debemos notar el aspecto normal de las diversas etapas de desarrollo de las abejas el cual cambia cuando alguna enfermedad y/o trastorno no infeccioso está presente. Conociendo la apariencia y forma de los individuos normales - huevos, larvas, prepupas, pupas y abejas adultas – en la colonia, podremos luego advertir cualquier anormalidad, al notar algo no usual trataremos de descubrir la o las causas y confirmar un diagnóstico solos, con ayuda de otro apicultor experimentado, a través de consultas en servicios de extensión en el tema, con un profesional idóneo en apicultura o bien enviando una muestra adecuada a un laboratorio especializado en el diagnóstico de enfermedades de las abejas.

Observación de la cría:
Al revisar una colmena para determinar la presencia o no de enfermedades que afectan a la cría debemos primero seleccionar y observar el aspecto o apariencia del panal de cría en su conjunto y posteriormente de cada larva o pupa en particular. Esta operación se repetirá en todos los panales que contengan cría.

En una mirada panorámica del panal lo primero a considerar es el patrón de cría el cual en condiciones normales debe ser uniforme es decir que observando la cría desde el centro del panal hacia los bordes del mismo deben existir en celdas contiguas huevos, larvas o pupas de edad semejante. Las crías abiertas – larvas – deben ser de color blanco perlado brillante y estar enroscadas en forma de coma en el fondo de las celdas. En la cría operculada o sellada, los opérculos deben ser de color uniforme, marrón claro u oscuro dependiendo de la edad del panal y ligeramente convexos.

Cada mínima irregularidad que altere el aspecto normal de un panal de cría como la existencia de larvas muertas en celdas abiertas y/o cerradas presentes en forma desordenada – cría salteada – opérculos agujereados, de colores no uniformes, hundidos, es un llamado de atención.

Luego de haber observado las características del panal en su conjunto debemos, de presentarse algún problema mirar el contenido de las celdas y establecer ciertas condiciones como: edad de las larvas muertas, posición que adoptan en su interior, color, olor y consistencia del material larval muerto.

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Estado normal de la cría en sus diferentes estadios.
Será tarea del apicultor establecer si la causa de estas irregularidades corresponde a un problema sanitario o si se debe a otras causas no infecciosas (hambre, frío, reinas, calor excesivo, etc.).

De no existir cría presente en la colmena en el momento de la inspección se observarán los panales en los cuales hubo cría con anterioridad, en este caso en particular debemos observar las celdas de cría vacías, sin restos de material de cría muerto en las paredes o fondos de las mismas.

Juntando estos elementos podemos llegar a formular un diagnóstico bastante seguro. Sin embargo, muchas veces es conveniente corroborarlo a través de un análisis de laboratorio ya que los caracteres macroscópicos o salientes y que se observan a simple vista que son diferentes para las enfermedades que afectan la cría como: loque americana, loque europea y cría ensacada, pueden en condiciones particulares atenuarse y confundirse o bien pueden presentarse todas juntas de coexistir varias enfermedades. En esos casos es conveniente tomar una muestra del panal de cría con material sospechoso de 20 cm. por 10 cm., envolverlo en papel de diario, colocarlo en una caja de cartón y enviarlo a un centro de diagnóstico de enfermedades de las abejas.

Observación de las abejas adultas:
La mayoría de las enfermedades que afectan a las abejas adultas son difíciles de diagnosticar en una observación directa debido a que muchos de los síntomas no son únicos ni específicos de cada enfermedad.

Ya que el hábito y las características de las abejas en forma individual y de la población en general que presentan una afección son frecuentemente similares en las enfermedades de las abejas adultas y en otros desórdenes no debidos a problemas sanitarios es aconsejable tomar una muestra de la población y enviarlas a un laboratorio para obtener un diagnóstico correcto. Ejemplo de ello es la confusión en el diagnóstico que puede presentarse ante casos de nosemosis, acariosis, virosis, intoxicaciones por plaguicidas, disentería y otras donde pueden observarse algunos de los siguientes síntomas: abejas con abdómenes hinchados, temblorosas, con alas dislocadas, arracimadas en los pastos cercanos a la colmena o alejándose de la misma, paralizadas sobres los cabezales de los cuadros, etc.

Conclusión:
La detección precoz de cualquier problema sanitario que afecte a las colmenas nos permite adoptar inmediatamente las medidas higiénico profilácticas y terapéuticas necesarias para luchar contra ellas. Tan o más importante es la prevención de las enfermedades es decir, evitar en lo posible su aparición en las colmenas. Debemos tener presente que no siempre una colmena débil o la presencia de anormalidades en las abejas adultas o en las crías es consecuencia de alguna enfermedad y que existen ciertas pautas de manejo como las anteriormente citadas que deben ser respetadas y cumplidas a lo largo del año que conducen al éxito de la explotación.
By: SUSANA BEATRIZ BRUNO. 
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14 octubre 2015

LA COLMENA: UN ECOSISTEMA EN EQUILIBRIO - BEEHIVE: A BALANCED ECOSYSTEM.

http://lafamiliapicola.blogspot.com/2015/10/la-colmena-un-ecosistema-en-equilibrio.html
Reseña: El objeto de este artículo es visualizar a la colmena como un ecosistema en equilibrio y tratarlo como tal. Las intervenciones del apicultor suelen romper el equilibrio existente en la colmena dando lugar a trastornos que afectan el desarrollo equilibrado de la población como la sanidad de la misma, ya que ante factores de estrés, la colonia enferma.

