01 marzo 2011

Cera De Abejas (Tercera Parte)

Por Orlando Valega Email: apicoladonguillermo@yahoo.com.ar
ADULTERACIÓN Y CONTAMINACIÓN DE LA CERA
Diversos estudios indican que la cera de abeja está altamente contaminada, por adulterantes que hacen aumentar los volúmenes y por contaminantes químicos producto de los manejos apícolas.
Hay muchos métodos para determinar las adulteraciones, en este trabajo se comentarán algunos de ellos.
Adulteraciones en general
Primer método:
Se toma de medio a un gramo de cera y se funde en un tubo de ensayo, se vierte sobre un vidrio de reloj y se deja estar 24 horas a temperatura ambiente. Al cabo de este tiempo se toma la cera entre los dedos índice y pulgar y se hace con ella una bola que se aprieta y redondea como si se tratara de hacer una píldora.
La muestra de cera pura de abejas es fácilmente moldeable con el calor de la mano; una vez trabajada es ligeramente pegajosa, aunque los dedos no se manchen o se pongan aceitosos, y tiene un aspecto homogéneo, transparente y sin brillo.
La adición de parafina se reconoce a través de la masa moldeada porque esta se resbala de entre los dedos, por la aparición de un brillo intenso y de un olor característico similar al de petróleo.
Si la muestra es de color blanquecino, con un brillo de porcelana y no homogénea, y al empezar a moldearla se deshace en fragmentos que sólo por un moldeo más prolongado terminan formando una masa plástica y homogénea, puede sospecharse la adición de estearina o ceresina.
La presencia de colofonia se reconoce porque la masa es pegajosa y presenta el olor característico de la resina.
En análogas condiciones se manifiesta a presencia de sebo, produce una masa aceitosa y de olor peculiar.
Otras ceras mezcladas a la de abejas, tales como la de carnauba o la cera del Japón, comunican a la muestra un olor aromático muy característico. Ref.: Fabián Rodríguez de Portal Apícola
Segundo Método:
Ponga una muestra de cera, no superior a una cucharada sopera, a hervir en un litro de agua por 15 minutos; déjela enfriar y observe; si el agua ha tomado el color de la cera y flotan unos gránulos amarillos, entonces, la cera es pura. Por el contrario, si el agua presenta una nata muy fina y uniforme, es porque la cera fue adulterada.
Tercer Método:
Una segunda prueba consiste en hacer un tubito de papel, sumergirlo en cera derretida y cuando solidifique sumergirlo en un frasco con “bencina”, como ésta disuelve la cera dejando el papel limpio, aparece en el fondo del frasco un polvo blanco, que si es “fino y uniforme”; la cera es pura
Métodos para comprobar adulteración con Parafina
Primer Método:
Se derrite la muestra de cera y en otro recipiente se disuelve soda cáustica con un poco de agua caliente para agregarla a la cera y colocarlas a hervir hasta que se mezclen bien. Dejamos enfriar y separamos con los dedos el jabón, detectando si es uniforme; por lo cual la cera es pura Pero, si se perciben pelotitas duras, es señal de que fue adulterada con parafina.
Segundo Método:
Disolver a baño maría 5 gramos de cera con 25 ml de “solución alcohólica de hidróxido de potasio (2 normal)”.
A esta mezcla homogénea agregarle 20 ml de glicerina caliente y enseguida adicionarle 100 ml de agua destilada bien caliente, mezclar bien y observarlo (la lectura debe realizarse en el momento de sacarlo del baño maría)
¿Cómo interpretar los resultados?:
-Si su aspecto es transparente al mirarlo a trasluz significa que es pura o al menos contiene menos del 10% de parafina.
-Si la mezcla es turbia es porque tiene mas del 10% de parafina
“La solución alcohólica de hidróxido de potasio (2 normal) debe prepararse antes de realizar el análisis utilizándola solo por 24 h., pues la solución se altera con rapidez pudiendo dar resultados erróneos. Guardar en frasco de vidrio color ámbar (rotular) . Para esto es práctico tener pesado con balanza de presición 11.20 gr. de hidróxido de potasio guardada en bolsita individual de polietileno bien cerrada para que no se humedezca. Se pueden tener varias ya preparadas con anticipación.
Para obtener una solución de hidróxido de potasio (2 normal) se debe proceder así:
Agregar a 80 cc de alcohol etílico los 11.20 gr. de hidróxido de potasio a esta mezcla agregar alcohol hasta completar los 100 cc. Agitar hasta su total disolución.