Introducción
Todo ecosistema está integrado por elementos bióticos y no bióticos que se encuentran en equilibrio en forma natural.
Los elementos climáticos como la luz solar, la temperatura, las precipitaciones y la presión atmosférica, entre otros, se combinan con los factores edáficos y condicionan el desarrollo de tipos particulares de vegetación que sostienen determinadas clases de animales herbívoros y éstos dan lugar a los carnívoros y todos, cuando mueren, vuelven al suelo donde son descompuestos por los microorganismos. Ésta es, en apretada síntesis, un prototipo de ecosistema terrestre En cada uno hay un flujo de energía y materiales que entran y salen del mismo y todo el conjunto se encuentra en equilibrio ... hasta que el hombre interviene.
 
La población
Una colmena es un ecosistema en equilibrio. En un determinado espacio se desarrolla una población de abejas que crece en primavera, se estabiliza en verano y decrece en otoño e invierno hasta la próxima primavera. En primavera crece la población hasta completar la totalidad del espacio disponible y, una vez cubierto, la población se subdivide mediante el fenómeno de la enjambrazón.
 
http://lafamiliapicola.blogspot.com/2015/10/la-colmena-un-ecosistema-en-equilibrio.htmlUna colonia no es sólo un conjunto de abejas. Hay una organización perfectamente adaptada para cubrir todos los requerimientos que les permite a esta familia no sólo sobrevivir, sino también producir sus propias reservas de alimentos, reproducirse, conservar la especie y difundirse geográficamente. Para ello cada miembro de la colonia (o familia) realiza una actividad sumamente especializada. Una colonia es un Sistema, es decir, un conjunto de elementos que interactúan tan estrechamente unos con otros que resultan inter-dependientes. En una colonia cada tarea, que cada abeja realiza, resulta imprescindible para todas las demás ya que cada una no puede sobrevivir sola, necesita del conjunto, y por sí mismas no se encuentran dotadas para sobrevivir ni cumplir con todas las demás funciones biológicas.
Hay otros componentes bióticos en este ecosistema. Hay, por ejemplo, microorganismos (hongos, bacterias, etc) que se mantienen controlados gracias a la producción de propóleos. Este producto, producido por las abejas a partir de resinas que cosechan de ciertos árboles, es el elemento antiséptico y desinfectante con que cuentan las abejas para mantener una población sana en tan reducido espacio.
En el transcurso de su crecimiento poblacional, las abejas construyen panales de cera donde depositan cría, polen, néctar y miel. Del exterior traen agua, néctar de flores o azúcares de otras fuentes (como pulgones, por ejemplo), resinas y polen o, en casos de emergencia, elementos proteicos de otras fuentes.
Este ambiente interior de la colmena se desarrolla en ausencia de luz y está fuertemente influenciado por la temperatura y la humedad, dos factores ambientales determinantes en la supervivencia, en la sanidad y en la conducta de las abejas.
 
La Temperatura
La colonia es un ecosistema en equilibrio y si bien las abejas son organismos de "sangre fría", necesitan mantener el calor dentro de un rango apropiado a las circunstancias.
La colonia de abejas posee una serie de mecanismos que tienden a mantener la temperatura dentro de un rango que les permite sobrevivir y desarrollar los trabajos propios en cada estación del año.
La colonia mantiene su temperatura en los rangos apropiados merced a los siguientes mecanismos:
 
Apiñamiento
Las abejas (de distintas edades en forma mezclada) se apiñan formando un racimo que en invierno se lo llama "bolo invernal". Los enjambres que permanecen a la intemperie hasta dirigirse al lugar definitivo también lo hacen, al igual que las abejas que son transportadas en forma de paquetes. Aún en primavera o en otoño o puede suceder en veranos frescos, cuando la temperatura disminuye sustancialmente, las abejas se agrupan para mantener la temperatura o generar calor.
En este racimo funcionan dos tipos de movimientos:
Por una parte las abejas -tomadas de las patas- se acercan o separan entre sí contrayendo o expandiendo el racimo.
Por otra parte, en invierno o en períodos prolongados de frío, hay un movimiento de revolución: las abejas de la periferia se mueven hacia el interior del racimo y las del interior a la periferia. Sin este segundo mecanismo, las abejas del borde terminarían por morir dejando en la periferia a una segunda línea de abejas que también terminarían muriendo y así sucesivamente hasta la muerte de todo el racimo. En cambio con este movimiento de revolución todo el racimo sobrevive reduciendo al mínimo la mortandad de las abejas por hipotermia.
En la estructura del racimo existe otro hecho que permite conservar el calor. Las abejas de la periferia -en un espesor de 2 a 7 cm- se encuentran más juntas, más apretadas que las del centro formando una banda protectora.
 
Batido de alas
Las alas, además de ser los órganos anatómicos que utilizan para volar, son empleadas para generar calor o para ventilar para lo cual generan con ellas un movimiento circular logrando así sus propósitos. En el racimo este mecanismo se pone en marcha para generar calor cuando la temperatura del mismo desciende hasta los 14°C y para refrescar (ventilación) cuando supera los 35°C. No todas las abejas participan de este movimiento, sino sólo algunas, las necesarias para lograr el propósito.
Cuando existe cría en desarrollo dentro del nido, la temperatura de crianza de las larvas es de 34°C. Cuando no hay cría (lo cual sucede en invierno en regiones frías) el racimo de abejas puede ir disminuyendo su temperatura hasta los 14°C. Si la temperatura sigue bajando el racimo de abejas se contrae (las abejas se aprietan) y, para generar calor, desarrollan una actividad con las alas similar a las que realizan cuando están ventilando. Mientras en el centro del racimo la temperatura se mantiene a 14°C, en la periferia las abejas pueden estar a 6°C y mueren cuando la temperatura desciende por debajo de los 6°C. Pero el movimiento de revolución mencionado anteriormente les permite ir renovándose evitando la muerte por hipotermia.
En verano, la temperatura es mantenida a través de la ventilación que realizan las abejas enviando, con su batido de alas, una corriente de aire desde la piquera hacia el interior, mientras otras abejas lo hacen en sentido inverso provocando así una corriente que circula por el interior de la colmena refrescando el ambiente. En días calurosos y cuando la población de abejas es numerosa muchas de ellas se desplazan hasta la piquera y allí se arraciman formando una barba para permitir que la ventilación en el interior de la colmena se pueda realizar eficientemente. Si bien esta barba de abejas no es un signo de una próxima enjambrazón parece indicar un espacio reducido que las abejas despejan saliendo al exterior. Esto debe advertir al apicultor sobre la falta de espacio de la colonia.
 
Calafateo con propóleos
Cuando las aberturas que se dejan en la piquera o cuando hay demasiada separación de partes móviles, las abejas calafatean con propóleos rellenando el exceso de aberturas. Con esto regulan el intercambio gaseoso entre el espacio interior y el exterior.
De manera que una de las principales actividades de una colonia es mantener su temperatura dentro del rango apropiado a la circunstancia que está viviendo. Pero también es importante mantener la humedad en un rango aceptable para el desarrollo normal de la colonia.
  
La Humedad
El exceso de humedad dentro de una colmena, particularmente en invierno, provoca un disturbio sustancial en la vida de la colonia y desencadena procesos que conducen a la generación de problemas sanitarios que favorecen la mortandad de abejas. Este es un problema en la zona cordillerana, como en cualquier otra región donde la humedad relativa, en invierno especialmente, es alta o donde las masas de aire frío mantienen un tenor alto de humedad. La humedad se genera en el interior de cada colmena por el consumo de miel que hacen las abejas. Por cada litro de miel consumida se genera un litro de agua. Esta humedad, en época de actividad de las abejas, sale de la colmena mediante el mecanismo de ventilación que desarrollan. Pero en invierno las abejas, arracimadas, no utilizan el batido de alas en la piquera para ventilar, de manera que la colmena en sí debe estar dispuesta para que se favorezca la ventilación sin la intervención de las abejas, lo cual es importante en la zona cordillerana de Patagonia.
Si el ambiente externo es muy húmedo el intercambio gaseoso entre la colmena y el exterior favorece la acumulación de la humedad en el interior de aquella condensándose principalmente en la parte inferior de la entretapa, en las paredes laterales y en los panales más cercanos a éstas. Esto suele suceder en nuestra cordillera en invierno y esta situación se agrava si el apiario está ubicado erróneamente en un mallín o en un área baja donde se acumula el aire frío y húmedo que baja de las laderas circundantes. También sucede cuando la población invernal de abejas no es numerosa.
Aparecen así procesos como el de fermentación de la miel y de las pérdidas de polen por ataque de hongos.
Hay que tener en cuenta que en la zona de cordillera las abejas se encuentran en actividad hasta bien entrado el otoño y hasta es común observar colonias que no cortan totalmente la postura y mantienen pequeñas áreas de cría. Las que interrumpen la postura lo hacen a partir de la segunda quincena de abril y puede ocurrir que en días, donde la temperatura llega a los 12°C, haya algo de entrada de néctar en ese mes. El riesgo de esta pequeña entrada de néctar es que no alcance a perder la humedad suficiente para transformarse en miel y permanezca con un contenido de agua excesivo pudiendo fermentar si el interior de la colmena no está suficientemente ventilado y con exceso de humedad. El néctar se acidifica, toma un olor avinagrado y, si las abejas lo consumen, les resulta mortal.
La miel con exceso de humedad fermenta cuando el rango de temperatura se encuentra entre 10 y 25°C. La temperatura ideal de fermentación es de 15,5°C. Recordemos que el racimo invernal internamente trata de mantenerse por encima de los 14°C, por lo tanto, la temperatura de fermentación coincide con la del racimo. Si éste se desplaza para ir consumiendo reservas, puede alcanzar los cuadros donde hay néctar acumulado con exceso de humedad. Por lo tanto, en una colmena el exceso de humedad que se encuentra condensada en las paredes y panales laterales cargados de miel y polen resulta particularmente peligroso cuando la temperatura se encuentra en el rango mencionado.
Por su parte el polen, cuando está sometido a un exceso de humedad, es atacado por hongos. Si el ataque es severo provoca fuertes pérdidas en la reserva de polen ya que se forma una costra dura y blanca que a las abejas les resulta imposible remover. Recordemos que una buena provisión de polen resulta esencial para mantener una buena población de abejas entre los meses de abril a agosto y especialmente se transforma en un alimento crítico cuando comienza la postura en la segunda quincena de julio o principios de agosto en la cordillera patagónica. Este fenómeno -el del polen atacado por hongos- no sucede generalmente cuando la colmena pasa el invierno con una buena población de abejas que mantienen el calor en casi todos los cuadros y cuando la colmena se encuentra bien ventilada impidiendo la acumulación y condensación de humedad.