Es práctico utilizar las mamaderas de vidrio Pyrex para el baño maría. En una colocamos los 25 ml de la solución alcohólica de hidróxido de potasio (2 normal), en otra los 20 ml de glicerina y en una mas ponemos el agua destilada, las tres dentro del recipiente que contiene el agua en ebullición”.
Una forma práctica de saber si la técnica esta funcionando es hacer primero una prueba con cera pura, otra con el 5%, el 10%, 20% y 30% de parafina y comparar los resultados obtenidos. Ref.: Mancera: Biólogo Alejandro Rivera Zamora.
Contaminación de la cera
Stefan Bogdanov dijo que los principales contaminantes de la cera son los productos químicos utilizados por los apicultores, mientras la contaminación ambiental es mucho menos importante. Expuso los datos de un estudio realizado en Suiza buscando residuos de 96 pesticidas muy comunes y sólo se hallaron trazas. La cera se contamina, señaló, pues básicamente por los acaricidas lipófilos usados contra Varroa, en rangos que va desde los 0,5 a los 10 mg/Kg.
Los estudios de seguimiento realizados durante cinco años, le llevaron a concluir que la concentración de acaricidas aumenta con el número de aplicaciones del producto (ejemplo fluvalinato) pero decrece muy lentamente cuando se deja de aplicar el acaricida (ej. Bromopropilato). La vida media de un acaricida en la cera es de cinco años, y el tiempo en desaparecer totalmente depende de la concentración inicial. Puso el ejemplo del bromopropilato que no se usa en Suiza desde 1991; y aunque desde entonces los niveles han ido disminuyendo, dijo, no bajarán de límite de detección actual (0,1 mg/Kg) hasta después de 2006.
Lamentó también que no existan límites máximos de residuos para la cera y apuntó que en la cera ecológica utilizada en Italia, Alemania o Suiza sólo se permiten máximos entre 0,1 y 1 mg/Kg dependiendo del acaricida, límites que, dijo, garantizan que los acaricidas no pasarán a la miel.
Otras sustancias como el paradiclorobenceno utilizado contra la pollilla y algunos protectores de la madera contaminan también la cera, comentó.
Finalmente señaló que el hecho de no utilizar acaricidas en Brasil, hace que su cera no esté contaminada y la demanda de este producto libre de residuos esté creciendo a nivel mundial. Ref.: Cera de abeja: calidad e importancia para la apicultura.
Por: STEFAN BOGDANOV. Centro Suizo de Investigación Apícola Fuente: Revista Vida Apícola Nº126 – Julio-Agosto 2004- pág.50
Contaminación con Coumaphos
El Cumaphos se ACUMULA en la cera de la colmena y contamina en baja proporción a la miel. La concentración final de residuos en la miel depende principalmente de la concentración inicial en la cera. En la actualidad el nivel de esta contaminación generalizada en Argentina no da lugar a excesos de Coumaphos en la miel por sobre el LMR (100 ppb).
La concentración en cera depende de varios factores:
Del número de tratamientos medicamentosos aplicados en la colmena en los últimos años, de la cantidad de droga utilizada, de la forma de aplicación, y de la historia propia de la CERA que forma parte de la colmena, previamente a su ingreso a la misma.
Las colmenas de todo un país se encuentran emparentadas en cierta forma, a través de la cera que las conforma. De esta forma, los tratamientos medicamentosos que se ejecutan individualmente en un apiario, pueden tener repercusión directa en el resto del sistema apícola, con consecuencias de un alcance mayor al que se suele tener conciencia.
Si en los distintos países productores se sigue utilizando Coumaphos como hasta ahora, en unos años más la cantidad acumulada en la generalidad de la cera existente podría llegar a ser tal, que una cierta proporción de la miel no logrará cumplir el requerimiento del LMR = 100 ppb.
Dado que hasta el momento no se conocen mecanismos efectivos de descontaminación de cera, esta situación potencial no tendrá solución de corto plazo.
Ref.: Exploración en el Estudio de Distribución de Concentraciones del Acaricida Coumaphos en Cera y en Miel de Mismo Cuadro Melario en Condiciones de Campo Lanzelotti Paula (1), Maldonado Mauricio (1), Ocampo Valeria (2), Arroyo Julia (2)
Contaminación con Piretroides
Según Dee Lusby los piretroides son utilizados también por los agricultores para desorientar a las abejas que visitan sus plantaciones con el objetivo de evitar la polinización de ciertos cultivos.
Los piretroides tienen efecto sobre el sistema nervioso de las abejas haciendoles perder la memoria lo que la desorienta al momento de tener que volver al nido.
Estos piretroides se acumulan en la cera por el uso intensivo del mismo lo que produce la desorientación de la misma. Ellas salen y no se acuerdan donde esta su casa.