Intervención del apicultor
Es imprescindible que el apicultor tenga conciencia de los mecanismos que utilizan las abejas para mantener a raya la temperatura y la humedad ya que sus intervenciones en ningún caso deben interferir con los mismos. Si lo hace genera una situación de estrés que le abre la puerta a numerosos problemas sanitarios, muchos de los cuales, especialmente los bacterianos y los fúngicos se desencadenan a partir de situaciones provocadas por el mismo apicultor. Por el contrario sus intervenciones deben ayudar a la colonia acompañando a la población de abejas a mantener la temperatura y la humedad dentro de los rangos de tolerancia. Para ello dispone de varias herramientas:
 
Localizar correctamente el apiario
Ante todo hay que localizar correctamente el apiario en un lugar seco donde no haya acumulación de aire frío durante las noches ni tampoco en lugares húmedos como los mallines cordilleranos.
 
Orientar adecuadamente las colmenas
Hay que proteger las colmenas de las corrientes ventosas. En la cordillera patagónica es aconsejable que las piqueras estén orientadas al N.E. ya que los vientos en esta región provienen del cuadrante oeste y sudoeste. De esta forma se evita la entrada de aire frío y al mismo tiempo se facilita el calentamiento por el sol del frente de la colmena y de la pared lateral orientada hacia el oeste.
 
Permitir una separación adecuada entre colmenas
Conviene que las colmenas estén separadas entre sí dejando un espacio libre de unos 50 ó 60cms entre una y otra. Si las colmenas están en bancos de apoyo individuales es conveniente que la que está más al sur esté un poco adelante de la otra para que ésta no impida que los rayos del sol, en su desplazamiento hacia el oeste, evite que se caliente la pared lateral de la primera. En bancos donde se colocan varias colmenas, si están muy juntas la que no está expuesta al sol del norte o del oeste es una colmena más fría.
 
Regular la apertura de la piquera
Si bien cada apicultor desarrolla sus propios métodos de trabajo es importante transmitir a otros, especialmente a los novatos, las experiencias que se van reuniendo. A quien suscribe el presente artículo le ha dado mucho resultado mantener en las piqueras -de colmenas bien desarrolladas- dos aperturas laterales, en lugar de una central, durante todo el año. Estas aperturas tienen una longitud de unos 4 centímetros. Cuando es necesario, se agrega un suplemento en cada apertura para achicarla, lo cual sucede en invierno o en plena temporada cuando desmejora el tiempo durante un período prolongado.
En la cordillera patagónica se debe tener en cuenta que la variación térmica en plena temporada es muy amplia. Durante las noches refresca bastante y una piquera totalmente abierta (sin guardapiquera) puede conducir a las abejas a arracimarse en lugar de mantener la actividad durante la noche.
Por otra parte la doble apertura de piquera facilita la circulación del aire manteniendo un adecuado % de humedad y una correcta ventilación.
En colmenas que se encuentran en crecimiento conviene provocar su desarrollo desde la pared oeste que es la más calentada por el sol y mantener abierta la piquera de ese lado cerrando la otra abertura con un puñado de pasto que- cuando se seca- permite el paso de algo de aire facilitando la ventilación aún de la zona no ocupada por las abejas.
Como se dijo anteriormente, si la apertura del guardapiquera es excesiva las abejas tratan de reducirlo rellenándolo con propóleos.
 
Abrir o cerrar la apertura de la entretapa
Para que las colmenas en invierno estén bien ventiladas no sólo es suficiente que haya una piquera con aberturas laterales sino que hay que mantener abierta a medias la apertura de la entretapa. En el mes de mayo conviene levantar un poquito la entretapa en la parte de atrás. Basta para ello la colocación de una maderita de tres milímetros de grosor colocadas en los esquineros posteriores de la entretapa.
También en este caso las abejas propolizan el exceso de aberturas.
 
Regular el espacio interior
A la entrada del invierno conviene sacar un panal y juntar a los restantes al medio de la cámara de cría dejando un espacio de unos 2 cm en los laterales que permite la ventilación de las colmenas debido también a las aberturas laterales del guardapiquera y las aperturas en la entretapa.
Cuando la colonia es pequeña como sucede cuando se introduce un paquete o un núcleo es importante utilizar un paño de plástico o de papel corrugado para envolver los panales poblados de abejas, más uno o dos para que las abejas ocupen, más el alimentador (si se emplea para estimular o alimentar) colocado fuera del poncho. Personalmente prefiero el poncho de plástico ya que el de cartón es roído por las abejas. Si la colmena está bien ventilada no se junta humedad en el plástico.
Asimismo, no hay que agregar alzas en forma prematura ni dejar que el espacio interior se reduzca como para incentivar la enjambrazón. Las alzas deben colocarse en el momento oportuno.
 
Regular el número de cuadros en la cámara de cría
Cuando la colmena recién comienza y se utilizan varios cuadros con cera estampada conviene colocar 10 cuadros. Pero una vez que la colmena se desarrolló es conveniente trabajar con 9, por varios motivos, a saber: a) La colmena está mejor ventilada entre cuadros, b) las abejas construyen panales más gruesos lo cual, en la sala de extracción, permite una mejor desoperculación, c) hay más producción de cera, d) se previene mejor la rotura de celdas reales cuando se revisa la colmena.
 
Dejar las reservas invernales de miel y polen necesarias para el invierno
Una media alza repleta de miel, más lo que las abejas entran en otoño en la cámara de cría a medida que reducen la postura, suele ser suficiente reserva invernal para que la colonia llegue hasta la próxima temporada. Los meses críticos son agosto y septiembre cuando la reina activa la postura y todavía no hay entrada de suficiente néctar. Si es necesario, en ese mes, hay que suplementar con jarabe de alimentación.
Es frecuente que en otoño las abejas traigan azúcar proveniente de exudados de pulgones que se encuentran en diversas especies, especialmente sauces o álamos. Esto suele ocurrir a fines del verano, después de la última cosecha. Inmediatamente a esta cosecha hay que hacer un control contra varroa por lo cual posteriormente a este control sanitario está vedada la cosecha de miel. Si el productor se entusiasma cosechando demasiada miel, puede ocurrir que cubran posteriormente los panales con el azúcar que proviene de los pulgones. Ésta no constituye una buena reserva invernal porque no les resulta fácil disolverla y necesitan abundante provisión de agua, fenómeno que en invierno no ocurre. Esto, naturalmente, pone en serio riesgo la supervivencia de la colmena.
Una alternativa es dejarles la miel que ellas produjeron durante la primavera y el verano en la primera media alza, que muchos productores dejan como cámara de cría suplementaria. En estos casos los productores cosechan lo que está por encima de esa media alza. Un exceso de cosecha provoca estrés que, en definitiva, se traducirá en mortandad o en enfermedades.
Por otra parte, los productores que trabajan con protocolos de calidad no deberían cosechar de esa primera media alza cuando se utiliza como complemento de cámara de cría ya que así está especificado en los protocolos vigentes.
 
Conclusiones
Como conclusión general podemos decir que el control de la humedad, de la temperatura y de las reservas invernales son tres factores esenciales en la sostenibilidad de las colmenas. Si internalizamos la idea de que estamos frente a un ecosistema en equilibrio seremos más cuidadosos a la hora de intervenir en nuestros colmenares.
 
Por: Ing. Agr. Raúl Coppa Técnico EEA INTA Esquel (Estación Experimental Agroforestal Esquel, Chubut)
 
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29 septiembre 2015

QUE ES LA ROYALACTINA???? - WHAT IS THE ROYALACTINA????

Por muchos años, los científicos han sabido que cuando a una larva de una abeja se la alimenta con la jalea real secretada por las obreras, esta se convierte en una abeja reina. Sin embargo, hasta ahora no se sabía cual era el factor responsable de la diferenciación ni la forma como actúa.  La Dra. Masaki Kamakura de la Universidad de la Prefectura de Toyama identificó y caracterizó la royalactina, la proteína responsable de la diferenciación de las larvas en abeja reina.

Cuando las hembras de las abejas melíferas (Apis mellifera) llegan a adultas, pueden ser diferenciadas en dos castas: las reinas y las obreras. Esta diferenciación no se debe a diferencias genéticas —ninguna  abeja esta programada para ser reina u obrera— sino depende de si fueron o no alimentadas, cuando eran unas pequeñas larvas, con la jalea real secretada por las obreras.

La diferencia entre una reina y una obrera es bastante notoria ya que, a parte de ser mucho más grande y se desarrolla mucho más rápido, puede vivir hasta 10 veces más (de 1 a  2 años), tiene los ovarios grandes y funcionales y puede llegar a poner hasta 2,000 huevos por día. Entonces, sería lógico pensar que la jalea real contiene algún tipo de factor inductor —al cual llamaron royalactina— que determina la diferenciación de estas dos castas. Sin embargo, este factor no ha podido ser identificado hasta ahora.

Fue así que Kamakura hizo una interesante observación. Cuando se almacenaba la jalea real a  40°C  por 7 días y se alimentaba a las larvas con ella, las abejas reinas resultantes tardaban más tiempo en desarrollarse y el tamaño de sus ovarios eran mucho más pequeños. El efecto se acentuaba cuanto más tiempo permanecía almacenada la jalea (14, 21 y 30 días), tanto así que, a los 30 días, la jalea real perdía su capacidad diferenciadora y las larvas alimentadas con esta jalea se convertían en abejas obreras.

Esta observación indicaba que el factor inductor responsable de la diferenciación de las abejas presente en la jalea real se degradaba gradualmente con el paso del tiempo, perdiendo su actividad completa a los 30 días. Existen muchas biomoléculas (azucares, proteína, grasas, etc.) que se degradan cuando son sometidas a altas temperaturas, así que el factor inductor podría tener cualquiera de estas formas químicas.
Para determinar que compuesto químico era el inductor, Kamakura hizo otro experimento. Almacenó la jalea real tanto a  40°C  y  4°C  para identificar que compuestos se degradaban en uno y no en el otro, después de 30 días. Al analizar los componentes presentes en la jalea real, ni los azúcares, ni las vitaminas, ni los ácidos grasos mostraron una reducción significativa. Sin embargo, al analizarlos mediante HPLC y electroforesis en poliacrilamida (PAGE) identificaron tres proteínas —una de 450kDa, otra de 170kDa y otra de 57kDa— que se degradaron durante el almacenamiento.

Por un lado, la proteína de 170kDa se degradó completamente sólo a los 14 días de almacenamiento, descartando que esta sea el inductor porque, según el primer experimento, aún se observaba un efecto sobre las larvas a los 21 días. La proteína de 450kDa prácticamente no se degradó, quedando un 90% a los 30 días, y la proteína de 57kDa —a la cual asignaron como la royalactina— se degradó por completo a los 30 días.