Como son piretroides de segunda generación, tienen mayor efecto con el frío cuando la abeja está en el bolo invernal las que se caen como hojas. Además de no poder volver después de los vuelos higiénicos Es justo esto lo que se observa en el colapso de las colmenas CCD.
Contaminación con Nitrofuranos
En este trabajo, se ha obtenido constancia de que los metabolitos de los nitrofuranos pueden persistir al menos siete años en la cera y que si no se recambian los panales involucrados, estas drogas quedan como contaminantes y siguen pasando también a la miel. Se demuestra que el movimiento de la contaminación, internamente en una colmena, se origina a causa del intercambio de cuadros entre alza melaria y cámara de cría por parte del apicultor, y que además las mismas abejas transportan nitrofuranos desde cuadros contaminados a cuadros nuevos, aunque el impacto sobre la contaminación en miel, es menor en este segundo caso, que en el primero.
Ref.: Primer estudio de casos de la distribución de concentraciones de nitrofuranos en la cera y en la miel en los diversos cuadros de una misma colmena, incluyendo la variable temporal Lanzelotti Paula L. and Maldonado Mauricio A. Laboratorio de Control de Calidad Melacrom 37 nº 215 – CP 6600 – Mercedes, Buenos Aires, ARGENTINA.
Nitrofuranos en ceras
Dinámica de la contaminación generalizada con nitrofuranos
En una colmena tratada con medicamentos que contienen nitrofuranos, además de contaminarse directamente la miel, se contamina también la cera. Esta cera puede contaminar la miel de años posteriores aún cuando el apicultor no cure más, y puede también contaminar a otras colmenas no tratadas con medicamentos contaminados, a través de la cera reciclada y del traslado de núcleos.
En las ceras tradicionalmente no se analizan residuos de medicamentos veterinarios porque no es un producto ingerible por seres humanos o animales. No están afectadas entonces por planes de monitoreo oficiales. Sin embargo, a partir de este descubrimiento debería hacerse un control de rutina cada vez que se compre cera estampada o para estampar, o núcleos.
La muestra de cera representativa de una colmena debería ser tomada de la cámara de cría, pues es la que más expuesta estuvo a medicamentos.
Sólo se debería utilizar el procedimiento de desoperculación en frío. La cera debería separarse lo antes posible de la miel, por decantación o centrifugación sin demasiado calentamiento. Obviamente esto debe ir acompañado de la suspensión del uso de medicamentos no controlados rutinariamente, aún tratándose de productos autorizados.
La contaminación de las ceras en una colmena sin cambios o mantenimiento, irá decayendo naturalmente en pocos años si se evitan desde hoy los medicamentos contaminados.
En función de todo lo expuesto, es también predecible la aparición de mieles contaminadas con nitrofuranos en otros países productores además de Argentina. Ref. “Melacróm”
Contaminación de la cera estampada
La cera es como una esponja que absorbe los tóxicos, venenos, acaricidas, antibióticos y otras sustancias utilizadas en la industria de la madera.
El uso indiscriminado y continuo de fármacos hace que la cera acumule año tras año mas sustancias nocivas para la salud de las abejas y de las personas que consumen la cera o la miel. Esta contaminación está presente en la “cera estampada” que va acumulando cada vez mas estos tóxicos y contaminando otras colonias. Los apicultores que no utilizan fármacos en sus colmenas lo mismo contaminan sus colonias al adquirir en el mercado cera estampada contaminada que es reciclada de otros apicultores inescrupulosos De seguir con el uso indiscriminado de sustancias contaminantes va a resultar muy difícil practicar una apicultura cuya producción este libre de contaminantes. En el caso de la cera de abejas es peor todavía porque no hay normas oficiales que impongan un Limite Máximo “LMR” de sustancias tóxicas en cera.
Si bien el principal uso que se le da a la cera no es precisamente para el consumo humano o para la cosmetología cada vez se descubren mas propiedades curativas de este producto y la contaminación resulta en un limitante de su uso.
Además, las bajas concentraciones de antibióticos o acaricidas presentes en la cera en dosis subletales para las bacterias y los ácaros hacen que estos vayan adquiriendo resistencia e inmunidad a los mismos.
Pero si bien estas dosis son subletales para los patógenos no lo son para los microorganismos benéficos para la abeja, como ser la microflora intestinal y la micro fauna integrada a la colonia.
Si bien es cierto que contamina el agricultor, pero se comprobó que tiene muy poca incidencia en la contaminación de la cera y que es el propio apicultor que la contamina con el uso de los fármacos en sus colmenas.

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