Así que Kamakura purificó las proteínas de 450kDa y de 57kDa para probar su efecto sobre las larvas a diferentes concentraciones (0.5 – 2.0% de su peso). La royalactina (57kDa) fue la única que redujo el tiempo de desarrollo de las larvas (a), aumentó el peso de la abeja (b) y también el tamaño de los ovarios (c). El mismo efecto se obtuvo con una royalactina recombinante (E-Rol) producida por E. coli.

Pero, como las abejas no son muy usadas como modelos biológicos, no existen muchas cepas mutantes que permitan determinar el mecanismo de acción de la royalactina. Por otro lado, la mosca de la fruta es un modelo biológico por excelencia, así que Kamakura usó a la Drosophila para hacer los análisis genéticos y observar el efecto de la jalea real en la diferenciación.

Cuando se le sometió a las larvas de la mosca de la fruta a un 20% de jalea real, Kamakura observó un sustancial aumento en el tamaño corporal, la fecundidad y en la esperanza de vida, así como también una reducción en el tiempo de desarrollo de la mosca. En otras palabras, la jalea real tenía prácticamente el mismo efecto en la abeja y en la mosca. Gracias a este sorprendente resultado, la investigadora pudo continuar sus experimentos en la mosca.

Al usar distintas cepas mutantes de moscas, Kamakura identificó que la royalactina actuaba a nivel del receptor del Factor de Crecimiento Epidérmico (EGFR) del tejido graso a través de la activación de la p70S6K, una kinasa que actúa sobre la subunidad 6 del ribosoma, fosforilándola y promoviendo la síntesis de proteínas. Este mecanismo permite que las células adquieran un mayor tamaño. Entonces, esto indicaría que el mayor tamaño de las moscas se debe a que las células son más grandes y no porque son más numerosas. También se observó que  la EGFR  estaba relacionada directamente con la prolongación de la esperanza de vida de las moscas, siendo la primera vez que se detecta este efecto en los animales.

Por otro lado, Kimakura observó que la vía MAPK era activada por  la EGFR , permitiendo una reducción en el tiempo de desarrollo de las moscas. Además, la royalactina tenía la capacidad de inducir la expresión de la ecdisterona (20E), una hormona juvenil esencial para el desarrollo de los ovarios.
Finalmente, para demostrar que todos estos resultados obtenidos en las moscas de la fruta pueden ser extrapolados a las abejas, Kamakura usó un ARN de interferencia (ARNi) para silenciar la expresión del gen EGFR en el tejido graso de las abejas melíferas. Este experimento confirmó que el efecto de la royalactina es similar en la mosca de la fruta y en la abeja melífera.

Entonces, para resumir, la royalactina actúa a nivel del receptor del Factor de Crecimiento Epidérmico del tejido graso de las larvas de las abejas, induciendo la diferenciación en abejas reinas a través de la activación de una kinasa que fosforila una subunidad del ribosoma, promoviendo la síntesis de proteínas, aumentando del tamaño de las células y prolongando la esperanza de vida de la abeja reina. Por otro lado, también se activa la vía de señalización celular MAPK, reduciendo el tiempo de desarrollo de la larva y se promueve la expresión de la ecdisterona, una hormona esencial para el desarrollo de los ovarios.

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25 junio 2015

¿CUANTA POBLACIÓN DE ABEJAS DEBEMOS TENER? - HOW MUCH WE HAVE BEE POPULATION? (Span and Eng)

La colonia de abejas debe de iniciar la primavera con una buena población.  De esta forma podrá desarrollarse más rápidamente y "llegar al momento de máxima floración con la máxima población" y así obtener una muy buena cosecha de miel. No debemos de olvidar que ésta población a la que nos estamos refiriendo son abejas "pecoreadoras".

¿A que llamamos una buena población?
En este aspecto es fundamental tener presente que cada apicultor deberá tener un conocimiento de las características de la floración de su zona de producción.  Para llegar a las floraciones principales con buenas poblaciones la colonia no deberá tener menos de siete u ocho cuadros de cría cuando le falten unos veinte días para que se inicie la floración.  Esto nos garantizará que en el momento de comenzar el flujo de néctar en el campo, la población de pecoreadoras será abundante. 



¿Qué es la regla de los 40 días en apicultura?
Esta regla implica que lleva 40 días desde la postura del huevo para que una abeja se transforme en pecoreadora y realmente sea de utilidad al apicultor que desea obtener cosecha de miel.  Esto quiere decir que la reina deberá estar aovando 40 días antes del inicio de la floración.  Y al decir aovando, nos estamos refiriendo a que la reina deberá estar en "plena postura" en éste momento.  Teóricamente, para obtener el máximo de cosecha de miel de cualquier floración, la reina deberá alcanzar su máxima postura 40 días antes del inicio de la floración y mantenerse en tal condición hasta 40 días antes de que finalice la floración.  Como se verá más adelante llegado este momento se deberá "cortar" la postura de la reina abruptamente para así lograr que la miel recolectada sea almacenada y no utilizada en la alimentación de cría que será útil para cuando la floración haya finalizado.

Cada vez que el apicultor decida reforzar una colonia deberá previamente saber que con su intervención no solo solucionará el problema de esa colmena, sino que además, no pondrá en riesgo la productividad de la colmena de la cual extrajo abejas o panales. 

Un punto que debemos tener presente es que NUNCA SOBRAN ABEJAS EN UNA COLMENA (si hay muchas nodrizas pasarán antes a pecoreadoras) y SÍ PUEDEN FALTAR ABEJAS.

No debemos olvidar que "siempre es preferible tener una colmena fuerte que sabemos que nos producirá y no dos débiles que difícilmente nos darán cosecha".

Los problemas de población los debemos solucionar con aquel material vivo (abejas y/o cría) de aquellas colmenas que por distintos motivos hemos determinado que no alcanzarán el máximo de población en el momento oportuno.

Algunas causas posibles de poca población.

- En el caso de que la colmena tenga poca población podría ser una reina vieja o mala; de donde todos los esfuerzos que nosotros hagamos reforzando su población serían temporales, ya que luego de un tiempo se volvería a debilitar.  Evidentemente en este caso la solución del problema pasa por cambiar la reina.

- El "bloqueo" de la reina con miel en la cámara de cría no solo trae aparejado una disminución del desarrollo de la población de la colonia, sino que además es el principal motivo de enjambrazón; lo cual también provoca una despoblación muy importante.

- Las fumigaciones en las cercanías del apiario así como los traslados "a piquera abierta" durante el día son causa también de que se produzca no solo  una disminución importante de la población, asi como también un desequilibrio de la colonia de abejas.
¿Cómo reforzar poblaciones?
Los requerimientos van desde el agregado de un panal de cría hasta la fusión de las colmenas.

Refuerzo de colonias con panales.

¿Qué tipo de panales utilizamos?
Cuando reforzamos con panales a una colonia los mismos deberán ser preferentemente con cría naciente y sin abejas.  Para esto buscaremos un panal con cría operculada y donde observemos a las abejas naciendo.  Si nosotros agregamos un panal con cría abierta (larvas o huevos) estamos originándole un trabajo extra a la colonia; ya que deberán alimentar y dar calor a esa cría por varios días y no estaremos logrando nuestro objetivo primario que era proporcionarle a esa colonia abejas jóvenes y vigorosas a la brevedad posible.

En caso de que agreguemos un panal con abejas adheridas, debemos verificar que no esté la reina en el mismo.  Como veremos más adelante el reforzar con abejas solo es recomendable cuando existe una buena entrada de néctar.


¿Cuántos panales agregamos?
Otro aspecto muy importante es el hecho de que "nunca debemos agregar más panales de los que la población de la colonia pueda cubrir".  No se aconseja agregar más de uno o dos panales de cría por vez.  Una vez que las abejas del panal que agregamos hayan nacido, se podrá repetir la operación.
Esta tarea de agregar panales con cría naciente es muy recomendable y utilizado a la hora de "apurar" a los núcleos en donde las reinas ya han iniciado su postura.

¿Dónde colocar los panales con cría?
A diferencia de cuando introducíamos cuadros con láminas de cera estampada, en el caso de agregar cuadros con cría, éstos se deberán colocar en el centro del nido de cría. De esta forma estaremos garantizándole a esa cría el calor necesario, y al panal, un pronto acondicionamiento para que la reina lo llene de postura.

Refuerzo de colonias con abejas.

¿En qué caso podremos realizarlo?
Como mencionamos anteriormente podemos reforzar con abejas solo en condiciones de existir buen flujo de néctar.  En este caso las abejas estarán menos propensas a pelearse entre sí y evitaremos la mortandad de las mismas.

¿De dónde se sacan las abejas?
Generalmente se sacarán abejas de aquellas colmenas que no repuntarán en la temporada y hemos decidido que no vamos a solucionar.  Estas abejas no son productivas en su colmena y cumplirán un papel muy importante a la hora de reforzar colonias. 
Otra fuente de abejas son aquellas colonias que tienen poblaciones muy fuertes y a las que no les afecta la extracción de uno o dos panales de abejas.

¿Con que tipo de abejas reforzamos?
Si vamos a reforzar con abejas lo más recomendable es hacerlo siempre con nodrizas.  De esta forma le damos la posibilidad a la colonia de que ella misma establezca su equilibrio natural, ya que, de sobrar nodrizas, éstas pasarán antes a pecoreadoras.  Las abejas nodrizas se comportan mejor como pecoreadoras que si obligamos a pecoreadoras a realizar tareas de nodrizas.  Además, todavía las nodrizas no han salido nunca de la colmena y no tienen fijada la ubicación de la misma dentro del apiario, por lo cual no retornarán a su colmena original.  Estas abejas además están menos propensas a ser atacadas por las abejas de la colmena reforzada.


¿De dónde se sacan las abejas nodrizas?
Las mismas estarán ubicadas fundamentalmente en los panales con cría abierta (larvas y huevos) de la colmena, ya que su principal función en esta etapa es la de alimentar a las larvas.

¿Cómo se incorporarán éstas nodrizas a la nueva colmena?
Se deberán retirar uno o dos cuadros de la cámara de cría de la colmena a reforzar.  En el espacio dejado por éstos se introducirá parcialmente el cuadro cubierto con las abejas nodrizas que utilizaremos para reforzar, donde se sacudirán enérgicamente las abejas que allí se encuentren.  !! OJO ¡¡ previo a sacudir las abejas debemos de revisar muy bien el panal y verificar que en el mismo no se encuentre la reina.  Hay apicultores que sacuden éstas abejas en la piquera de la colmena.  De esta forma las abejas pecoreadoras volarán y las que son nodrizas se dirigirán lentamente hacia el interior de la colmena.

En algunos casos puede ser aconsejable reforzar colonias con pecoreadoras, pero en estos casos debemos tener muy presente que le quitaremos este tipo de abejas a una colmena solo con flujo de néctar presente.  Hay apicultores que intercambian colmenas de lugar con núcleos u otras colmenas débiles como forma de aumentar o reforzar la población de una colmena.  Esta operación puede brindar buenos resultados al finalizar el flujo principal y previo a la invernada como forma de emparejar cría y poblaciones de colmenas que han llegado a esta época con desarrollos exagerados.

HOW MUCH WE HAVE PEOPLE?

The bee colony should start spring with a good population. In this way you can develop faster and "reach peak bloom time with the maximum population" and get a good crop of honey. We must not forget that this population to which we are referring are bees' foraging ".

What we call good people?
In this regard it is essential to keep in mind that every beekeeper should have a knowledge of the characteristics of the blooming production area. To reach the main blooms with good populations colony must not be less than seven or eight brood when at least twenty days to start flowering. This will ensure that in the time to start the flow of nectar in the field, the population of foragers will be abundant.

What is the rule of the 40 days in beekeeping?
This rule implies that it has been 40 days since the position of the egg to turn into a bee pecoreadora and genuinely useful to beekeeper For honey harvest. This means that the queen should be aovando 40 days before the beginning of flowering. And to say aovando, we are referring to the queen must be in "full position" at this time. Theoretically, for maximum honey harvest any bloom, the queen should reach its maximum position 40 days before the beginning of flowering and stay in that condition until 40 days before the end of flowering. As you will be seen later come this time will be "cut" the position of the queen abruptly in order to achieve that honey collected is stored and not used in food breeding that will be useful when flowering has finished.

Each time the beekeeper decided to reinforce a colony should know that the intervention not only solve the problem of the hive, but also not jeopardize the productivity of the hive which bees or honeycombs extracted previously.

A point to keep in mind is that never too many bees in a hive (if there are many nurses to pass before foragers) may be missing if BEES.

We must not forget that "it is always preferable to have a strong hive we know that we produce and not two weak that we hardly will harvest."

The population problems must be solved with this living material (bees and / or brood) of those who for various reasons hives have determined that will not reach the maximum population in a timely manner.

Some possible causes of poor population.

- In the event that the hive has a small population may be an old or poor queen; where all the efforts we make to strengthen its population would be temporary, because after a while it would weaken. Obviously in this case the solution is to change the queen.

- The "blockade" of the queen with honey in the brood chamber not only brings about a decrease in the development of the population of the colony, but also is the main reason swarming; which also causes a very significant depopulation.

- The spraying near the apiary and transfers "to open runner" during the day are also due to occur not only a major population decline, as well as an imbalance of the bee colony.
How to strengthen populations?
The requirements range from the addition of a brood comb until the merger of the hives.

Strengthening colonies with hives.

What kind of diapers use?
When reinforced with a colony combs they should preferably be the same with emerging brood without bees. For this we look for a honeycomb with capped brood and observe where the bees born. If we add a honeycomb with open brood (larvae or eggs) are originándole extra work to the colony; because they must feed and heat the breeding for several days and we are not achieving our primary objective it was to provide a bee colony that young and vigorous as soon as possible.

If we add a honeycomb with bees stuck, we must make sure it is not the queen in it. As discussed later reinforced by the bees it is only recommended when there is a good entry of nectar.

How many panels add?
Another important aspect is the fact that "we should never add more panels of the population of the colony can cover." It is not advisable to add more than one or two brood combs at a time. Once bees honeycomb we added were born, you can repeat the operation.
This task of adding panels with nascent breeding is highly recommended and used when "rush" to the cores where the queens have already started their stance.

Where to place the combs with brood?
Unlike when we introduced tables with sheets of beeswax, in the case of add pictures with young, they should be placed in the center of the brood nest. In this way we are guaranteeing to that breeding the necessary heat, and the honeycomb, an early preparation for the queen to fill the position.

Strengthening bee colonies.

What if we can do it?
As mentioned earlier we can reinforce with bees only able to be good nectar flow. In this case the bees are less likely to fight each other and avoid the slaughter of them.

Where bees are removed?
Bee hives those who do not will rebound in the season and we have decided that we will not solve are generally drawn. These bees are not productive in their hive and will play a very important role in strengthening colonies.
Another source of bee colonies are those that have strong populations and those not affected by the removal of one or two beehives.

What kind of bees strengthened?
If we are to strengthen with bees it is best to do it always with nurses. In this way we give the possibility to the colony that it establishes its natural balance, because, nurses left over, they will pass before a foraging. Nurse bees and foragers behave better if we force foragers nurses to perform tasks. In addition, the nurses still have never left the hive and have no fixed location within the same apiary, so they do not return to their original hive. These bees are also less likely to be attacked by bees from the hive reinforced.

Where nurse bees are removed?
They will be located mainly in the combs with open brood (larvae and eggs) from the hive, since its main function at this stage is to feed the larvae.

How are you doing nurses they will be incorporated into the new hive?
They should be removed one or two frames of brood from the hive to be reinforced. In the space left by them is partially covered introduce the picture with nurse bees will use to strengthen, where they vigorously shake the bees are there. !! EYE before shaking the bees must review the honeycomb fine and verify that there the queen is found. There beekeepers shaking these bees in the entrance of a colony. Thus the foraging bees fly and nurses who are slowly heading into the hive.

In some cases it may be advisable to strengthen colonies foragers, but in these cases we must bear in mind that we will remove such bees to a hive with nectar flow only present. There beekeepers hives exchanging places with nuclei or other weak hives as a way to increase or strengthen the population of a hive. This operation can provide good results at the end of primary and pre-wintering flow as a way to match hives breeding and populations that have come to this time with exaggerated developments.